“La verdadera felicidad es que todos los que fuimos parte recibimos el reconocimiento tanto del público como de nuestros colegas”, afirma Ariel Winograd, director de cine, en diálogo con Teleshow en el marco del estreno de la serie de Carlos Menem, producida por Mariano Varela.
El realizador, abordó los desafíos y satisfacciones de liderar una producción que ha convocado la atención masiva y ha generado elogios tanto dentro como fuera del set.
Por estos días, el director se encuentra en pleno cierre de un proyecto cinematográfico en Italia. Durante la entrevista, Winograd reveló: “Estoy filmando la segunda parte de la serie Coppola, con Juan Minujín. Hoy es el último día.”
El cineasta destacó el ritmo intenso de la producción en la que se encuentra: “Después de diez semanas de rodaje, imagínate, estoy casi sin voz. Pero muy contento”.
La serie de Menem
“Cuando empecé pensaba que este iba a ser uno de los desafíos más grandes de mi vida. Necesito trabajar con gente que me quiera, que me conozca y que sepa que podamos hacer esto juntos”, remarca a Teleshow Ariel Winograd, al recordar cómo surgió la idea y la convocatoria de su equipo para este ambicioso proyecto. El estreno de la producción se convirtió en uno de los eventos más comentados de la temporada, impulsando un fenómeno que reúne nostalgia, política y talento argentino detrás y delante de cámara.
Ahora, Winograd celebra el efecto positivo que ha tenido la serie basada en la figura de Menem, tanto en la audiencia como en el equipo técnico y artístico. “Para serte sincero, estoy muy feliz, no solo por la repercusión obviamente, además de saber de que la está viendo todo el mundo, y de verdad que lo más lindo es que lo que uno hace lo pueda ver la mayor cantidad de gente”, compartió.
Winograd subraya que la satisfacción más profunda proviene del reconocimiento interno dentro del grupo de trabajo. “La verdadera felicidad es que todos los que fuimos parte los están llamando de todos los rubros para contarle lo contentos, encantados que están con el trabajo”, detalla desde Italia.
Resaltó, además, el carácter colectivo de la producción, mencionando que el éxito es el resultado del esfuerzo conjunto y de la dedicación de profesionales de múltiples áreas: vestuario, arte, maquillaje, fotografía y locaciones. “Este fue un trabajo muy en equipo, de mucha gente, de todas las áreas”, valoró el director, quien enfatizó además el papel del liderazgo y la camaradería entre sus colaboradores de siempre: “En ese espacio estoy yo como capitán del barco, y toda la gente con los colaboradores que son amigos y venimos haciendo miles de proyectos juntos hace muchos años, reciban este reconocimiento también de que la gente lo llame. Es hermoso”.
—¿Cuánto tiempo de trabajo te llevó Menem?
—Cuatro años, pero muy fuertes. No es que fue en un ratito. Se trabajó mucho en todos los procesos. Diez semanas de filmación, si no me equivoco. Fuimos a La Rioja una semana y después nueve en Buenos Aires.
—¿Cuál era tu mayor deseo al crear la serie?
—Mi mayor deseo era… viste los lentes de realidad virtual, como esos Oculus que te teletransportan a otro lado. Yo tenía ganas de que sea un viaje así, de poder viajar a lo que era esa época. Contar, mostrar y que se pueda vivir lo que pasaba en ese momento, pero también como si fuera un manual didáctico: esto pasó y nos pasó en esta época en Argentina.
—El público parece haberse conectado mucho con ese viaje…
—Eso que estás diciendo para mí está buenísimo, porque uno propone un viaje y después eso empiezan todos a viajar y a recordar. Viajamos todos juntos. No dejar a nadie afuera. Hay algo histórico, de la historia de quiénes somos los argentinos, que me parecía interesante.
—¿Hiciste un casting general para la serie?
—Lo hicimos pero no de todos los roles. Trabajamos con María Rojas en el proceso.
—¿Cómo fue la selección de los principales actores y actrices?
—Todos los que teníamos en un PDF, en las primeras reuniones en las que decíamos “cómo sería el casting soñado”, tal actor, esta actriz… y todos los que pensamos, nos dijeron que sí. Entonces fue más fácil, y aún más lindo.
—¿En el caso de Zulema y Griselda Siciliani?
—Pensamos en ella y la llamamos. Y dijo que sí. Así de soñado fue el proceso, imaginamos quién estaría bien y lo pudimos concretar.
—¿Y Leonardo Sbaraglia para el papel de Menem?
—A mí se me ocurrió cuando estaba filmando la película “El gerente” con él, que era la segunda vez que trabajábamos juntos. Para ese momento estábamos avanzados con ‘Menem’ y pensando quién podría hacerlo. Siempre admiré a Leo desde ‘Clave de sol’. Un día, filmando, le dije que me estaba sonando para el papel de Menem, le propuse la idea y Leo me dijo que sí entre una toma y otra. Una locura.
—Leo tiene fama de ser muy inmersivo en sus papeles.
—Él tiene ese proceso de actuación, se mete en el personaje. Cuando filmábamos, y era momento de descansar para almorzar, comía como el personaje, no como Leo Sbaraglia. Así fue en toda la serie.
— ¿Era una decisión pensada desde el principio formar equipo con personas cercanas para la serie?
—Era buscando amigos para la aventura. Y también me pasó que después de haber hecho «Coppola» con Juan Minujín, es cuando me surge la idea de su personaje, Olegario. Lo llamé a Juan y le dije: tenés que ser vos este fotógrafo de Carlos Menem. Fue una invitación a la aventura.
—¿Cómo vivieron el estreno de la serie y cuál fue la reacción del público en los primeros días?
—La plataforma está haciendo un un éxito tremendo y se estrenó hace muy poquito, el 9 de julio y como a las cuatro o cinco horas de que estaba subida, estaba número.
—¿Han notado repercusiones directas de parte de los espectadores o la prensa?
—Muchísimos mensajes, me están escribiendo por Twitter, Instagram. Leo está filmando también en Madrid y con Juan estamos acá y Griselda, está en Buenos Aires y venimos todos hablando. Eso es sinónimo de algo, de que está sucediendo algo lindo.
Segunda temporada…
—¿Existe la intención de seguir la historia con una nueva temporada?
—No. Pero te lo puedo responder sin saber. Pero no es que estemos pensando una segunda temporada, no estamos ni escribiendo nada. Es que si hace dos años que terminamos, seguimos queriendo ideas para continuarla. Pero no hay nada confirmado.