Camila Rocha trabajaba tenía 24 años y trabajaba en un gimnasio. La mataron delante de su novio para robarle la riñonera en la que llevaba el dinero para comprar comida. No se trató de un hecho aislado. El homicidio de la joven empleada fue el último de una serie de nueve muertes violentas ocurridas en cinco días en el conurbano.
Según el relevamiento realizado por LA NACION de los casos que tomaron trascendencia pública, cinco de las muertes violentas correspondieron a ladrones que resultaron abatidos cuando las víctimas de los robos se defendieron a balazos.
Siete horas después que Camila fue asesinada en Ingeniero Budge, en el partido de Malvinas Argentinas, Emilio, un jubilado de 87 años, mató a un ladrón que entró en su casa para robar. Fue el segundo caso en 24 horas de un adulto mayor que mató a los delincuentes que quisieron asaltarlos.
Con asaltantes que, según se registró en las grabaciones de las cámaras de seguridad de los distintos episodios, salen a robar armados, apuntan a las cabezas y no dudan en tirar a matar ante el menor intento de las víctimas por resistirse, los robos se volvieron cada vez más violentos y los ataques a balazos están fuera de control.
La sucesión de muertes violentas comenzó el 24 de enero pasado cuando dos ladrones murieron en un enfrentamiento y persecución con policías bonaerenses en Villa Madero, partido de La Matanza.
Al día siguiente, Teresa Martínez, una jubilada, de 92 años, fue asesinada en su casa de Temperley por un grupo de delincuentes que le robó $ 200.000. Dos de los asaltantes fueron apresados por la policía bonaerense cuando intentaban comprar dólares.
A las 36 horas, en Isidro Casanova, el remisero Omar Quispe Teccse, de 38 años y nacionalidad peruana fue asesinado después de dejar a un pasajero en la esquina de Asia y Charrúa. La policía apresó a un sospechoso por el homicidio del chofer.
Dos de las otras cinco muertes violentas ocurrieron en el partido de Moreno. El barrio Villanueva de la localidad de Villa Trujui, fue escenario del primero de esos homicidios. Allí mataron a un vecino que habría sido identificado por fuentes policiales como Esteban Jesús Maciel, de 29 años.
Mientras que ayer, un efectivo de la Policía de la Ciudad mató a un ladrón, de 18 años e hirió al cómplice, de 15, que quisieron asaltar cuando circulaba con su moto por Vicente López, entre Daract y Pagano. Al identificarse como policía, el oficial se enfrentó a los delincuentes, quienes huyeron del lugar.
Una hora después, los dos asaltantes fueron abandonados en el hospital local. El sospechoso, de 18 años, falleció y el menor, no punible, quedó internado en grave estado.
Con este hecho suman 31 los enfrentamientos que mantuvieron efectivos de la fuerza de seguridad porteña en el conurbano en lo que va de 2025. Dicha cifra representa uno de los factores que puso al descubierto el recrudecimiento de la violencia en el Gran Buenos Aires.
La cantidad de tiroteos protagonizados por policías de la Ciudad en territorio bonaerense creció en los últimos dos años. En 2023 hubo 98 enfrentamientos; mientras que, la cantidad de tiroteos por ataques contra efectivos de la fuerza de seguridad porteña que viven el conurbano y se trasladan a la Ciudad para tomar servicio creció a 172, en 2024.
Estos episodios y la sucesión de nueve homicidios ocurridos en los últimos cinco días expuso la falta de prevención de la policía bonaerense. Por ejemplo, los delincuentes que se enfrentaron con el policía de la Ciudad en Moreno, habían protagonizado dos ataques previos. Primero, intentaron robar a un ciclista, de 61 años y posteriormente, asaltaron a un transeúnte a quien despojaron de sus objetos de valor.
Según fuentes policiales, el ladrón fallecido, de 18 años, contaba con antecedentes penales en territorio porteño y en la provincia de Buenos Aires por robos y delitos contra la propiedad, además de una orden de captura vigente dictada por el Tribunal Oral Criminal N° 30.
Ese descontrol del que emerge la violencia cotidiana en el conurbano quedó en evidencia, por ejemplo, en el hecho ocurrido en Cabildo y San Martín, en la localidad de Villa Madero, donde un jubilado, de 78 años, mató a un ladrón, de 15 años, que intentó robarle la camioneta Toyota SW4 cuando estacionaba en la puerta de su casa.
Los delincuentes llegaron a esa zona del partido de La Matanza en una Renault Oroch blanca que había sido robada 24 horas antes en Villa Celina. Con ese vehículo, esos asaltantes cometieron seis robos, según denunciaron los vecinos en redes sociales, pero la policía no los paró.
Tres días antes, a diez cuadras de la casa del jubilado, un policía bonaerense que custodiaba una sucursal de una empresa distribuidora de electricidad mató a uno de los dos ladrones que intentó robarle la moto a un hombre que llegaba a su casa. El cómplice del ladrón baleado murió a ocho cuadras cuando la moto en la que huía chocó contra el conductor de una Chevrolet Tracker que esperaba que el semáforo se ponga en verde. La moto que usaron ambos delincuentes había sido robada el 12 de enero en Ituzaingó.
Anoche, el bar del jubilado que mató al ladrón, de 15 años, en Villa Madero, fue allanado por orden de un juzgado de Garantías de Lomas de Zamora que lo investiga por presunto juego clandestino.
Los últimos dos homicidios de la lista de nueve muertes violentas ocurrieron en Pablo Nogués, partido de Malvinas Argentinas. En la vivienda situada en avenida de los Olivos al 300, un jubilado, de 87 años, mató a un ladrón que entró a robar en su casa y lo amenazó con una barreta.
El dueño de casa que, según uno de sus hijos, sufrió tres robos en cuatro días, gritó “Cuidate o te tiro”, entonces, el ladrón se arrojó sobre el jubilado y lo atacó con la barreta. Entonces, el propietario de la vivienda le disparó cuatro balazos con su carabina.
Fuga interrumpida
Siete horas antes, en la esquina de Tuyutí y Epecuén en Ingeniero Budge, en el partido de Lomas de Zamora, fue asesinada Camila Rocha, de 24 años. Dos delincuentes le dispararon para robarle la riñonera cuando había salido de su casa para comprar comida.
Según fuentes policiales, Camila y su pareja, Brian, caminaban por Tuyutí cuando fueron interceptados por dos delincuentes armados que, a punta de pistola les exigieron que entregaran sus objetos de valor. En ese momento, Brian, salió en defensa de novia y golpeó a uno de los asaltantes. Entonces, el delincuente disparó contra el muchacho, pero el balazo hirió a Camila en el pecho.
Después de balear a la joven, de 24 años, los agresores huyeron en dirección a la calle Ayolas. Al mismo tiempo, el novio de Camila y los vecinos llamaron al número de emergencias 911. Los efectivos de la comisaría de Ingeniero Budge llegaron a la escena del violento episodio y, a partir de los dichos del novio de la víctima, allanaron la casa de la calle Ayolas en la que se habrían refugiado los asaltantes. Mientras tanto, Camila fue llevada en ambulancia al hospital Allende. Debido a la gravedad de la herida, fue derivada al hospital Gandulfo, donde falleció.
Los efectivos de la comisaría local revisaron la vivienda señalada por el testigo, pero no encontraron ningún rastro de los agresores. No obstante, ayer, por la tarde, los efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones de Lomas de Zamora, con datos aportados por los vecinos y familiares de Camila lograron identificar a los dos agresores.
Los investigadores determinaron que, después de matar a Camila, los delincuentes abordaron un ómnibus con destino a Formosa, donde vive un familiar de uno de los sospechosos. Los policías bonaerenses alertaron a la fuerza de seguridad formoseña. Al revisar los únicos dos ómnibus que llegaron a la terminal de la capital provincial y que habían salido de Liniers, los policías formoseños detuvieron a los autores del homicidio de Camila.