La familia, oriunda de Buenos Aires, vacacionaba en Florianópolis

Una mujer, oriunda de la provincia de Buenos Aires, denunció que su hija fue acosada en el baño por un empleado de limpieza de un balneario de Brasil, mientras vacacionaban. A su vez, la madre de la víctima se quejó por la poca colaboración de los dueños del lugar y la falta de acción de la Policía local.

El hecho ocurrió el domingo 5 de enero en un parador de la zona de Jureré, en Florianópolis. La víctima es una menor de 7 años que se percató de lo que sucedía y alertó rápidamente a sus familiares.

“Nosotros fuimos una semana a Florianópolis. Íbamos siempre a ese parador de excelencia, había estado Ronaldinho. Te hacían pagar una mesa de 1.500 reales, sino vos no podías ingresar y te daban una bandita para ir al baño”, comenzó contando Ana, la mamá de la menor, en un diálogo con A24.

De remera blanca, el hombre denunciado de acosar a la niña argentina

La mujer mencionó que pasaron cuatro días normales, pero el domingo su hija de 7 años fue al baño acompañada por su tía, su hermana menor y su prima adolescente. En línea con su relato, los sanitarios eran compartidos. “Niños, niñas, hombres, todo lo que vos te imagines”, precisó la mujer.

“Al ingresar, primero entra mi sobrina y estaba el señor de limpieza. A ella le dice que vaya al primer baño y, cuando ingresa mi hija de 7, le dice: ‘Vos andá a este baño’. Y a partir de ahí fue un horror”, continuó.

La menor no se encontraba sola; por el contrario, su tía la esperaba a unos pocos metros. “Cuando sale, le dijo: ‘De al lado me estaban filmando’”. “Me pasaron un celular y me filmaron cuando me estaba subiendo la bombacha”, reveló.

Más adelante en la entrevista, Ana específico cómo fue la modalidad que utilizó el agresor para violentar la intimidad de su hija. “El hombre estaba pasando la mopa, con el celular arriba, y pasaba el celular hacia el baño de al lado —que era el de hombres—”, mencionó.

“La tía pateó la puerta de ese baño y estaba este degenerado, pervertido, asqueroso, y todo lo que se imaginan. Y él dijo que no, que estaba limpiando nada más”, aseguró la madre de la menor.

La adulta que se encontraba con las niñas notificó a su hermana de lo que había sucedido y comenzaron a solicitar ayuda. “Pedimos las cámaras, no nos quisieron dar las cámaras. Estuvimos media hora. Tras ese tiempo, mi hija y mi hermana reconocieron a la persona de limpieza que se había cambiado. Se había puesto lentes de leer y una gorra”, señaló.

Una vez que pudo identificarlo, Ana lo increpó y le exigió que le entregue el celular. “Él se negó y cuando me di media vuelta me dijo: ‘Tu hija se asustó mucho conmigo’. Y ahí me di cuenta de que había sido verdad. Sentí que mi hija fue violada en su privacidad”, lamentó la mujer, quien también apuntó contra el parador.

Los responsables del balneario no colaboraron en entregar las imágenes de seguridad. “Pedí las cámaras, me dijeron que no me las podían dar. Pedí por la Policía, que no me iba a mover de ahí hasta que no llamen a la Policía, y me dijeron que no los iban a llamar y que yo estaba loca”, recordó indignada.

Afortunadamente, una persona que también vacacionaba en el lugar se comunicó con las autoridades, pero la situación no mejoró con eso. Al llegar, los efectivos se negaban a registrar el celular del agresor al alegar que necesitaban una orden judicial.

Sin embargo, tras un largo tiempo insistiendo, los policías revisaron el teléfono y “encontraron 25 mil videos de personas en baños”.

“La policía solo borró el video de mi hija, ahora la denuncia no tiene validez porque no existe la prueba. Y como las demás víctimas no estaban ahí para testificar, la Policía lo dejó ahí”, se quejó sobre el cierre Ana.