Durante la entrega de sables a los oficiales superiores de las fuerzas de seguridad federales que ascendieron este año, el presidente Javier Milei anunció que el Gobierno bloquerá los intentos de presos que buscan ser reconocidos como mujeres para tener ventajas en el régimen carcelario.

Esa prohibición que preparan las autoridades nacionales no es algo pensado como freno a la autopercepción de género, sino que tiene sustento en un ardid que empieza a ser utilizado en las prisiones y que ya tiene un antecedente grave: el año pasado se escapó en Bariloche un homicida que fue alojado en un penal de baja seguridad por su decisión de ser considerado mujer. Y otro emblemático reo reclama igual trato ante la Justicia: Ariel “Guille” Cantero, el jefe de Los Monos.

Recibir los atributos del mando es una de las más importantes ceremonias para los uniformados. Esta vez el acto tuvo la escenografía del Salón Blanco de la Casa Rosada, con el Presidente de la Nación y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como máximos referentes de la ceremonia en la que se entregaron los sables a oficiales jefes de la Policía Federal, la Prefectura, la Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario Federal, que por primera vez fue integrado junto con las fuerzas federales en una ceremonia de estas características.

En ese contexto, el presidente Milei focalizó su discurso en destacar logros en el combate contra el delito, sin referencia a otros temas. En esa línea, el mandatario adelantó la decisión de prohibir los cambios de género de personas condenadas.

Recibieron los atributos del mando oficiales superiores de la Policía Federal Argentina, la Gendarmería, la Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario Federal

“Ya que hablamos de los presos, quiero darles una pequeña primicia: en las últimas semanas, se hicieron conocidos varios casos de delincuentes que, utilizando la ley de Identidad de Género, pretendían argumentar que, en realidad, eran mujeres que debían estar, en una cárcel de mujeres, ya sea para aprovechar de las mujeres reclusas o para continuar con los negociados, desde condiciones más laxas”, expresó Milei.

Y agregó: “Tan solo la semana pasada se supo que el jefe de la banda de Los Monos pidió 10 hábeas corpus para cambiarse de género y poder recibir visitas de hombres. Solo en un país cuyos valores han sido profundamente trastocados puede permitirse semejante barbaridad.

“Por eso -señaló el Presidente-, con nosotros esta estupidez se termina. Vamos a prohibirlo, pues los delincuentes no van a poder solicitar un cambio de penal, bajo el paraguas de la identidad de género. Y vamos a impulsar una iniciativa para que los sistemas penitenciarios provinciales puedan adherir. Quienes no adhieran a esta nueva normativa lo único que estarán haciendo es premiar la creatividad de los criminales y faltarles el respeto, a las víctimas del delito.”

Ariel

El 20 del actual, LA NACION detalló el reiterado intento de Guille Cantero de ser reconocido con un cambio de género. El jefe de Los Monos, la banda narcoterrorista de Rosario, está detenido desde junio de 2013 y desde entonces pasó por numerosos penales provinciales y federales en los que no se había logrado frenar su dominio de la organización criminal. Las cárceles no obstaculizaban la transmisión de órdenes a sus mandos intermedios y sicarios. En sus once años tras las rejas, Guille Cantero no había dado señales de su autopercepción femenina. Pero todo cambió este año. Las condiciones de detención se intensificaron al máximo.

Uno de los ejes importantes diseñados por Bullrich para frenar la violencia narco en Rosario pasa por extremar los controles de los jefes de clanes. Cantero, alojado en el penal federal de Marcos Paz, y otros condenados fueron considerados presos de alto nivel y están sometidos a un régimen especial de vigilancia, que incluye el muy restringido acceso a llamadas telefónicas y visitas. Solo los familiares directos pueden ver a Guille Cantero. Pero la mayoría de ellos también están en prisión. Empezó así a cortarse la cadena de transmisión de órdenes. Y los asesinatos en Rosario descendieron en forma vertiginosa. El jefe de Los Monos comenzó entonces a pedir permisos para visitas íntimas. Su esposa está detenida, así que solicitó que hombres pudiesen compartir con él contactos personales sin miradas indiscretas, en lugares sin cámaras. Las autoridades están convencidas de que se trata de un plan para enviar directivas a su banda. Y bloquearon esa posibilidad, bajo la tutela judicial que rechazó todos los pedidos sobre la autopercepción de mujer que proclama Guille Cantero.

La treta se le había ocurrido a otros presos antes. Fernando Alves Ferreira mató a balazos con una pistola calibre Magnum 357 a su pareja Eduarda Santos de Almeida, en febrero de 2022 en Bariloche. Un caso claro de violencia de género. La única pena posible por femicidio es la prisión perpetua, pero Alves Ferreira buscó eludir esa condena con un cambio de género. Llegó a juicio reconocido por la Justicia como Amanda Alves Ferreira y, en consecuencia, la figura de femicidio no pudo aplicarse. El ardid no le alcanzó, no obstante, para evitar la pena máxima porque la fiscalía logró imponer varios agravantes. Pero fue derivado a un cárcel de mujeres a solo 20 cuadras del centro cívico de Bariloche. En agosto pasado se fugó.

Otro caso de cambio de género se conoció este mes en Córdoba. Allí cumple condena Gabriel Fernández, cuya autopercepción como mujer fue aceptada por un juzgado y derivado a un penal femenino, donde no solo cometió varios hechos de violencia contras las mujeres allí alojadas, sino que también violó a una presa y provocó su embarazo. Ahora se determinó que debe estar aislado, sin contacto con hombres o mujeres.

El acto fue encabezado por el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich

Más allá de anticipar la determinación de bloquear la repetición de esas situaciones, el presidente Milei expuso su convencimiento sobre el buen rumbo de las políticas públicas de seguridad. “Nosotros venimos a girar el timón en 180 grados”, dijo para diferenciarse del kirchnerismo. Y destacó “tres pilares” en los que se apoya el actual sistema de prevención del delito, que resumió en los conceptos: “el que las hace, las paga; el orden público es sagrado, la calle es de todos, no la pueden secuestrar un puñado de inadaptados para tener de rehén a todos los argentinos; los buenos son los de azul, los malos son los dleincuentes”. La sintonía con el mensaje de Bullrich es evidente en las palabras del mandatario.

Si bien el único orador fue Milei, los oficiales ascendidos escucharon luego un mensaje más intimista de la ministra: “La vida de los argentinos debe ser respetada y protegida. La libertad de cada ciudadano para vivir en paz, sin temores ni amenazas, es un derecho fundamental que ustedes deben garantizar cada día. La propiedad privada, pilar de nuestra sociedad, debe ser defendida de aquellos que buscan arrebatarla mediante el crimen y la violencia. Ustedes son los guardianes de esos derechos inalienables”.

Un día antes, Bullrich había reunido a todos los ministros de Seguridad en Villa La Angostura, donde compartió los datos de homicidios en todo el país, que en el corte estadístico de septiembre establecen 1264 asesinatos y muestran una disminución de 15,7% en la comparación con los primeros nueve meses de 2023.