“He decidido de acuerdo a mis facultades constitucionales, designar para la junta directiva del Banco de la República a los economistas Laura Moisa y César Giraldo (sic)”. Con esas palabras, el presidente Gustavo Petro sorprendió al país, el 15 de enero, por medio de X.
Con esto, cumplió con el cambio que la ley exige en la Junta Directiva del Emisor y, desde ya, todo apunta a que tendría mayorías para las próximas decisiones de política monetaria del país, lo que incluye reducciones en la tasa de interés del banco (9,5% actual), que es lo que cobra este a las entidades financieras por la liquidez que les suministra mediante las operaciones de mercado abierto.
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Sin embargo, hay un manto de dudas sobre lo que puede pasar en adelante. Por eso, el jefe de Estrategia Macro para Latinoamérica de XP Investments, Andrés Pardo, reveló algunos puntos clave para entender lo que viene. Lo hizo por medio de X, en lo que detalló lo siguiente:
- El presidente debe remplazar a dos de los cinco codirectores de dedicación exclusiva en febrero. Esto excluye al gerente (Leonardo Villar) y al ministro de Hacienda (Diego Guevara), quienes también hacen parte de la Junta Directiva del Banco de la República, para un total de siete miembros.
- Luego de estos cambios, el presidente habrá nombrado a cuatro integrantes de la junta: el ministro y tres codirectores (los dos nuevos, más Olga Lucía Acosta, a quien tuvo que designar en diciembre de 2022 porque el Consejo de Estado anuló el nombramiento de Alberto Carrasquilla).
- Tras la designación de Laura Moisá y César Giraldo, es razonable asumir que ambos adoptarán una postura monetaria laxa (floja o relajada), similar a la del ministro Guevara.
- Sin embargo, Acosta ha demostrado su independencia. Claramente, tiene una postura laxa en cuanto al manejo de la política monetaria, pero no se ve que simplemente esté “siguiendo la línea” del presidente Petro. Por ejemplo, en general, su postura no ha sido tan laxa como la de los dos últimos ministros de Hacienda, pero sí más que la de los otros cinco integrantes de la junta.
De esta manera, Pardo se atreve a pensar que en un escenario en el que el ministro y los dos nuevos codirectores decidan “seguir la línea” del presidente, quedarán cuatro de siete miembros (una mayoría) que mantendrán una postura claramente independiente frente al Ejecutivo.
“Muy seguramente, la nueva junta tendrá más integrantes con postura laxa frente al manejo de la política monetaria en comparación con la junta actual, pero el presidente solo tendrá a máximo 3 integrantes (una minoría) que potencialmente ‘seguirán su línea’”, explicó.
Emisión monetaria
Por último, en cuanto a la emisión monetaria, que es algo que Petro propuso en el pasado, el mecanismo requeriría de un crédito al Estado, ya que el Banco de la República no puede hacer estas operaciones con particulares distintos a establecimientos crediticios.
Aquí, agregó, es clave tener en cuenta que un crédito al Estado necesita de aprobación unánime de la junta.
“Me inclino a pensar que, como mínimo, el gerente y los tres directores que no sean remplazados (incluyendo a Olga Lucía Acosta) no apoyarían esa propuesta”, finalizó Andrés Pardo.
Visión estatista y autonomía del Banco de la República
Por su parte, el CEO de JP Tactical Trading, Juan Pablo Vieira, anotó que la independencia del Banco de la República está en riesgo: “Se teme que estos nombramientos alineados con una visión estatista puedan comprometer la autonomía del Banco de la República, un pilar esencial de la estabilidad económica de Colombia”.
Además, anotó que ahora habrá un enfoque económico heterodoxo, ya que Laura Moisá apoyó proyectos de economía heterodoxa que promueven intervenciones estatales y políticas redistributivas agresivas, alejándose de los principios del libre mercado.
Como ejemplo, recordó a Argentina. Advirtió que la politización de bancos centrales, como ocurrió en dicho país, puede derivar en inflación descontrolada, pérdida de confianza en la moneda y empobrecimiento.
Cuál es el peligro latente
Para el experto, las comisionistas y bancos (que tienen que ser políticamente correctos) están “tranquilos” con la nueva junta del Emisor, ya que aducen que son académicos y técnicos. No obstante, admitió que, si algo hay peligroso, es un doctor académico con ideologías, porque al tener la credencial de doctores le da credibilidad ¨total¨ a ideas nefastas que se aplicaron en otras latitudes.
“Esto me recuerda a cuando Alberto Fernández (expresidente de Argentina) nombró a Martín Guzmán (la mano derecha del Nobel Joseph Stiglitz) y vean cómo le fue a Argentina”, señaló. Y recordó que “una cosa es ser heterodoxo en la burbuja de la Academia, en donde relajando un par de supuestos en los modelos económicos, cualquier solución es posible, pero vaya aplique eso en la vida real. Ahí la cosa ya no es tan chévere y pueden terminar en un verdadero desastre”.
Qué pasará con el dólar
También, dijo que el mercado estará muy atento a este movimiento ahora que asuma la nueva junta con Petro teniendo mayoría, y su permanente presión por bajar tasas de forma ultrarápida, que prioriza una riqueza de corto plazo y un descuadre económico a mediano/largo plazo si se descontrola la inflación, algo en lo que el Banco de la República ha sido juicioso.
Puntualizó que en Estados Unidos se espera que se frenen los recortes de tasas de la Reserva Federal (FED) debido a los fuertes datos económicos que presenta la economía en temas laborales y de consumo (presión inflacionaria) y las posibles políticas del próximo presidente, Donald Trump, con aranceles que generen presiones inflacionarias de corto plazo.
Para el CEO de JP Tactical Trading, Juan Pablo Vieira, “esto último generaría un cierre en el spread entre las tasas de Estados Unidos y Colombia (que podría empezar a bajar tasas ‘irresponsablemente’ si se prioriza la ideología sobre la rigurosidad técnica), lo que generaría una presión alcista considerable para el dólar”.