Las altas temperaturas pronosticadas para los próximos días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) hacen a muchos preguntarse qué hacer ante una ola de calor excesivo, un punto en el que los especialistas de la salud tienen algo para decir.
La sucesión de jornadas del lunes al jueves dará un aumento exponencial de las temperaturas máximas, que según previsiones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) van a alcanzar 32°C en el primer día de la semana, y luego tocarán cotas de 34°C, 35°C y 37°C hasta el jueves, a partir del cual bajarán, aunque van a mantener por encima de la línea de los 30°C hasta que las lluvias pronosticadas para el fin de semana bajen el termostato.
Qué hacer durante la ola de calor
Ante las altas temperaturas que ya están entre nosotros en el AMBA, el Ministerio de Salud de la Nación aconseja:
- Tomar mucha agua sin esperar a tener sed para mantener la hidratación adecuada y evitar las bebidas muy azucaradas, con cafeína o alcohólicas
- No exponerse al sol en exceso ni entre las 10 y las 16 horas
- Alimentarse con frutas y verduras y evitar las comidas muy abundantes
- Reducir la actividad física; usar ropa ligera, holgada y de colores claros, sombrero y anteojos oscuros
- Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
Los síntomas de un golpe de calor y cómo responder
El Ministerio de Salud recomienda estar alerta a los indicios tempranos, para poder actuar con rapidez y evitar que la situación se intensifique. En primera instancia —y previo a la insolación—
se produce lo que se conoce como “agotamiento por calor”, cuyos síntomas son:
- Sudoración excesiva
- En los bebés puede notarse una irritación en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal
- Piel pálida
- Sensación de calor sofocante
- Sed intensa y sequedad en la boca
- Calambres musculares
- Agotamiento, cansancio o debilidad
- Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos
- Dolores de cabeza
- Mareos o desmayo
Cuando la situación no se previene a tiempo, se torna peor y puede terminar en un golpe de calor. Los síntomas anteriores se acrecientan y se le suma una temperatura corporal de 39°C-40°C o mayor; piel roja, caliente y seca; respiración y frecuencia cardíaca acelerada; y dolor palpitante de cabeza. Además, lo que define que el cuadro se vuelva grave son las alteraciones del sistema neurológico, que pueden producir un menor rendimiento cognitivo y sensación de bienestar, y hasta un aumento del índice de violencia. “Si no se trata adecuadamente, puede llevar a la muerte dentro de las 24 horas”, explicó en una nota a LA NACION Ramiro Heredia, médico clínico del Hospital de Clínicas José de San Martín.
En caso de detectar signos de este trastorno y sospechar de un diagnóstico de insolación, se recomienda, en primer lugar, llamar a los servicios de emergencias. A continuación, los especialistas instan a seguir estos pasos:
- Llevar a la persona afectada a un lugar fresco, o con aire acondicionado, y quitar el exceso de ropa
- Darle un baño de agua fría o hielo, si es posible
- Colocar paños húmedos fríos sobre la piel, en la cabeza, el cuello, las axilas y la ingle
- Mojar la ropa con agua fría, y si está disponible, colocarlo delante de un ventilador
“El objetivo es enfriar a la persona afectada rápidamente”, explicó Heredia, y reiteró la importancia de aplicar estas medidas a la espera de la llegada de emergencias.