La recolección de peras y manzanas ya está en marcha en Río Negro, la principal provincia productora de estas frutas en la Argentina, que representa cerca del 80% del total nacional. Sin embargo, el inicio de la temporada se da en un contexto complejo por fuerte aumento de costos que pone en jaque la competitividad del sector.

Este escenario preocupa tanto a los productores como al gobierno provincial, que busca medidas para aliviar la situación. El gobernador, Alberto Weretilneck, envió una carta a funcionarios del gobierno nacional solicitando la implementación de medidas para “garantizar la estabilidad del sector frutícola y asegurar la cosecha de fruta de pepita de este año”. A su vez, desde el sector productivo señalaron que trabajan junto a las autoridades nacionales para encontrar soluciones.

El economista Mariano Tappatá, gerente de la empresa Productores Argentinos Integrados (PAI), advirtió que la situación es compleja porque los costos han subido entre un 30% y 40% en dólares, lo que reduce la rentabilidad y, en muchos casos, podría generar pérdidas económicas.

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Los aumentos más significativos afectan a la mano de obra, el flete terrestre, la energía eléctrica . “El sueldo de los cosechadores y trabajadores del empaque aumentó considerablemente. Transportar un camión desde el Alto Valle hasta Buenos Aires cuesta un 50% más que el año pasado”, detalló Tappatá. También señaló que las cajas y otros insumos esenciales para la exportación se encarecieron en dólares.

Nicolás Sánchez, CEO de Patagonia Fruits Trade y presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), coincidió en que les preocupa el aumento de los costos en dólares y, por esa razón, aclaró: “Estamos trabajando junto a la provincia y el gobierno nacional para impulsar medidas que mejoren la competitividad”.

Entre las medidas solicitadas detalló que pidieron el aumento de los reintegros a las exportaciones, ya que el porcentaje fue reducido. “Actualmente, recibimos un 4,5%, pero solicitamos que se eleve a 8% o 9%, como se tenía anteriormente”, dijo.

Afirman que la Patagonia tiene costos más elevados que se deben atender

También proponen la reinstauración del reembolso por puertos patagónicos, una medida previa que compensaba los mayores costos logísticos y operativos en la región. “En la Patagonia, los costos son más elevados en puertos, transporte y salarios, debido a la condición de zona desfavorable”, dijo.

Por último, solicitaron la adecuación del mínimo no imponible para los aportes patronales. Sánchez recordó que 2024 fue un año difícil para la fruticultura argentina, marcado por la sobreproducción, lo que afectó los precios y la rentabilidad de los productores. A pesar de esto, hay cierta expectativa de recuperación para el próximo año. “La expectativa para 2025 es algo más positiva, ya que los mercados se ven un poco mejor”, aseguró.

En el sector están con foco en mejorar la competitividad

“En este contexto, seguimos trabajando en mejorar la competitividad, a pesar del aumento de costos en dólares”, concluyó Sánchez.

Planteo

Desde el gobierno de Río Negro explicaron que el gobernador Weretilneck envió dos notas al ministro de Economía, Luis Caputo, y al secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, en las que solicitó financiamiento y alivio impositivo como herramientas clave para sostener la producción.

“La fruticultura es una actividad fundamental para nuestra región. Contamos con el mejor clima y el conocimiento necesario para ser competitivos, pero el desfinanciamiento del sector pone en riesgo la cosecha. Es necesario tomar medidas urgentes para garantizar la producción”, expresó el mandatario provincial.

Desde el gobierno rionegrino detallaron que los costos de producción siguen en aumento. Actualmente, producir un kilo de fruta cuesta US$0,32, de los cuales US$0,09 corresponden solo a la cosecha. Los salarios en el empaque subieron más del 50% en dólares, alcanzando un promedio mensual de US$1500, mientras que la electricidad en los frigoríficos se quintuplicó, generando un fuerte impacto en la rentabilidad.

Weretilneck también comparó la situación con Chile, el principal competidor en la región. “Un operario de cosecha en la Argentina gana US$64 por día, mientras que en Chile US$44. En el empaque la diferencia es aún mayor: US$64 en la Argentina frente a US$22,50 en Chile. Sin embargo, el mayor problema está en los costos impositivos: en la Argentina representan el 68% del salario neto, mientras que en Chile son del 30%”, explicó el gobernador.

Además, indicó que los productores chilenos tienen acceso a financiamiento con tasas menores al 8%, lo que les permite adquirir tecnología y maquinaria a precios hasta un 40% más bajos que en la Argentina. “Un tractor en Chile cuesta entre un 30% y 40% menos que en la Argentina, con opciones de financiación accesibles”, señaló Weretilneck.

A esta situación se suman factores externos que afectan la competitividad del sector. El mercado brasileño, principal destino de exportación de peras, sufrió una devaluación del 27%, lo que encareció la fruta argentina. Además, el mercado interno cayó significativamente, afectando principalmente la venta de manzanas.

Finalmente, destacó el aumento de los insumos en dólares: “Entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024, los costos de insumos de embalaje (cajas, bandejas, pallets, papel corrugado, bolsas) se incrementaron un 107%. Solos los pallets especiales para exportación, se incrementaron en un 165%”, dijo.

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck

El mandatario resaltó que la fruticultura en Río Negro y Neuquén “es una de las economías regionales más importantes del país, generando más de 60.000 puestos de trabajo” y que “cada año el sector produce 1.150.000 toneladas de peras y manzanas”.

En este contexto, el gobernador destacó dos pedidos concretos. En primer lugar, un diferimiento impositivo. Detalló: “Postergar el pago de las cargas sociales (Formulario 931) correspondientes a las actividades de cosecha y empaque por un período de 12 meses a partir de febrero, aliviando la presión fiscal en un momento crítico”.

En segundo lugar, un financiamiento para capital de trabajo, esto es “líneas de crédito accesibles para pequeños y grandes productores, asegurando los recursos necesarios para mantener la mano de obra, garantizar los niveles de exportación y preservar la sanidad en los cultivos”.