La Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que nuclea a los trabajadores de las principales líneas de colectivos, anunció un cese de actividades para este jueves 31 de octubre ante un nuevo fracaso de su negociación por un aumento salarial. La medida fue confirmada a LA NACION por fuentes del sindicato, quienes precisaron que el paro se extenderá durante 24 horas y afectará a los circuitos de corta distancia en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

De esta manera, la UTA no se pliega al paro general convocado por los gremios de transporte para este miércoles y, en su lugar, lidera su propia medida “por no haber acuerdo paritario con las cámaras”, lo que provocará dos jornadas en las que los medios de transporte no funcionarán de forma habitual.

La UTA estaba en conflicto con las cámaras empresarias del sector y hoy se venció el plazo para una conciliación obligatoria. La UTA había solicitado un salario básico conformado para agosto de $1.160.000; septiembre $1.200.600; octubre $1.242.621; noviembre $1.283.627; diciembre 2024 $1.322.136. Sin embargo, hoy no hubo ofrecimiento de ningún porcentaje de aumento, según precisaron cerca de Roberto Fernández, el jefe de la UTA.

El objetivo de la medida de fuerza del miércoles es expresar el desacuerdo con el ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei y el aumento en boletos en estas áreas tras la quita de subsidios.

La UTA no adherirá al paro programado para este miércoles.

El paro será a nivel nacional y afectará en gran parte los servicios de transporte público y de carga: camiones, trenes, aviones, barcos y subtes, que se sumaron en último lugar.

Según pudo confirmar este medio con los sindicatos, tanto los trenes y los subtes ―los servicios que más afectan a los usuarios del transporte público― dejarán de funcionar a partir de las 00 del martes 29 de octubre. El cese de actividades en ambos casos se extenderá hasta la medianoche del miércoles. La medida de fuerza es total, por lo que no se verán formaciones en movimiento durante todo el 30 de octubre.

Roberto Fernández, líder del sindicato que reúne a unos 40.000 choferes en todo el país, ya había adelantado su rechazo a la medida de fuerza, debido a que se están llevando adelante las negociaciones paritarias y está vigente una conciliación obligatoria que venció este 22 de octubre, pero se extendió hasta este lunes 28 de octubre.

Según pudo saber LA NACION, el Gobierno Nacional no tiene previsto dictar la conciliación obligatoria para frenar el cese de actividades que los gremios de transporte llamaron para este miércoles. De esta manera, el Gobierno intenta exponer a los gremios como los responsables de las demoras e inconvenientes que generaría la medida de fuerza entre los usuarios.

Las jornadas del miércoles y jueves estarán marcadas por complicaciones en el transporte.

La medida de fuerza fue anunciada luego del plenario de los referentes de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt) y la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (Ugatt) que se realizó el pasado martes 8 de octubre por la mañana. En ese entonces, se aclaró que se trata de “una paralización de actividades”, lo que quiere decir que no habrá movilización de los gremios.

Originalmente, el paro sectorial había sido anunciado para el 17 de octubre, una fecha consensuada inicialmente por Pablo Moyano (secretario de Camioneros) y Omar Maturano (líder del gremio de trenes La Fraternidad) y que coincidía con el Día de la Lealtad Peronista. Sin embargo, la fecha se corrió unas semanas para fines de mes.

En un comunicado, los gremios ratificaron el paro “en reclamo al ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, el aumento de los boletos tras la quita de subsidios, el intento de privatización de Aerolíneas Argentinas, el ataque a los jubilados y en rechazo al aumento de la pobreza”.