De menos a más. De algo nervioso y apaciguado, a colérico. Javier Milei habló durante una hora y quince minutos ante un recinto semivacío en donde se jactó de tener “el mejor gobierno de la historia”, volvió a apelar a la fórmula contra la “casta” y castigó a un grupo de actores a los que considera enemigos: la oposición, los periodistas y los “empresarios prebendarios”. El Presidente hizo pie en dos ejes centrales: el acuerdo con el FMI y la agenda de seguridad. Y tuvo sus momentos fuera de libreto: un cruce muy agresivo con el radical Facundo Manes y un desencuentro con la vicepresidenta, Victoria Villarruel.

Solo en los primeros párrafos de su discurso, a Milei se lo notó algo errático, con la voz entrecortada. Pero enseguida, cuando comenzó a repasar los logros de su gestión y a abordar la agenda económica, volvió a encontrar su tono enfervorizado, por momentos agresivo, para embestir contra “la mano negra del Estado omnipresente” y criticar a “Unión por la Plata”, como descalificó al peronismo, que estaba ausente en el recinto. “Entre ustedes y los argentinos no tienen problema en elegirse a ustedes, en especial los que no vinieron”, dijo Milei.

Pero el episodio más tenso sin dudas fue el que Milei protagonizó con Facundo Manes (Democracia para Siempre). Cuando el Presidente estaba hablando de su plan para impulsar una reforma migratoria, Manes le mostró la Constitución. El jefe de Estado le replicó “leela”. “Te falta mucha lectura Manes”, insistió Milei desde el atril. Hasta entonces, con un recinto con marcada presencia oficialista, todo habían sido aplausos.

Al terminar la sesión, el asesor presidencial Santiago Caputo encaró a Manes y protagonizó un incidente con el diputado, mientras uno de los influencers libertarios, Fran Fijap, tapaba las cámaras que registraban el escándalo. El Presidente no había nombrado a su asesor estrella y, a diferencia del año pasado, la transmisión oficial casi no lo enfocó, pese a que estaba sentado en uno de los palcos con los influencers libertarios de Las Fuerzas del Cielo. Después del tenso cruce con Manes, no obstante, el estratega presidencial se sumó a la cena que Presidencia organizó para agasajar al gabinete en la Casa Rosada.

Santiago Caputo en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso Nacional

El Presidente hizo solo una alusión elíptica al escándalo de $LIBRA que marcó el inicio de su segundo año de gestión. Cuando aludió a la herencia que recibió en el Banco Central (BCRA), soltó: “Vengan ahora a hablar de estafa piramidal”. En otro tramo, Milei destacó el apoyo a su gestión y dijo que quedó demostrado que “el ruido de la coyuntura no es más que eso: solo ruido”.

En los últimos días, a Milei le acercaron algunas encuestas que arrojaron que, si bien la calificación del criptogate fue sumamente negativa, eso no llegó a trasladarse sustancialmente a la imagen presidencial. Según dos consultoras que sigue el Gobierno, la imagen se habría movido de los 55 a los 54 puntos. “No pasó nada, sigue todo bien”, dijeron a LA NACION cerca del jefe de Estado minutos antes de que Milei comenzara su discurso, en referencia a los sondeos de opinión.

En la Asamblea Legislativa, Milei abandonó las loas al menemismo que solía hacer al inicio de su gestión (cuando, incluso, inauguró un busto de Carlos Menem en la Casa Rosada) y buscó a diferenciarse de Domingo Cavallo, a quien ahora ubica entre sus economistas detestados. “La convertibilidad era el programa más exitoso… hasta ahora”, ironizó.

El Presidente, en tanto, volvió a recostarse sobre la fórmula que lo llevó al éxito en 2023. “Quieren terminar con la pobreza, terminen con el curro de la política”, lanzó Milei.

En un discurso que se extendió más de lo previsto, Milei apuntó: “La Argentina durante cien años giró en calesita en un sendero descendente. Nadie nunca cuestionó el eje sobre el que giraba la calesita, que era la mano negra del Estado omnipresente. Venimos a romper la calesita”.

En un tramo de su presentación, el Presidente se desvió del discurso escrito y aprovechó para agradecer, uno a uno, a los ministros de su gabinete. A tres los destacó especialmente, de cara al año electoral: Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado), Patricia Bullrich (seguridad) y Manuel Adorni (vocería).

Apertura de las sesiones legislativas 2025
Milei - Villarruel

El jefe de Estado volvió a apalancarse en la agenda de la seguridad y volvió a subir al Axel Kicillof al ring, como había hecho esta semana. Se dirigió a la familia de Kim Gómez, la niña de siete años asesinada en La Plata, y dijo: “Tienen el compromiso de este presidente para luchar incansablemente contra el flagelo de la inseguridad”. El Presidente confirmó que no se sentará a coordinar la gestión en materia de seguridad con el gobernador bonaerense y chicaneó a Kicillof: “Arreglá el tema inseguridad o correte y lo arreglamos nosotros”.

Casi hacia el final, Milei abordó uno de los temas que generaban mayor expectativa. “La estabilidad económica no significa que estamos llegando a puerto. No significa que no vaya a haber volatilidad. Siempre hay momentos de tensión y de tranquilidad. Lo que importa no es una foto sino la tendencia”, reconoció Milei antes de anunciar que está cerca de cerrar un acuerdo con el FMI para “sanear el BCRA” y salir del cepo cambiario. Milei aseguró que enviará el programa con el Fondo al Congreso para que lo convalide.

El Presidente también entró en modo campaña electoral. Dijo que La Libertad Avanza “dará la batalla en todo el país” y que su espacio político jugará “de visitante en los medios tradicionales y de local en las redes sociales”.

Apertura de las sesiones legislativas 2025

Con la misma fórmula que había utilizado cuando convocó por primera vez al Pacto de Mayo, hace un año atrás (y pese que dicho acuerdo nacional no avanzó ni un milímetro), Milei volvió a hacer una convocatoria nacional y aclaró que “no sorprenderá” si la oposición no acepta la propuesta.

La transmisión oficial dejó ver una gran puesta en escena, tanto en el traslado como en el ingreso de Milei al Congreso, donde mantuvo un saludo protocolar y frío con la vicepresidenta Victoria Villarruel (que la transmisión no captó). Sin intercambiar palabra se mostraron a años luz del abrazo que habían intercambiado el año pasado.

Pero, hacia el final, Milei protagonizó un momento definitivamente tenso con la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Ella quiso dar por terminada la sesión y el Presdiente le reprochó: “No termine, no te apures”. “Perdón, perdón”, dijo la vice. Finalmente él cerró su discurso como siempre: “Que dios bendiga a los argentinos, viva la libertad carajo”.