Cuando hablamos de la gastronomía mexicana y de su sabor inconfundible, pensamos automáticamente en el cilantro. Pero hay otra hierba que, aunque no tiene el mismo protagonismo mediático, está profundamente arraigada en las cocinas de México: el epazote. Esta planta aromática es un emblema de esta cultura desde tiempos prehispánicos, y no solo por su sabor particular, sino también por sus propiedades medicinales que lo convierten en un aliado para la salud digestiva.
El nombre “epazote” proviene del náhuatl “epatzotl”, que significa “hierba hedionda”, una referencia a su aroma fuerte y característico, que no siempre resulta agradable para los no iniciados. Esta hierba crece de manera silvestre en todo México y es una planta de aspecto sencillo: sus hojas son verdes y alargadas, con bordes aserrados, y sus tallos pueden alcanzar hasta un metro de altura. Sus flores pequeñas se agrupan en racimos, pero lo que más destaca es su sabor único, que mezcla notas terrosas y ligeramente amargas.
El epazote es un ingrediente clave en varios platos típicos mexicanos. Se utiliza para enriquecer el sabor de guisos y sopas, como los frijoles de la olla, donde ayuda a reducir los gases que producen las legumbres. También es un elemento esencial en los tamales de frijol, las quesadillas y el famoso caldo tlalpeño. México produce más de mil toneladas de epazote al año, lo cual es una prueba de su importancia en la cocina del país.
Las propiedades medicinales del epazote
Además de su papel culinario, el epazote tiene un lugar especial en la medicina tradicional mexicana. Durante siglos, se utilizó para tratar diferentes malestares. Los indígenas lo empleaban como remedio natural para problemas respiratorios y aliviar dolores. Incluso, hoy en día, muchas familias mexicanas recurren al epazote como primera opción antes de acudir al botiquín.
En particular, el epazote es conocido por ser un poderoso aliado para la salud digestiva, según un estudio publicado en la revista científica Frontiers in Pharmacoloy. Sus propiedades carminativas ayudan a aliviar los gases y cólicos, dos problemas comunes que suelen presentarse después de comer ciertos alimentos. El epazote facilita la digestión al relajar los músculos del tracto digestivo, lo que ayuda a reducir la inflamación y el malestar estomacal. Su capacidad para estimular la producción de bilis contribuye a una mejor descomposición de las grasas, lo que lo hace hace más eficiente la digestión de alimentos pesados. Además, se lo utilizó tradicionalmente para combatir los parásitos intestinales, gracias a sus compuestos naturales que actúan contra estos organismos.
También se cree que tiene propiedades antiespasmódicas, lo cual lo hace ideal para quienes sufren de síndrome de intestino irritable u otras molestias gastrointestinales. Al mejorar la salud digestiva en general, el epazote ayuda a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal.
Pero los beneficios del epazote no se limitan al área digestiva. Tiene propiedades antimicrobianas y antioxidantes, que pueden ayudar al cuerpo a combatir infecciones y reducir el estrés oxidativo, de acuerdo a una investigación realizada en Queretaro. Asimismo, se utiliza como un analgésico suave para dolores menstruales y para facilitar la eliminación de flemas en casos de resfriados.
¿Cómo consumir el epazote?
El epazote se puede consumir de diversas maneras. En la cocina, se puede agregar fresco en los guisos, justo antes de finalizar la cocción, para que su sabor se mantenga intacto. En infusiones, se prepara con las hojas frescas o secas, y resulta un buen aliado para aliviar malestares digestivos. También se puede encontrar en forma de aceite esencial, aunque este uso es menos común y debe realizarse con mucha precaución.
En Argentina, conseguir epazote fresco puede ser un desafío, ya que no es una hierba que se cultive de forma habitual. Sin embargo, es posible encontrar sus semillas en comercios especializados. Cultivar epazote en casa es relativamente sencillo: se recomienda sembrar las semillas en primavera, en un lugar donde reciban buena luz solar y en suelos bien drenados. La planta crece rápidamente y no requiere de demasiados cuidados, lo que la convierte en una excelente opción para tener y darle un toque mexicano a las comidas.
Sobre su consumo, debido a que el epazote contiene un aceite llamado ascaridol, que en grandes cantidades resulta muy tóxico, se recomienda su uso en dosis moderadas y siempre bajo la orientación de un profesional. Es preferible optar por el té de sus hojas en lugar del aceite esencial, ya que este último tiene una mayor concentración de sustancias potencialmente tóxicas.
Los efectos secundarios que puede producir el epazote incluyen irritación en la piel y mucosas, dolor de cabeza, vómitos, náuseas, palpitaciones, daños en el hígado o riñones, trastornos visuales y convulsiones. Además, no se aconseja su uso en personas embarazadas ni en niños menores de dos años.