“El acuerdo con el FMI busca restaurar el patrimonio del Banco Central, para que de este modo la inflación sea solo un mal recuerdo del pasado”, explicó el presidente, Javier Milei. La mayoría de los economistas consultados por LA NACION adhieren a la tesis del mandatario pero advirtieron que sólo con más dólares en el BCRA no alcanzará. Al mismo tiempo, el diputado del PRO Luciano Laspina fue el único que se manifestó en desacuerdo ya que analizó que esta estrategia puede servir para defender el tipo de cambio o llevar a una eventual dolarización.
Milei despejó una de las grandes incógnitas que rodean al acuerdo con el FMI, que es el para qué se utilizará el nuevo crédito. Indicó que los fondos tendrán el objetivo de cancelar deuda del Tesoro con el BCRA y así, mejorar su patrimonio, que surge del balance entre su pasivo (base monetaria y deuda remunerada) y su activo (reservas y títulos públicos).
De esta manera, el Presidente también dio una pista sobre otro de los misterios: ¿cuánto dinero otorgará el Fondo? Un gráfico de la consultora Empiria, que fue compartido en redes por el exministro de Economía Hernán Lacunza, muestra que las letras intransferibles del Tesoro tienen una valuación, según el BCRA, de US$22.931 millones al 31 de enero. ¿Esto quiere decir que el Gobierno negocia desembolsos por ese monto? Todavía no se sabe. En ese sentido, Milei sostuvo que “el dinero que ingrese del FMI, el Tesoro lo utilizará para cancelar parte de su deuda”.
En un gráfico. pic.twitter.com/rhXa7V9Qrd
— Empiria Consultores (@EmpiriaWeb) March 7, 2025
Más allá de las primeras preguntas que disparó el anuncio de DNU para apoyar las negociaciones con el FMI, la explicación del mandatario planteó otro tipo de análisis. ¿La estrategia del Ejecutivo conducirá a “exterminar la inflación”?
Según uno de los economistas que formó parte del consejo de asesores, Fausto Spotorno, esta estrategia “puede servir para bajar la inflación porque tendrías un Banco Central más sólido y una política cambiaria más independiente”. Tal cual indicó, esto ha sido una rareza en las últimas décadas ya que “durante la época del kirchnerismo el BCRA fue degradado”.
El economista y diputado de la Unión Cívica Radical, Martín Tetaz, consideró que “un acuerdo con el FMI para fortalecer las reservas del Banco Central es una buena idea para salir del cepo y terminar con el problema de la inflación”. Además, calificó a este acuerdo como uno distinto a los anteriores porque “no se está pidiendo plata para gastársela, sino para respaldar la moneda”. En paralelo al apoyo económico, Tetaz cuestionó los artilugios políticos para vehiculizar el apoyo del Congreso a las negociaciones a través de un DNU.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, le contestó a Tetaz en redes sociales. Sin objeciones sobre sus comentarios de índole económica, el funcionario de confianza del ministro Luis Caputo defendió la estrategia política del DNU. “Es un instrumento legal jurídicamente válido”, escribió.
Otra de las voces del oficialismo, el economista Ramiro Castiñeira, que forma parte del consejo de asesores de Milei, dedicó parte de sus comentarios a una explicación más llana sobre el efecto de los dólares del Fondo en el balance del Banco Central. “El acuerdo con el FMI permite aumentar reservas en el activo y sacar parte de los títulos públicos que dejó el kirchnerismo”, planteó. En efecto, dijo que así se podrá tener una “moneda sana y por tanto sin inflación”, al tiempo que marcó esto como una condición necesaria para liberar el cepo.
Una mirada disidente aportó Laspina. “No coincido con la columna del Presidente”, fijó en redes sociales. El diputado del PRO expresó que capitalizar al Banco Central no tiene impacto en la tasa de inflación. “Podría servir para defender la moneda de un ataque especulativo o para fijar el tipo de cambio o para dolarizar”, concluyó.
Por su parte, Fernando Marull manifestó una postura intermediaria. Si bien dijo que “siempre es positivo que el Banco Central tenga más reservas”, no fue determinante a la hora de analizar si los fondos frescos del FMI tendrán como resultado final una desinflación.
Entonces, aparecieron miradas con signos de apoyo pero acompañadas de ciertas advertencias. “No es una mejora cosmética, es una mejora real”, analizó quien fuera gerente general del Banco Central durante la gestión de Martín Redrado, Carlos Pérez. El también director de la Fundación Capital se mostró en la sintonía del Presidente aunque mencionó que “con sólo esto no se termina el problema”.
Pérez valoró la pretendida limpieza del balance central. De hecho, dijo que “esto que está procurando hacer Milei va en línea con lo que hicimos nosotros hasta diciembre de 2009″, antes de que Redrado dejara el BCRA tras el fuerte enfrentamiento con la entonces presidenta, Cristina Kirchner, por el uso de las reservas.
“Va en el sentido apropiado, acerca a la salida del cepo, ayuda al descenso de la inflación pero el número de reservas netas seguirá chico en comparación a los pesos del sector privado”, pronunció el exfuncionario. Entonces, para que esta estrategia conduzca al fin de la inflación, Pérez describió como clave que la demanda de pesos se mantenga estable y que el riesgo de dolarización sea bajo.
Estos dos factores, según el hombre que supo ser la mano derecha de Redrado, el Gobierno puede conseguirlas a través de una “consolidación del ajuste fiscal, reducción de la presión impositiva y las desregulaciones que contribuyan a la baja del costo argentino”.
En ese sentido, para el Presidente no parecen existir demasiadas dudas. “Ante la necesidad de un mayor resultado fiscal el mismo lo alcanzaremos recortando el gasto. En definitiva, nada nos detendrá en nuestra tarea de exterminar la inflación y hacer grande a la Argentina nuevamente”, concluyó.