A un año de aquella primera romántica foto que compartieron con la leyenda “normales juntos”, Juana Viale y el regatista y ambientalista Yago Lange (36 años, hijo del medallista olímpico Santiago Lange) disfrutan de sus vacaciones con el viento, el mar y la naturaleza como testigos privilegiados.

El martes 4 desembarcaron en el puerto de La Paloma y se quedaron al menos tres días. Yago llevó su mate y el libro que está leyendo, El largo viaje, del escritor, marino en solitario y activista Bernard Moitessier; y Juana, la botella de agua y la boya para llevar adelante su mañana nadando. La actriz y conductora se enfundó en un traje de neoprene que complementó con accesorios rosas flúo. A las 9.30 de la mañana, Juana se zambulló en el agua para cruzar nadando la Bahía Grande, unos 800 metros.

Una parte de enero la pasaron embarcados en el Lola (el velero con que el año pasado cruzaron el Atlántico para concientizar sobre el cuidado de los mares). Los acompañaron los hijos de la actriz, Silvestre y Alí Valenzuela, y unos amigos, y aunque Juana no suele exponer su vida privada, su amor por la naturaleza la motivó a compartir en Instagram, donde tiene más de un millón de seguidores, algunas postales familiares entre cascadas soñadas y toboganes naturales. “Parque de diversiones. Bellezas humanas, naturales y reales. Vida. Familia. Silencios. Sonrisas. Enojos. Carcajadas. Olvidos. Pensamientos. Todo al mismo precio. Promoción verano, lo lleva y no se acepta devolución. Recuerdos: infinitos”, escribió.

Yago tiene 36 años, es regatista y ambientalista e hijo del medallista olímpico Santiago Lange. Una imagen de Lola, el velero en el que estuvieron embarcados y es el mismo con el que cruzaron el Atlántico diez meses atrás para concientizar sobre el cuidado de los mares y el medioambiente. . Previo a llegar a La Paloma estuvieron navegando la costa brasilera con los hijos de Juana.

En una segunda etapa, esta vez en solitario, volvieron a desplegar las velas y partieron hacia Uruguay en una suerte de “luna de miel”. El martes 4 ¡HOLA! Argentina los descubrió en La Paloma, donde recalaron por tres días a puro deporte. Con traje de neoprene, una gorra para el pelo con detalles rosa y una boya en el mismo color, a las 9.30 Juana se zambulló en el agua y cruzó nadando la Bahía Grande, que tiene unos 800 metros de largo. Queda claro que el deporte es otro de los puntos que los unen. El año pasado Yago le enseñó a Juana a desenvolverse en el foil (una disciplina que se realiza sobre una tabla de surf con un ala hidrodinámica que ayuda a elevarse sobre el agua), y de su mano se está desplegando en el ciclismo y el running (el fin de semana, por ejemplo, ella contó que completó 114 kilómetros en 4 horas y 49 minutos).

Pasado el mediodía un amigo los llevó por unas horas a José Ignacio, que está a 85 kilómetros de La Paloma, donde almorzaron en un restaurante del pueblo y JUana buscó su camioneta, estacionada en la casa familiar. Juana lució un traje de baño enterizo, falda irregular, riñonera y visera de fibras naturales. El domingo 16 Juana retoma los clásicos almuerzos en El Trece (Mirtha Legrand, su abuela, vuelve al aire un día antes), desde Mar del Plata.

Pasado el mediodía, un amigo los llevó a José Ignacio (queda a 85 kilómetros), donde almorzaron en un bar del pueblo y buscaron la camioneta de Juana que estaba en “Casablanca”, la residencia familiar. Después, emprendieron la vuelta.

En febrero del año pasado la pareja decidió hacer público su amor con un posteo en Instagram.

Aunque divertidas y desafiantes, las vacaciones terminan pronto para la pareja. El 16 ella volverá a conducir los almuerzos (su abuela arranca un día antes), esta vez desde Mar del Plata. Habrá que ver qué nueva aventura encuentran en esas playas.

La tapa de revista ¡Hola! de esta semana