El Campeonato Argentino de este año cuenta con el atractivo de la participación de Faustino Oro, el ya famoso niño prodigio de once años. Será una prueba importante para él, porque por vez primera se medirá en un torneo de categoría con los mejores exponentes del país. Se disputará en diferentes sedes de Capital Federal, a partir de este martes 26. Son doce jugadores que se medirán todos contra todos.
La lista de participantes, según su ranking es la siguiente: Sandro Mareco 2580, Diego Flores 2552, Fernando Peralta 2546, Federico Pérez Ponsa 2536, Leandro Krysa 2496, Pablo Acosta 2454, Diego Valerga 2445, Faustino Oro 2433, Lucas Coro 2401, Germán Spata 2399, Ariel Tokman 2390 y Gastón Asprelli 2245.
En ese orden debería quedar la tabla final de posiciones si cada jugador respondiera exactamente a su expectativa, pero eso nunca ocurre, siempre hay algunos que suben y otros que bajan. Los cuatro primeros forman el póker de favoritos.
Cada uno con su estilo: Mareco es el más fuerte y más completo. Por diferentes motivos extradeportivos, ha jugado pocas finales nacionales; ahora vuelve a hacerlo con la intención de ganarlo. Flores es el más combativo y el que más campeonatos argentinos ha ganado: siete. Su estilo de juego rampante y su costumbre de jugar posiciones complicadas es a su vez su ventaja y su riesgo. Peralta es el actual campeón y su depurado estilo posicional lo hace un jugador muy difícil de vencer; Pérez Ponsa es el más práctico, su sentido común es una ventaja de su estilo, y además conoce muy bien las aperturas que juega.
Cualquiera de ellos puede ganar. Después tenemos a Krysa, que tuvo un buen desempeño en la última Olimpiada, y siempre es un rival duro. Le falta una mayor regularidad para afianzarse entre los primeros. Pablo Acosta, salteño, es el único representante genuino del interior del país. Ya tiene una norma de gran maestro, y en este torneo irá por otra. Es creativo y talentoso, pero le falta preparación teórica. Valerga es un caso notable porque es gran maestro de ajedrez, pero también médico pediatra de profesión, y trabaja de ello, lo cual es un hándicap que otorga a la hora de competir. Sin embargo, consigue compaginar ambas actividades con éxito.
El siguiente en el orden del ranking es Faustino Oro. Que participa invitado por una buena iniciativa de la Federación Argentina. Su situación es singular; sus partidas generan un atractivo mayor que las de ningún otro. Es un niño compitiendo contra adultos, con las peculiares características psicológicas que esto conlleva. Su personalidad deportiva no parece sufrir la presión que uno imagina que debería sentirse en su lugar.
El chico quiere jugar y ganar, y puede ocurrir que el impacto de sus jugadas desmorone la integridad anímica de sus rivales. Es una incógnita por develar cómo será su nivel comparado con los demás. Su caudal de talento es tan amplio, que incluso podría estar luchando por ganar el torneo. Si logra una norma de gran maestro será un gran golpe.
Asimismo, si tuviera un desempeño indiferente, perfectamente puede enmarcarse dentro del proceso lógico de aprendizaje del jugador. Como sea, todos los focos estarán alumbrándolo. De los jugadores que están por debajo de Faustino en el ranking, se puede decir que tanto Coro, como Spata, y Tokman, son jugadores competentes, con bastante experiencia en torneos de nuestro medio. Sólo Asprelli es menos conocido porque dio la sorpresa clasificando en la exigente prueba semifinal.
Así que, con el condimento principal de la participación de Faustino, nos espera el Campeonato Argentino más interesante de los últimos tiempos.