Uruguay está en alerta desde hace tiempo por el posible ingreso del fentanilo al país, el potente opioide conocido como la “droga zombie” que ha causado estragos en Estados Unidos. Las autoridades del Ministerio del Interior y de la Junta Nacional de Drogas del país saben que es una carrera contrarreloj: no se trata de una sustancia que requiera montar grandes estructuras y con pocos miligramos se puede intoxicar “un pueblo”.
El ministro del Interior, Nicolás Martinelli, está alerta por el posible avance de la sustancia y propone que haya un trabajo en conjunto entre los países de la región, pero también tiene la certeza de que es “muy difícil” evitar el ingreso de la sustancia, según él mismo contó en una entrevista con el diario El País.
“Es muy difícil (evitar el ingreso del fentanilo a Uruguay). Ni requiere montar un laboratorio y eso genera cierta peligrosidad. Más aún si no tenemos fronteras robustas. Y alcanza con trasladar un frasquito chiquito”, explicó.
Esta cartera –encargada de la seguridad– está trabajando junto al Ministerio de Salud Pública para que queden establecidos una serie de protocolos “a nivel policial y de salud” para poder “rápidamente atender esa situación”, detalló.
Más allá de este potente opioide puntual, Martinelli dijo que Uruguay “no es una isla” y señaló que necesita “seguir trabajando mucho a nivel del contexto internacional”. “Hay que ayudar a los países vecinos y a los países de más al norte, que son los productores de cocaína, a que ellos puedan blindar sus fronteras”, planteó.
“Después hay que tratar de seguir trabajando en convencer a los países europeos, a Estados Unidos, a que de alguna forma cambien su visión en cuanto a la ayuda que le dan a países como Uruguay. Yo lo he hablado con los delegados de la Unión Europea. Nos ofrecen capacitaciones, pero capaz que lo que necesitábamos eran los escáneres, que finalmente este gobierno compró”, sostuvo.
Parte de ese trabajo “imprescindible” con los países de la región es necesario para tener datos en tiempo real para poder anticipar su posible desembarco en el país, según la visión del Ministerio del Interior informada la semana pasada por Búsqueda.
La cartera de seguridad le pidió a cuatro países de la región que estudien la posibilidad de crear una unidad de seguridad dedicada a vigilar el avance del fentanilo. La iniciativa fue planteada en el marco del Mercosur, y los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay acordaron realizar consultas internas antes de aceptar la solicitud uruguaya, según el acta del encuentro publicada por el medio uruguayo.
“Ya no es momento de seguir hablando, es hora de actuar. Y por eso voy a proponer la creación de plataformas de intercambio de información, con las cuales podamos concretar en el territorio todo aquello que analizamos en los escritorios”, planteó el ministro del Interior de Uruguay, Nicolás Martinelli, en su discurso de apertura de la Reunión de Ministros del Interior y Seguridad del Mercosur.
Además de Martinelli, del encuentro participaron los ministros Patricia Bullrich (Argentina), Eduardo del Castillo (Bolivia), Ricardo Lewandowski (Brasil) y Enrique Riera (Paraguay).
Según el acta del encuentro, la cartera de seguridad uruguaya planteó que es “imprescindible” contar con información “en tiempo real” sobre las “nuevas amenazas emergentes y la problemática a enfrentar, mediante el establecimiento de mecanismos de análisis de la información y disponibilidad”.
La intención del gobierno de Luis Lacalle Pou es que se creen cuatro mesas. Una de ellas estaría dedicada al fentanilo, el potente opioide que hace estragos en Estados Unidos, y las otras tres al grupo criminal Tren de Aragua, el terrorismo y la violencia en el deporte. En estos intercambios se centralizaría la información para luego otorgar niveles de riesgo, probabilidad de ocurrencia de eventos y el grado de impacto que podrían ocasionar.
Estas propuestas del gobierno uruguayo han quedado en medio de un cambio de administración. En marzo, el Frente Amplio volverá al poder en Uruguay. El próximo ministro del Interior del país será el ex fiscal de Homicidios Carlos Negro, quien ha mostrado puntos de coincidencia con la gestión de Martinelli.