The Wall Street Journal publicó una columna de opinión de la periodista Mary Anastasia O’Grady, cronista especializada en asuntos de América Latina y Canadá, en la que se cuestiona en duros términos la designación por decreto en la Corte Suprema del juez federal Ariel Lijo y se hace una crítica mención al escándalo de la criptomoneda $LIBRA que, según el artículo, “tuvo todos los indicios de una estafa”.
Con el título “Milei sufre heridas autoinfligidas”, en el artículo de O’Grady se formula la pregunta por el motivo de la designación de Lijo. “¿Por qué el presidente argentino Javier Milei designó a un juez federal con un currículum débil y una reputación por ayudar a políticos corruptos en la Corte Suprema la semana pasada? Incluso los partidarios del presidente están teniendo dificultades para explicar una decisión que va en contra de la necesidad apremiante de la Argentina de establecer el Estado de derecho”, se señala en el arranca de la nota de opinión que difunde The Wall Street Journal.
Tras mencionar que el juez Lijo recibió numerosas objeciones y que no logró la aprobación de su pliego en el Senado, el diario estadounidense indica que “Milei se mantuvo firme en su elección” y que “utilizó un decreto ejecutivo para designar al juez Lijo y al profesor de derecho Manuel García-Mansilla para ocupar dos escaños vacantes en la Corte Suprema”.
“La decisión de Milei de seguir adelante sugiere que el juez Lijo es de alguna manera importante para sus reformas. Sin embargo, también contradice su compromiso de limpiar a la élite política corrupta que ha causado tanto daño a la Argentina como destino de capital”, se subrayó en el artículo firmado por O’Grady. “Hasta finales de enero, la aprobación de Milei se mantuvo en el rango del 40%, lo que está por debajo del 56% de los votos que obtuvo en octubre de 2023. Sin embargo, es más alta que la de sus predecesores más recientes en el mismo momento de sus administraciones”, se aclara.
La columnista de The Wall Street Journal sostiene que el Presidente logró “una disminución significativa” de la inflación. Y subraya: “Los recortes de gastos, la desregulación y el mayor optimismo generado por su retórica pro-mercado han llevado a la economía fuera de la recesión. La nación puede pagar más adelante por un peso sobrevalorado, pero por ahora la moneda fuerte está dando a la clase media la oportunidad de viajar al extranjero”.
El alineamiento de Milei con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también es mencionado con un tono de fuerte crítica en el artículo. “El viaje [por la última visita del Presidente a EE.UU.] incluyó una breve reunión con el presidente Trump, quien ahora parece darle instrucciones a Milei en asuntos globales. El argentino anteriormente apoyó a Ucrania contra Rusia, pero su gobierno se abstuvo el mes pasado cuando tuvo la oportunidad de denunciar la invasión de Vladimir Putin en las Naciones Unidas”.
Al cerrar el artículo, O’Grady se centra en el caso $LIBRA, para volver a preguntarse por la designación del juez Lijo en el máximo tribunal. Asevera que “el desplome [de la criptomoneda] tuvo todos los indicios de una estafa en la que los desarrolladores provocan una fiebre de compras y luego se benefician antes de que el público desprevenido se dé cuenta de que ha sido engañado”.
“Una investigación penal está en curso. Sin embargo, para cuando el presidente regresó a la Argentina desde Estados Unidos el 23 de febrero, una investigación del Senado sobre criptogate había sido bloqueada por un voto”, se subraya en el artículo de opinión.
En los límites de la democracia
En el último pasaje de la nota del diario económico estadounidense se indica que Lijo “debe renunciar como juez federal antes de poder trasladarse a la Corte Suprema”, que “su nombramiento en receso terminará el próximo año sin confirmación del Senado, lo cual parece poco probable” y que, “por lo tanto, está tratando de obtener una licencia sin precedentes”, lo que es “más flexibilidad en las reglas”.
“El Senado está nuevamente en sesión esta semana y aún puede revocar la designación de Lijo. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿Por qué es tan crucial el nombramiento de Lijo para el gobierno de Milei?”, se pregunta una vez más en la última línea del artículo.