Una inusual tormenta de nieve sorprendió este martes al sudeste de Estados Unidos, donde los argentinos que residen en la zona reaccionaron entre la emoción ante una postal extraordinaria y las complicaciones a las que se enfrentan por vivir en ciudades que no tienen las herramientas para lidiar con este tipo de fenómenos.
La tormenta, impulsada por una masa de aire frío proveniente del Ártico, provocó nevadas históricas en estados del sur Estados Unidos y avanza hacia el norte por la costa este, por las Carolinas, donde se esperan temperaturas que podrían llegar a los diez grados bajo cero. El fenómeno resultó fatal, con por lo menos diez muertes en Texas, Alabama y Georgia.
“Nieve inesperada”
“¡Estoy acá caminando por el bosque disfrutando de esta nieve inesperada!”, cuenta entusiasmada a LA NACION Jimena Teijeiro, desde su espacio dedicado para hacer retiros llamado The Forrest, ubicado al sur de Atlanta, estado de Georgia. “Nunca vi nevar acá desde que me mudé hace cinco años”, añade.
Teijeiro se fue de la Argentina en 2001 para hacer una Maestría en Administración de Empresas (MBA) en la Universidad de Chicago. Luego trabajó en la consultora PWC en Londres, se mudó a New York, donde tuvo a sus dos hijos, y luego a Miami, donde se divorció y comenzó un camino introspectivo que la llevó a comprar una propiedad en el estado de Georgia.
En ese espacio en Hillsboro, a 90 minutos al sur de Atlanta, creó un centro de retiros “en naturaleza”, que cuenta con 60 hectáreas de bosques y ríos que este miércoles amanecieron cubiertos de nieve. “Es un centro para conectar con uno mismo, en equipo, conectando con geometrías sagradas, silencios, y los domos”, que hoy están más blancos que nunca por la nieve. “Ayer cerró todo: los negocios, los bancos… Calculo que estaré unos dos días más sin salir para esperar a que se derrita la nieve ya que no hay máquinas para retirarla”, cuenta Teijeiro mientras aprovecha a disfrutar de caminatas en la nieve.
Cierre de escuelas y negocios
Allí cerca, en Atlanta, la nevada récord de 3 centímetros llevó a las autoridades a llamar a evitar el uso de los autos por el estado de las rutas tras la inusual nevada. “La última vez que nevó acá fue en 2014″, cuenta Antonella Criscola, de 23 años, que trabaja en una organización que ayuda a refugiados que entran de diferentes países y se instalan en Atlanta, después de haber estudiado Ciencias Políticas en la Universidad de Miami, en Florida.
“Como no nieva mucho acá, los colegios dieron clases online y cerraron la mayoría de los negocios para evitar que la gente esté en la calle. La última vez que nevó, no lo hicieron y cuando los niños se fueron del colegio, quedaron estancados en sus buses en las autopistas por 2 horas o más”, añade.
“Absolutamente inusual”
Rodolfo Viola, un empresario porteño que vive en Houston, Texas, desde hace más de cuatro años, califica la nevada en esa ciudad sureña -que este miércoles alcanzó los 3 grados bajo cero- como “absolutamente inusual”, teniendo en cuenta que no se veía una tormenta invernal tan potente desde 2017.
“La paralización de actividades es fuerte, similar a cuando se avisan los huracanes, pero con la prevención se puede hacer algunas cosas. Lo que sí se afecta totalmente es el comercio, ya que son días sin movimiento alguno”, dice Viola a La NACION.
Las complicaciones en el transporte también llegaron a los aviones. Según Flightaware.com, se cancelaron más de mil vuelos con origen o destino en el aeropuerto intercontinental George Bush de Houston.
“La gente no está tan preparada”
“Si bien yo ya he vivido cinco inviernos en Estados Unidos, nunca había nevado tanto como ahora”, cuenta el administrador de empresas Santiago Larumbe, de 24 años, un joven argentino que vive en Raleigh, la capital de Carolina del Norte, donde anoche la nieve cubrió todo el paisaje. En esa ciudad del sur del país se suspendieron las clases en las universidades debido a la tormenta.
“Como acá no suele nevar, la gente no está tan preparada, no tienen cadenas para poner en las ruedas de los autos y en muchas ciudades no tienen equipos para sacar la nieve”, le dijo Larumbe a LA NACION.
En el este de Carolina del Norte se pronosticaban temperaturas peligrosamente bajas con vientos aún más fríos durante gran parte de la semana en la región.
Guerra de nieve
“Nos cancelaron las clases ayer, hoy y seguramente también mañana. Porque acá es muy raro que nieve y no tienen la maquinaria para limpiar las calles. Las temperaturas siguen siendo bajas y no se está derritiendo la nieve. Es muy peligroso manejar con estas condiciones”, cuenta Lorenzo Gilardoni, de 19 años, que estudia ingeniería mecánica en la Universidad Estatal de Florida en Tallahassee, a unos 800 kilómetros al norte de Miami.
Gilardoni cuenta que cuando comenzó a nevar, el martes por la noche, “todos salieron a ver”. “Eran los 2 de la madrugada y todos estaban metidos en los parques, haciendo guerra de nieve. Era una ‘batalla campal’ la ciudad, todos muy divertidos, disfrutando de la nieve que se ve muy poco por acá”, ya que se trata de una ciudad pequeña donde viven miles de jóvenes que estudian en la universidad estatal.