Buen pronóstico para las galerías argentinas: la gran semana del arte en Miami comenzó con ventas en las ferias Untitled y NADA, que abrieron sus puertas ayer. Hoy es el turno para los invitados especiales de Art Basel y Pinta, donde la galería Valerie’s Factory vendió en pleno montaje un mural de Trinidad Metz Brea.
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“Vamor súper, mucho interés”, anticipó a LA NACION Antonio Villa, codirector de la galería Constitución, que participa de Untitled. En esta feria alojada en una gran carpa sobre la playa, Vigil Gonzales ya vendió tres obras del artista peruano Gonzalo Hernández: dos al coleccionista argentino Jorge Pérez, que se exhibirán en Espacio 23, y otra a Alexandra Bryce, vicepresidenta museo del MALI, para su acervo personal. Tramo, por su parte, vendió tres obras de Hernán Salamanco a una coleccionista de Nueva York.
“Excelente convocatoria, con la presencia de los galeristas Perrotin, Gagosian y Pace. Para nosotros las ventas fueron muy buenas desde temprano, a compradores americanos y europeos”, dijo en tanto Carlos Calvaresi tras haber vendido a coleccionistas ingleses varias obras de Dignora Pastorello y un banco de Deon Rubi, diseñadora con muestra actual en la galería de San Telmo.
Una alianza institucional que incluye el apoyo del Gobierno nacional permitió que una veintena de las galerías más importantes de la Argentina integren una “misión comercial” durante la semana del arte de Miami Beach. La lista de “actividades estratégicas” previstas hasta el domingo abarca un evento de networking en Casa Faena, visitas guiadas exclusivas para potenciales compradores y acciones de posicionamiento en las principales plataformas de arte de Miami, como ArtNexus, e-flux y Arte al Día.
La gran pregunta es quién se llevará la Calavera #5 del dúo Mondongo que Barro ofrece en Art Basel, y que Eduardo Costantini habría querido comprar hace años en una subasta. Entre las microescenas de plastilina que la componen tiene sobre su nariz el famoso urinario con el cual Marcel Duchamp se convirtió en “padre del arte conceptual” al convertirlo en Fuente, hace más de un siglo. Andrés Buhar, quien compró este año varias obras del colectivo, aseguró a LA NACION que él no planea comprar esta pieza, que pertenece a un coleccionista argentino que contribuyó con fondos para realizar el paisaje de Entre Ríos.