Antonio Gasalla murió a los 84 años, según le confirmó hoy a LA NACIÓN el empresario teatral Carlos Rottemberg. Uno de sus grandes amigos, Marcelo Polino, anunció a través de sus redes sociales que el célebre humorista será despedido esta noche en el Teatro Maipo (Esmeralda 443), donde habitó gran parte de su historia teatral, desde las 19.

El capocómico se encontraba internado en una institución, puesto que estaba afectado por problemas cognitivos y motrices. En el último tiempo, después de varios años de cuidados permanentes y circunstanciales internaciones, el cuadro de demencia senil progresiva que se le diagnosticó a Gasalla en 2020 había llegado a un punto sin retorno.

Una salud delicada

Sin ir más lejos, el 4 de marzo de este año, el intérprete había sido trasladado desde el centro de rehabilitación en el que residía al Sanatorio Otamendi, donde fue internado de urgencia. “Tiene un problema respiratorio, pero ya se está recuperando, le dieron antibióticos y está en terapia. Ni bien mejore pasará al lugar donde está habitualmente”, había expresado en ese entonces el hermano del capocómico, Carlos, al salir del centro de salud.

El año pasado ya había experimentado un episodio que preocupó al ambiente artístico. El 20 de mayo de 2024, Gasalla fue internado también en el Sanatorio Otamendi con un diagnóstico de gripe, que se complicó por un incidente gastrointestinal y terminó por convertirse en una neumonía. Tras 10 días de internación, el actor fue dado de alta y había vuelto al instituto psiquiátrico en el que recibía tratamientos de estimulación. “Además del tema cognitivo que avanza, y que lamentablemente no hay una medicina para eso, tiene un tema gástrico. Tiene un botón gástrico puesto, que eso lo tiene a maltraer, y se tiene que alimentar a través de una sonda. Sumado a una neumonía, pasó un trance muy difícil. Estamos acompañando y la familia es de fierro, está todo el tiempo”, detalló en ese entonces Polino, quien era su íntimo amigo.

Profunda conmoción en la comunidad artística por la muerte de Antonio Gasalla

Una figura única

Antonio Alberto Gasalla nació en Ramos Mejía el 9 de marzo de 1941. Hijo de un peluquero y estudiante trunco de odontología, encontró su vocación en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Allí se encontró por primera vez con Carlos Perciavalle, que con el tiempo se convertiría en una suerte de enemigo íntimo eterno. Los dos compartieron los primeros y exitosos tiempos del gran café concert argentino y después de varios distanciamientos se reencontraron mucho después para hacer, juntos, un antológico revival de aquella feliz etapa en la propia casa de Perciavalle, en Punta del Este.

Gasalla y Perciavalle formaron parte de una generación única que encontró en espacios inverosímiles (por lo pequeños) la posibilidad de transformarse en protagonistas y despertar una atención cada vez más grande y todo tipo de comentarios por lo que hacían en el escenario. En aquellos encendidos años 70, frente a un público comprometido a pleno con los debates candentes de la época (la política, el psicoanálisis, la revolución sexual, las vanguardias artísticas), Gasalla hablaba de todo y se metía con todos sin filtro, echando ácido en cada uno de sus monólogos y cuadros musicales. Allí nació el hábito gasalliano de mostrarle a cada uno su reflejo más monstruoso y lograr que el involucrado termine riéndose de esa cara que en el fondo no querría reconocer como suya.

Antonio Gasalla como Mamá Cora en Esperando la carroza

Si bien el cine le fue más esquivo, aunque es inolvidable su participación en Esperando la carroza, su figura se acrecentó gracias a sus imborrables personajes televisivos que realizó en diferentes programas.

Con el tiempo, Gasalla se transformó en uno de los actores nacionales más destacados. A lo largo de su extensa carrera recibió muchos reconocimientos, entre los que destacan el premio Konex de Platino por Actor de Comedia en 2001, varios Martín Fierro y un Cóndor de Plata.