Nuria Calvo (@NuryCalvo) vive una montaña rusa desde que el pasado mes de noviembre le detectaran un bulto en el pecho. Pese a ser española, lleva su tratamiento en Estados Unidos, pues hace años que se mudó a Miami con su familia. Ha pasado por varios médicos y tres diagnósticos hasta que se pudo determinar en diciembre que se trataba de cáncer de mama.
Con todos los informes médicos, empezó a pedir citas para todas las pruebas y tratamientos que necesitaba. Tras esperar cerca de un mes para realizarse un escáner y descubrir la extensión de su cáncer, Nuria llegó a la clínica solo para descubrir que le habían rechazado la realización del examen médico que necesitaba. “Cuando me presenté en el sitio donde se hace el escáner, me dicen: ‘Te lo han denegado, si te lo quieres hacer hoy, son 650$”, recuerda.
Ante el enfado y la frustración, Calvo ha contado su experiencia tanto en TikTok como en YouTube. “Llevo caso 2.000 dólares pagados entre biopsia, anestesia, cirujano, operación… No te puedes fiar de nada, esto es un negocio”, critica junto con su marido en un vídeo de YouTube. “Cuando te ven como billetes, el tema ético se queda apartado a un lado”, añade él.
Un segundo rechazo a un escáner vital para su salud
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Fue Nuria quien tuvo que investigar con su aseguradora los motivos por los que le habían rechazado la prueba. De hecho, entre las causas por las que su seguro se hacía cargo de las facturas médicas se encuentra el cáncer de mama. “Mi informe médico lo dice claramente, ‘carcinoma in situ’”, lee la española. Según le explicaron, si su médico no había escrito exactamente brest cancer, podía ser que la compañía de seguros le rechazase el tratamiento. “Llamé al médico y me dijo ‘that’s ridiculous’ y le digo ya, será ridículo, pero no me han hecho el escáner”.
Con un nuevo informe de su doctor, Nuria volvió a pedir una vez más su cita para hacerse su escáner con y sin contraste, pero obtuvo el mismo resultado. “Lamentablemente ha sido denegado. Si te presentas el lunes y te quieres hacer el escáner, son 650$”, le espetaron en la clínica, una vez más. “Es el ‘modus operandi’ de las aseguradoras: llenan a los pacientes de tanta información, de tantos papeles y de tantas cosas que tienen que hacer que, muchas veces, la mayoría acaba pagando la prueba”, exlica Nuria.
Su marido y ella saben que, en esta situación, “mucha gente desesperada lo paga”, pero ella se niega. “No voy a pagar 650$ cuando tengo un cáncer de pecho y resulta que en los cuatro motivos por los que te hacen un escáner con y sin contraste, uno de ellos es el cáncer de pecho”, defiende.
Tras dos meses de peleas constantes entre médicos, clínicas y aseguradoras, la pareja ha conseguido que le cubran los costes del escáner. El problema se encontraba en un cambio en su número de póliza, que no había quedado debidamente registrado. Pese a tener un sí definitivo, reconocen que la situación les ha generado ansiedad, rabia e impotencia, sentimientos que han dejado huella en su salud.
“No sabemos lo que tenemos en España”, expresa el marido, que tiene claro el consejo para el resto: “Si tienes un problema serio, vete a tu casa, vete a tu país. No solo por el apoyo de tu familia, sino porque la sanidad no tiene nada que ver”.