En la agenda ambiental, febrero fue el mes de los humedales y de una punta a otra del país se resaltó la importancia de su conservación y fortalecimiento en distintas jornadas.
La Argentina cuenta con 24 humedales de importancia internacional, reconocidos bajo la denominación Sitios Ramsar por la localidad iraní donde se firmó un tratado internacional sobre el tema. Uno de los de mayor extensión del país se llama Jaaukanigás (“gente del agua” en abipón, una lengua amerindia) y está en el nordeste de la provincia de Santa Fe. Abarca unas 492.000 hectáreas sobre la cuenca del río Paraná, el principal reservorio de agua dulce superficial del país, esencial para numerosas actividades humanas.
En la región de Jaaukanigás, el río presenta una biodiversidad descollante que reúne al 80% de las aves y al 100% de los peces de toda la provincia, que viven en sus lagunas, esteros, bañados, arroyos, riachos y otros cauces y formaciones vegetales. Los distintos humedales sostienen áreas reproductivas ictícolas de dorados, surubíes, pacúes, bogas, entre otras especies que abundan y motorizan la relevante pesca deportiva y artesanal de la región litoral.
Aquí también se conservan otras especies emblemáticas como el mono carayá, el ciervo de los pantanos, el aguará guazú, el lobito de río o la boa curiyú, todas amenazadas a nivel nacional o internacional. A partir tanto de la existencia de especies de aves en peligro como por su importancia para aves migratorias y acuáticas, Jaaukanigás fue declarada como “Área Importante para la Conservación de las Aves” (AICA) por Aves Argentinas y la federación mundial Bird Life International.
Asimismo, se destacan sus valores paleontológicos y culturales por los hallazgos de restos fósiles del cuaternario (mastodontes, gliptodontes, megaterios) además de vestigios de culturas aborígenes que se remontan a más de 2000 años de antigüedad y la presencia actual de pueblos originarios Moqoit y Qom que conservan saberes ancestrales integrados al ambiente.
El llamado turismo de naturaleza crece exponencialmente gracias a este entorno, atrayendo a turistas argentinos y extranjeros que visitan al “Corredor Ecoturístico del Litoral”, un programa nacional que potencia actividades en Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Santa Fe y Entre Ríos, fomentando el ecoturismo en las áreas protegidas.
La región del Jaaukinagás viene incrementando las plazas hoteleras, alcanzando ocupación plena los fines de semana en localidades como Villa Ocampo, Florencia, Las Toscas y Reconquista. Cabañas en sitios agrestes se suman a ofertas de senderismo, cabalgatas, observación de aves para registrar las más de 334 especies presentes en la zona, con paseos en lancha, kayakismo y cicloturismo, entre otros.
En este sentido, y como se ha hecho en otras regiones similares como Iberá y el Impenetrable, cobra relevancia garantizar la protección efectiva y a perpetuidad de sectores claves fiscales del Sitio Ramsar Jaaukanigás bajo figuras de conservación contenidas en la ley 12.175, que ordena el sistema provincial de áreas naturales protegidas de la provincia.
Para fortalecer la agenda de conservación de los humedales de la Argentina y apuntalar las actividades económicas locales ante un ecoturismo creciente, así como para sumar nuevas oportunidades para el desarrollo del norte santafesino, será necesario proteger a perpetuidad el sitio de mayor diversidad biológica del río Paraná a través de la creación de áreas protegidas provinciales en este paraíso llamado Jaaukanigás.