El acusado de haber entrado a robar en una vivienda de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) durante la madrugada del 23 de enero de 2021 ha reconocido que la incendió cuando se dio cuenta de que en ella residía un mosso y que era consciente de que su acción podía comportar la muerte del policía.

El procesado, que tiene tres sentencias firmes previas por robo con fuerza en casa habitada, ha aceptado todos los hechos de los que lo acusaba la Fiscalía en el juicio que se ha celebrado este martes en la Sección 2ª de la Audiencia Provincial de Barcelona sin acusación particular y que inicialmente estaba previsto que se prolongase hasta el viernes.

Ha reconocido que saltó la valla divisionaria con la finca colindante, que accedió por la puerta del jardín trasero de la vivienda y que, mientras sustraía varios objetos, vio una mochila con un distintivo de la policía y unas esposas en su interior y supo que allí vivía un mosso.

El acusado ha reconocido que decidió incendiar la planta baja de la casa aceptando que podría haber fallecidos, pero se ha excusado alegando que tiene un «trastorno Cluster b» y que padece una adicción a varias sustancias desde joven, en sus palabras textuales.

EN LA CASA VIVÍAN 4 NIÑOS

Tras reconocer la totalidad de los hechos, la Fiscalía ha renunciado a todas las testificales a excepción de la del mosso, que ha manifestado que en la casa vivían él, su mujer y 4 niños, que en el momento de los hechos no estaban en el domicilio, y que tanto él como su esposa sobrevivieron gracias a que ella había puesto una alarma en su móvil para tomarse un antibiótico: «Me zarandeó porque decía que veía humo en nuestra habitación y que había olor a quemado».

Tras ‘peinar’ la casa, que tenía diversas plantas, el mosso dedujo que el fuego se había originado en la planta baja -donde estaban ubicados dos de los dormitorios- porque «por el hueco de las escaleras subía un humo fuerte de esa zona» y que tuvo que salir a la calle a respirar porque se quedó sin oxígeno.

Después de que los bomberos extinguieran las llamas y el Sistema d’Emergències Mèdiques le pusiese oxígeno, les permitieron entrar para recoger algunas pertenencias -pues tuvieron residir en otro lugar durante 6 meses- y la mujer del policía se dio cuenta de que faltaba un patinete eléctrico que había en el comedor, pero pensó que quizás se lo había dejado en el trabajo.

No fue hasta la mañana siguiente cuando el mosso descubrió que a él también le faltaban varios efectos personales, que alguien había rozado la pared del párking comunitario y que había cristales en el suelo: «Ya empezamos a valorar que no era algo fortuito sino que nos habían entrado a robar dentro de casa».

En paralelo al trámite de la denuncia, a las pocas horas del robo una patrulla de la Guàrdia Urbana interceptó al procesado cuando circulaba con el patinete eléctrico sustraído, que por el número de serie se comprobó que era del mosso y su familia y también se recuperaron otros objetos, como una colcha, que les han sido devueltos.

El policía ha manifestado que durante los 6 meses que estuvieron fuera de casa tuvieron que seguir pagando el alquiler, porque el seguro sólo cubrió los daños en la vivienda a los propietarios, que le da «pena» pensar que la motivación fue su profesión y que a raíz de estos hechos su mujer y uno de los niños no han querido regresar a esa casa y, en el caso de su esposa, tiene miedo cuando él trabaja de noche y sufre angustia en determinadas situaciones.

CAPACIDADES COGNITIVAS ALTERADAS

La fiscal ha manifestado que, una vez practicada la totalidad de la prueba, se puede constatar que «no se trató de un hecho fortuito, sino de un incendio provocado», pero ha modificado su escrito de conclusiones porque la defensa ha aportado un informe psiquiátricos que avala que el procesado que ha sido diagnosticado con trastorno de personalidad Clúster B.

También ha quedado acreditado que es adicto a alcohol y drogas, y que el día de los hechos tenía sus capacidades cognitivas alteradas, aunque sin llegar a estar anuladas completamente, por lo que ha aplicado una atenuante muy cualificada de alteración psíquica y ha rebajado la pena inicial que solicitaba de un total de 19 años y 6 meses de prisión hasta los 18 años y 5 meses de prisión.

Ahora, la Fiscalía pide 2 años menos un día de prisión por el delito de robo con fuerza en casa habitada y por el delito de incendio con peligro para la vida o integridad física de las personas en concurso ideal con dos delitos de asesinato en grado de tentativa solicita 8 años, 5 meses y 7 días por cada uno de ellos.

También pide 10 años de libertad vigilada, así como una prohibición de aproximarse a los afectados de 6 años una vez cumplida la condena privativa de libertad y que indemnice a los afectados con 12.000 euros: 5.000 por los daños morales causados y 7.000 por los objetos sustraídos que nunca fueron recuperados.

También tendrá que indemnizar con 116.949,14 euros al seguro del hogar que cubrió los gastos de la reparación de los daños causados en la vivienda; el caso ha quedado visto para sentencia.