Spain's Prime Minister Pedro Sanchez and France's President Emmanuel Macron attend a press conference on the day of the Euro-Mediterranean Summit (EU-MED9) in a resort near Paphos, Cyprus, October 11, 2024. REUTERS/Yiannis Kourtoglou

La revalorización de las pensiones es un tema de interés crucial cuando se acerca el final del año, especialmente en un contexto de inflación y ajustes macroeconómicos constantes. Para 2025, tanto Francia como España han anunciado incrementos en las pensiones, teniendo cada país sus propias magnitudes y métodos de cálculo, que difieren significativamente. En España, la Ley General de la Seguridad Social establece que las pensiones contributivas se revalorizan anualmente según la variación media interanual del Índice de Precios al Consumo (IPC) entre diciembre del año anterior y noviembre del año en curso.

Con este mecanismo, se busca mantener el poder adquisitivo de los pensionistas frente a la inflación. Para 2025, las estimaciones preliminares indican que las pensiones contributivas podrían incrementarse alrededor del 3%. Esta cifra se basa en las proyecciones de inflación hasta septiembre de 2024 y en las previsiones de instituciones como la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), que sitúan la inflación media en torno al 3,2%.

Además, las pensiones mínimas de jubilación y viudedad, así como las no contributivas, experimentarán incrementos adicionales por encima del IPC. Este ajuste forma parte de una estrategia para reducir la brecha entre estas pensiones y el umbral de pobreza, con el objetivo de que, para 2027, las pensiones mínimas alcancen el 100% de dicho umbral.

Francia implementa un sistema de incrementos escalonados

En Francia, la política de revalorización de las pensiones ha sido objeto de intensos debates y reformas en los últimos años. Tradicionalmente, las pensiones se ajustan anualmente en función de la inflación, pero las recientes reformas han introducido cambios significativos. En noviembre de 2024, Laurent Wauquiez, líder del grupo La Droite Républicaine en la Asamblea Nacional, anunció que las pensiones se revalorizarán en dos fases durante 2025.

La primera fase, efectiva el 1 de enero, implicará un incremento aproximado del 50% de la tasa de inflación para todas las pensiones. La segunda fase, programada para el 1 de julio, otorgará un aumento adicional a las pensiones más bajas, aquellas por debajo del salario mínimo, beneficiando al 44% de los pensionistas. Esta decisión representa un cambio respecto a la propuesta inicial del gobierno, que contemplaba posponer la revalorización anual al 1 de julio de 2025 sin carácter retroactivo. La presión política y social llevó a una reconsideración, resultando en el esquema de incrementos escalonados anunciado.

Comparación entre Francia y España

Al comparar los incrementos previstos en ambos países para 2025, se observan diferencias notables en los enfoques y magnitudes:

  • España: Se anticipa un incremento general de las pensiones contributivas en torno al 3%, alineado con la inflación proyectada. Las pensiones mínimas y no contributivas recibirán aumentos adicionales para acercarse al umbral de pobreza.
  • Francia: La revalorización se realizará en dos etapas: un aumento del 50% de la inflación en enero para todas las pensiones, seguido de un incremento adicional en julio para las pensiones más bajas. Si la inflación anual se sitúa, por ejemplo, en el 1,5%, el incremento total para las pensiones más bajas podría aproximarse al 1,5%, mientras que para las demás pensiones sería alrededor del 0,75%.

En términos absolutos, los pensionistas españoles podrían experimentar un incremento ligeramente superior al de los franceses, especialmente aquellos con pensiones mínimas o no contributivas, debido a los aumentos adicionales planificados. Sin embargo, la estructura escalonada de los incrementos en Francia refleja un enfoque más focalizado en las pensiones más bajas.