El gobernador riojano decidió acudir a la justicia federal para resolver el conflicto del PJ Nacional

La pelea por el PJ Nacional suma capítulos día a día. Acusaciones cruzadas, pase de facturas, chicanas, reproches. Al final de todo, hay un debate político. Pero en esta instancia del proceso electoral está tapado por el barro de la confrontación. En ese contexto, y luego de que la Junta Electoral del partido rechazara en dos oportunidades su lista, Ricardo Quintela decidió jugar su última ficha para competir frente a Cristina Kirchner.

Los apoderados del riojano, Jorge Yoma y Guillermo Llermanos, presentaron un recurso de apelación ante la junta electoral del PJ, que es la encargada de elervarlo al juzgado Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 1, con competencia electoral, a cargo de María Romilda Servini. Pidieron que no culminea el proceso electoral hasta que no se expida la justicia federal y reclamaron que intime al PJ a llevar adelante un nuevo cronograma de elecciones.

“No queremos que se intervenga el partido, queremos competir, queremos votar”, indicaron a Infobae desde el quintelismo, una vez presentado el recurso. “Tiene que haber un proceso electoral interno que tenga todas las garantias para que sea transparante”, agregaron. A partir de ahora es ella la que debe decidir que va a pasar con el PJ Nacional.

En el escrito Quintela apuntó con mucha dureza contra la Junta Electoral del PJ, ya que considera que el órgano partidario no es imparcial. Aseguró que, sin que ninguno sea un perito caligráfico, ponen en duda la veracidad de las firmas y los acusó de no haberle dado un espacio físico en el partido para el momento en que se presentaron las listas, en detrimento de las oficinas que le dieron a los apoderados del kirchnerismo.

“La mayoría de los dirigentes que la integran responden al kirchnerismo”, aseguraron cerca del gobernador de La Rioja. Por ese motivo creen que el trabajo de la junta estuvo viciado y conspiró contra su candidatura.

Cristina Kirchner (EFE)

La defensa del kirchnerismo se asienta sobre la diversidad de nombres. De los quince integrantes de la junta electoral, hay varios que no están alineados a CFK. Algunos nombres para sostener esa postura son los del ministro de Obras Públicas bonaerense, Gabriel Katopodis, que actualmente está en el armado de Axel Kicillof, el principal enemigo de camporismo; y el de la ex senadora de San Luis, María Eugenia Catanfalmo, alineada al ex gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá, que es el actual candidato a vicepresidenta de Quintela.

En esa lista también está la diputada riojana Hilda “Beba” Aguirre de Soria, que responde directamente al “Gitano”, la ex legisladora santafesina Silvina Frana, que forma parte del armado político del último candidato a gobernador de Santa Fe Marcelol Lewandoski, que camina por la vereda de enfrente al kirchnerismo o la legisladora provincial Viviana Guzzo, de estrecha relación con la jhefa de Asesores del gobierno de Axel Kicillof, Cristina Álvarez Rodríguez.

La Junta Electoral no es imparcial, está parcializada, los conozco a todos. Inventaron irregularidades”, denunció el “Gitano” en una entrevista que concedió a radio Rivadavia. Además, aseguró que desaparecieron 14 mil avalaes de los 70 mil que presentaron y acusó al kirchnerismo de querer “voltear la listas” para evitar una competencia. “Los partidos se ganan en la cancha, no en un escritorio”, dijo en tono futbolero.

El quintelismo aspiran a que la jueza federal convoque a una audiencia con el kirchnerismo, para poder demostrar que el proceso está viciado y que la junta electoral partidaria nunca tuvo nada organizado para cumplir con la realización de los comicios el domingo 17 de noviembre. “No tienen el correo, no tienen las autoridades de mesa, no se sabe dónde se va a votar, no organizaron nada”, se quejaron.

La jueza federal María Servini (REUTERS/Susana Vera)

En el grupo político de Quintela esperan que la jueza Servini, como una medida cautelar, suspenda los comicios y le pida al partido que organice un nuevo calendario electoral, que culmine con una elección interna antes del 11 de marzo del 2025, fecha en la que culmina el mandato de las autoridades actuales del PJ. Al día de hoy, el presidente, con uso de licencia, es Alberto Fernández.

Debajo del ex jefe de estado, en las cinco vicepresidencias, están Cristina Álvarez Rodríguez, Axel Kicillof, Analia Rach Quiroga, Juan Manzur y Lucía Corpacci. De ellos depende el partido hasta que haya un recambio de autoridades. La jueza federal es la que debe marcar el final de la disputa. O hay elecciones más adelante o Cristina Kirchner se transforma en la única aspirante al trono del PJ.

Para el kirchnerismo la única intención que tiene Quintela embarrar el proceso electoral y tratar de evitar la elección. “No quieren competir”, repiten cada día. La visita que esta mañana le hizo Yoma al Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, abrió un nuevo abanico de suspicacias y le dieron un argumento nuevo a Cristina Kirchner para disparar contra el riojano.

“Son rehénes del Gobierno. Tienen una provincia en default, una huelga docente en marcha y le pagan con cuasi monedas a los estatales. La Casa Rosada es el sponsor de Quintela”, resumieron en el Instituto Patria. Como una señal de respaldo a ese argumento tomaron el pedido que el riojano le hizo a Milei, luego de que el Presidente opinara sobre la interna peronista.

Quintela pidió que se anule el proceso electoral vigente que tiene el PJ

Milei reposteó un mensaje del periodista Eduardo Feinmann, en el que aseguraba que Cristina y Máximo Kirchner no dejaban competir a Quintela en el PJ. “Sé que es difícil pedirle que deje de jugar con las redes, pero lo que sí le voy a pedir es que no se meta en las internas ajenas, mucho menos en las del Peronismo. Del peronismo nos ocupamos las y los peronistas. Usted ocúpese de gobernar que bastante mal lo está haciendo”, escribió el riojano en sus redes sociales.

En el kirchnerismo leyeron el accionar como una jugada de desmarque rápida para evitar que se asocie su candidatura al gobierno nacional. Justo la candidatura de Quintela, que fue el gobernador más duro con Milei desde que comenzó el gobierno libertario.