El ajo es una de las hortalizas más utilizadas en la gastronomía mundial, ya que es empleado en diferentes preparaciones como sopas, salsas y vinagretas, entre otras. Además, contiene una gran cantidad de propiedades curativas, ya que ayuda a controlar la hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes, según el portal web CuidatePlus.

Miguel Ángel Martínez Olmos, miembro del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), y Josep Allué, vocal de Plantas Medicinales y Homeopatía del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), comentaron sobre los beneficios que tiene: “El ajo contiene cantidades significativas de algunos micronutrientes como el manganeso, la vitamina B6, la vitamina C y el selenio, y es bajo en calorías. Es rico en polifenoles y otras sustancias antioxidantes, que aumentan más en el ajo negro obtenido a través de una transformación del ajo blanco a temperatura y humedad constantes”.

Sin embargo, no todas las personas lo pueden consumir, especialmente aquellas que padecen ciertas patologías o que están bajo tratamientos específicos, ya que puede ser peligroso para la salud.

No se recomienda consumir ajo a aquellas personas que deban realizarse intervenciones quirúrgicas (imagen ilustrativa)

Entre las personas que no deben consumir ajo se encuentran:

1. Aquellos que están pronto a realizarse una cirugía

Según el portal web Healthline, cuando se consume el ajo en altas cantidades, puede ocasionar que exista un mayor riesgo de sangrados debido a las propiedades antitrombóticas que tiene y, en caso de que el paciente tome anticoagulantes o esté pronto a someterse a una cirugía, lo debe evitar a toda costa, debido a que provoca diátesis hemorrágica.

2. Padecimientos digestivos

Debido a su alto contenido en fructanos, el sitio MDS explicó que puede causar hinchazón, gases, dolor de estómago en algunas personas; por lo tanto, aquellos que padecen problemas digestivos como gastritis o colon irritable deben evitar comer ajo para que los síntomas no se agraven. Además, este alimento puede incrementar la acidez, lo que contribuye a la disminución del tono del esfínter esofágico inferior (EEI) y desencadena el reflujo ácido.

El ajo solo debe ser incluido en las comidas diarias con supervisión médica

3. Personas diabéticas

Si bien es cierto que el ajo tiene capacidad de reducir los niveles de glucosa en sangre y esto puede ser beneficioso, la página web UnComo comentó que aquellos que toman fármacos como tratamiento deben tener precaución, ya que esta combinación podría provocar hipoglucemia.

Otro efecto adverso que puede tener el ajo es en personas alérgicas, dado que les puede producir náuseas, ardor en la boca, estómago y esófago, y dolor corporal. Es por eso que antes de consumir este condimento es importante visitar un médico de cabecera y consultarle al respecto.

Autor: Wendys Pitre Ariza