El surf es una de las actividades predilectas para practicar en Quequén.

Separada de Necochea por un río, durante años Quequén perteneció al partido de Lobería y desde 1979 es parte de Necochea, aunque querría ser autónoma. Pequeña y poco afecta a la ostentación, la localidad sabe de esplendores. A principios del siglo XX fue lugar de veraneo de parte de la elite porteña. Todavía quedan vestigios de las grandes casonas de veraneo, como el chalet Astelarra y Villa Maris, que se levantan imponentes entre calles tranquilas y muy bien arboladas.

La Virazón, en tanto, es un club sobre la playa que aún hoy reúne descendientes de aquellos personajes de la belle epoque. Exclusivísimo, agrupa miembros de familias que solo aceptan conocidos para ser parte. Tiene una comisión directiva, socios que vuelven todos los veranos con sus hijos y sus nietos y “es muy cerrado”, según refieren los locales. De la misma gente, el Hotel Quequén es lo que alguna vez fue el Hotel Victoria, de 1895. Ya no funciona como hotel, sino como condominio porque un grupo de veraneantes lo compró para mantenerlo a flote.

Tanto en Quequén, como en Necochea, se juega al tejo.Monte Pasubio es un lugar encantador para alojarse.El chalet Astelarra habla de lo que fue la localidad a principios del siglo pasado.

“El turismo masivo llegó al partido de Necochea durante el primer gobierno de Perón. Antes, solo Quequén recibía veraneantes”, señala Matías Criado, que es guía en el Museo Histórico Regional “Egisto Ratti”, que está en el Parque Lillo, en Necochea, y funciona en lo que fue la casa de veraneo de la familia Díaz Vélez. “Esta casa perteneció a María del Carmen Felicitas Díaz Vélez, bisnieta de Eustaquio Díaz Vélez, casada con Belisario Ernesto Álvarez de Toledo. Todas estas tierras pertenecían a la familia y se las expropiaron en los ‘40. La casa se conserva original, excepto por el cierre de la galería”, agrega en una sala que recrea los usos y costumbres de Necochea y Quequén, con trajes de baño y fotos de una época en la que hombres y mujeres se bañaban en el mar por separado.

A diferencia de lo que ocurre en Necochea, las playas de Quequén están más erosionadas y son más angostas, con arena más gruesa, más conchillas y formaciones rocosas. Tienen muy buenas olas y cada tanto se observan restos de buques que naufragaron e incluso hay una hélice. Las playas van desde la escollera Norte hasta el balneario Costa Bonita, donde hay guardavidas, se pueden alquilar carpas y hay clases de surf, bodyboard y se puede salir en kayak. La variedad en servicios, alojamientos y actividades es mucha.

Desde el aire, Monte Pasubio y la Av. 502.El Faro de Quequén es todo un emblema de la Costa.La Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén funciona en un antiguo obrador portuario.Los Pity's se convirtió en un clásico.

Entre los lugares para alojarse, se destaca Monte Pasubio, sobre la Av. 502 y 529. Es un complejo de bungalows frente al mar, con camping, hostel y parador. Es de Enzo Ciro Lubrano, que está atento a las necesidades de los huéspedes. Se ubica sobre la playa y lo más lindo es el entorno y la vista. Hay opción de casitas de dos habitaciones y un baño, bien equipadas, con salamandra, hidromasajes y aire acondicionado. Cobran desde $275.000 para hasta cuatro huéspedes por noche con desayuno seco.

Para comer, una muy buena opción es Los Pity’s, en la calle 533 n° 226, que es un restaurante atendido en familia que lleva ocho años en Quequén. Se lucen con la bondiola braseada, las pastas y muy buenas ensaladas. Abre de miércoles a sábado, por la noche. Si hablamos de hamburguesas deliciosas, Pipeline, en la Av. 502 n° 1645. Se trata del restobar de Arturo Mirás y Agus Chiape, que sirve carnes, minutas y una tabla de pescado riquísimas. Tiene variedad de cervezas. Están de martes a domingos, todo el día. Mientras que, más elegante, La Hélice está en la Av. 502 n° 1376. Se llama así porque está frente a una hélice encallada en el mar, es un salón amplio y moderno. Sirven muy buena entraña con papas fritas, ricas carnes en general y picada de mar. De César Rossi, abrió hace tres años y además es parador. Abre todos los días, de 9 a 2 de la madrugada.

Luis Nogueira es guía de la Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén.El Hotel Quequén ya no recibe huéspedes y se convirtió en departamentos.Los atardeceres son únicos en Quequén y se pueden disfrutar desde Monte Pasubio.Pipeline es convocante y tiene unas hamburguesas espectaculares.

Para más cosas ricas, La Heroica está sobre la calle 519 n° 1600. Es una cafetería y confitería que sirve excelentes panes y pizzas de masa madre. Todo de excelente calidad y con la garantía de Fernando Donovan y Sofía Agote, que sabe muchísimo. Abren de martes a domingos de 9 a medianoche. También está Sea Beagles, que se encuentra en Av. 502 n°1223 y se luce por los beagles, wraps y ensaladas. Así como los Helados Cyrano, súper artesanales, en Av. 502 n°1268.

Para aprender de la fauna marina, un paseo imperdible es la Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén, que queda en Av. Almirante Brown y calle 520. Sorprenden, entre otras cosas, los caballitos de mar, una raya látigo, el pez luna y la mandíbula de un tiburón blanco. Dependiente del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y del Conicet, la estación nació a principios del siglo XX, cuando el gobierno nacional tenía un interés creciente en conocer la riqueza de nuestro mar. Un antiguo obrador que fue abandonado por la empresa holandesa que había hecho el dragado del Puerto de Quequén, de madera y chapa, le sirve de sede. Abierta al público desde 1938, fue la primera estación de biología marina de Sudamérica, según comenta Luis Nogueira, guía del lugar. Abren de martes a domingo, de 16 a 20 horas. Cobran $2.000; menores de 6 años, gratis.

La escuela de surf Coco es de la campeona Evelyn Gontier.Quequén termina junto al río Quequén, la escollera y el puerto.

Otra gran propuesta es salir a conocer el Médano Blanco. Claudio Mousseigne, de Travesía Necotata, conoce la zona como nadie, maneja muy bien en las dunas y tiene una 4×4 muy bien equipada. Súper dispuesto para las guiadas, ofrece paseos que duran alrededor de cuatro horas, entre los acantilados, bosques de pinos, el Parque Eólico Vientos de Necochea, grutas naturales y Punta Negra, Punta Florida y el Balneario Los Ángeles. Las salidas son por la mañana y por la tarde, con reserva previa. Desde $45.000 por persona la excursión.

La Virazón es un club de mar súper exclusivo.La excursión al Médano Blanco de Travesía Necotata.

También se pueden tomar las clases de surf de Cosmos, que hacen base en Monte Pasubio, Av. 502 y 529. Son una escuela con más de diez años de experiencia. Organizan trips, clases individuales y grupales. Dan clases al amanecer o con luna llena que terminan con fogón. Otra excelente opción es Coco Surf, con el sello de Evelyn Gontier, que es Campeona Argentina de Longboard y están junto a La Hélice, en Av. 502 n° 1376. Porque en Quequén hay muchísima historia, pero además un montón de emprendedores y nuevos proyectos.