El magnesio y sus derivados cumplen funciones orientadas a la mejora de la salud y alimentación. En casos más específicos, combaten los trastornos de la ansiedad y el estrés. También, aunque en menor medida, previene enfermedades como el Alzheimer.

Con el paso del tiempo, las personas experimentan el deterioro cognitivo y es ahí cuando se debe tomar cartas en el asunto para que los efectos no sean perjudiciales para la salud.

Mediante investigaciones exhaustivas de diferentes universidades -una de ellas, Harvard-, científicos y expertos aseguraron que las propiedades del magnesio son compatibles para retrasar la enfermedad del Alzheimer, a punto tal que se convirtió en una estrategia innovadora para tratar esta condición que ataca las funciones principales del cerebro.

El magnesio es fundamental para numerosas funciones corporales (Foto ilustrativa: PIXABAY)

Profundizando en los estudios, los expertos se focalizaron en las personas mayores de 50 años, quienes, de tener Alzheimer, se encuentran en un estado avanzado de la enfermedad y requieren de antídotos eficaces para hacerle frente al trastorno cerebral que destruye, lentamente, la memoria.

Ahora bien, ¿Qué tipo de magnesio es el ideal para este caso específico? Las respuestas son varias y todas conducen a un camino favorable. El primer paso es dirigirse a un médico de cabecera o profesional de la salud que pueda orientar al paciente, quien deberá hacerse estudios para ver cómo reacciona su organismo a la ingesta de este mineral.

El paso siguiente será conocer de qué consta el magnesio y cuál es la clasificación que más se adapta a su necesidad. Uno de los más conocidos -y utilizados- es el citrato de magnesio, conocido por su alto poder de absorción y su función de regular el tránsito intestinal.

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Otro tipo de minerales que pueden ser de utilidad son: el óxido de magnesio, cloruro de magnesio, Bisglicinato de magnesio y malato de magnesio, entre otras variaciones que persiguen el mismo fin, con el agregado de que algunos de ellos tiene más absorción que otros.

También existen alimentos que tiene en su composición una gran dosis de magnesio. Esta forma, orientado a lo natural, es la más recomendada y por ende, existen distintos alimentos seleccionados a tener en cuenta:

  1. Almendras: este fruto seco, además de ser una fuente de grasas saludables, proporciona una cantidad significativa de magnesio. Consumir un par de puñados al día contribuye a cubrir los requerimientos diarios.
  2. Anacardos: se destacan no solo por su contenido de magnesio, sino también por ser ricos en grasas saludables, ideales para una dieta equilibrada.
  3. Nueces: además de magnesio, ofrecen selenio, un nutriente esencial para la salud celular y el sistema inmunológico.
  4. Acelga: baja en calorías y rica en vitaminas, es una excelente opción para quienes buscan incluir magnesio en una dieta saludable.
  5. Espinacas: reconocidas por su aporte de hierro, también contienen magnesio, lo que las convierte en un vegetal imprescindible.
  6. Semillas de lino: ricas en antioxidantes y fibra, se destacan por su contenido de magnesio y omega-3. Son ideales para añadir a yogures, batidos o ensaladas.
  7. Chocolate negro: el que tiene más de 75% de cacao ofrece magnesio y antioxidantes. Es importante consumirlo con moderación para aprovechar sus beneficios sin exceder el consumo calórico.
  8. Palta: famosa por su contenido de grasas insaturadas, es también una fuente destacada de magnesio y fibra.
  9. Salmón: este pescado graso, rico en ácidos omega-3, contribuye al consumo diario de magnesio y mejora la salud cardiovascular.
  10. Avena: además de magnesio, aporta proteínas, fibra, potasio y vitaminas del complejo B, convirtiéndola en un alimento versátil y nutritivo para el desayuno o meriendas.