En Texas, se propuso una nueva iniciativa que podría cambiar la enseñanza en las escuelas públicas del estado. En específico, busca incorporar lecciones basadas en la Biblia en el programa de las instituciones primarias. Después de una votación preliminar ajustada, los miembros de la Junta Estatal de Educación están a punto de decidir si esta medida será adoptada.

Los opositores de la propuesta argumentan que las enseñanzas bíblicas en las aulas violarían la Primera Enmienda de la Constitución de los EE. UU. y alienarían a estudiantes de diferentes creencias

La votación preliminar sobre el currículo fue ajustada, con una diferencia de solo un voto entre los miembros de la Junta Estatal de Educación. De un total de 15 miembros, hay 11 republicanos y cuatro demócratas. El resultado, que fue de ocho a siete a favor, refleja la polarización sobre el tema.

Posturas a favor y en contra: los argumentos

La iniciativa, que fue presentada por la Agencia de Educación de Texas, busca integrar enseñanzas bíblicas dentro de las lecciones de lectura y lenguaje para estudiantes de preescolar a quinto grado, según explicaron desde Associated Press.

Si se aprueba, se introduciría en las aulas a partir del próximo año escolar. Los críticos de la propuesta, entre ellos defensores de la libertad religiosa y educadores, manifestaron que esto podría alienar a los jóvenes que no comparten la fe cristiana y generar un conflicto con la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que prohíbe el establecimiento de una religión oficial.

Amanda Tyler, directora ejecutiva del Comité Bautista para la Libertad Religiosa, se mostró en contra de la iniciativa. Según le comentó a AP , “este currículo no es apropiado para la edad ni para el tema, ya que presenta las historias bíblicas de manera que los niños son demasiado pequeños para distinguir entre una afirmación de fe y un hecho”.

El debate sobre la relevancia de la Biblia en la educación

El tema de la enseñanza de la Biblia en las escuelas no es nuevo, pero en Texas esta propuesta cobró especial relevancia. En su defensa, los partidarios de la medida argumentan que las sagradas escrituras son una parte fundamental de la historia y la cultura estadounidense.

La propuesta de incluir enseñanzas bíblicas en las escuelas públicas se alinea con esfuerzos similares en otros estados como Oklahoma y Luisiana, aunque estos han encontrado obstáculos legales

Mary Castle, directora de relaciones gubernamentales de Texas Values, una organización conservadora, sostuvo que “se dice que hay cerca de 300 frases cotidianas que provienen directamente de la Biblia”, por lo que enseñar estos pasajes beneficiaría a los estudiantes al ayudarles a comprender mejor muchas referencias literarias y culturales.

Implicaciones legales y constitucionales

Un aspecto clave del debate radica en la posibilidad de que esta medida sea considerada inconstitucional. Si se aprueba, Texas sería el primer estado en introducir un currículo de este tipo en las escuelas públicas.

La Junta Estatal de Educación de Texas votó a favor de un currículo que incluiría enseñanzas bíblicas en las escuelas públicas, en una ajustada decisión de ocho a siete.

Sin embargo, Matthew Patrick Shaw, profesor asistente de política pública y educación en la Universidad de Vanderbilt, señaló que la cuestión de la constitucionalidad podría ser un problema. “La pregunta es cómo Texas va a enmarcar lo que se hace aquí para evitar el problema de establecer una religión, o si va a abordarlo directamente”, explicó.

El debate no se limita a Texas. Otros estados republicanos, como Oklahoma y Louisiana, intentaron integrar enseñanzas bíblicas en sus sistemas educativos. En el primero, el principal funcionario de educación propuso incluir las sagradas escrituras en los planes de estudio, mientras que en el segundo se buscó colocar los Diez Mandamientos en todas las aulas.

Sin embargo, un juez federal bloqueó esta medida en Louisiana este mes. Estos esfuerzos reflejan una tendencia creciente en varios estados liderados por republicanos, que buscan darle un papel más prominente a la religión en la educación pública.