En medio de un panorama marcado por la violencia y los enfrentamientos entre las Fuerzas Militares y las disidencias de las Farc, bajo el mando de alias Iván Mordisco, en el departamento del Cauca se conoció que el periodista indígena Manuel Julicué Pavi, miembro de la emisora comunitaria Nasa Estéreo, recibió amenazas en contra de su vida.
Sin embargo, lo que más ha generado sorpresa entre los pobladores de la zona, situada en el municipio de Toribío, es que la persona señalada como la presunta responsable de enviar los mensajes intimidatorios al miembro de la comunidad indígena nasa es una integrantes de su propia familia: una sobrina.
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Debido a las amenazas que recibió Manuel Jilicué, el caso ha provocado que varios colectivos indígenas de comunicación en la región salieron a denunciar de forma pública el caso, y de la misma manera exigieron protección para el comunicador social.
Según el comunicado difundido por los colectivos de comunicación, la familiar de Jilicué utilizó sus cuentas en redes sociales para amenazarlo con entregarlo a grupos armados ilegales que operan en la zona. Esto podría poner en grave peligro su vida, destacó El País.
Los periodistas de la región han calificado esta situación como extremadamente riesgosa, en especial por el contexto de violencia que afecta a la región, situada en el norte del Cauca.
En esta área, la confrontación entre diversos grupos armados al margen de la ley, incluidas las disidencias de las Farc, ha generado un clima de inseguridad que impacta directamente a las comunidades indígenas y a quienes trabajan en medios de comunicación locales y/o comunitarios.
Ante la gravedad de las amenazas, los colectivos indígenas de comunicación han solicitado la intervención de las autoridades locales y de las entidades de justicia ordinaria a nivel nacional para garantizar la seguridad de Manuel Jilicué.
Asimismo hicieron un llamado a la opinión pública para visibilizar este caso y que esto pueda servir para elevar sus peticiones al Gobierno nacional, y garantizar la seguridad del periodista que trabaja con la emisora Nasa Estéreo, que desempeña un papel fundamental al informar sobre las realidades de las comunidades afectadas por el conflicto armado.
El mismo medio de comunicación vallecaucano destacó que los periodistas de Toribío entregaron las pruebas de las amenazas, incluyendo las conversaciones intimidatorias a través de Messenger (Facebook), con el objetivo de respaldar su denuncia y exigir acciones concretas. La joven fue identificada como Lina Vanesa Rivera.
“Buscamos proteger la vida del colega, pero también la labor de la emisora, más cuando el tema de la guerra afecta a las comunidades y estas siempre buscan visibilizar sus realidades en estos espacios informativos, de ahí que esperamos que todas las autoridades, propias y ordinarias, intervengan para evitar posibles tragedias”, expresaron los colectivo en diálogo con el diario vallecaucano.
Comunidad indígena en Toribío tuvo
En un ataque armado que generó pánico en la población de Toribío, culminó con la intervención de la Guardia Indígena, que logró expulsar a los guerrilleros responsables de un hostigamiento que se reportó la noche del domingo 13 de octubre de 2024.
Los hechos ocurrieron cuando miembros de esta organización ancestral recorrieron las vías rurales del municipio para garantizar la salida de los insurgentes, que pertenecen a una de las disidencias de las Farc.
Los guerrilleros, presuntamente integrantes del grupo armado organizado Dagoberto Ramos, vinculado al mando de Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco, habían estado asediando a la población con ráfagas de fusil y explosivos.
Este grupo tiene una fuerte presencia en el norte del Cauca y ha sido señalado por múltiples actos violentos en la región. La situación se agravó cuando los insurgentes atacaron con tatucos la estación de Policía del municipio, generando temor entre los habitantes.
Este tipo de hostigamientos no solo afecta a Toribío, sino también a otros municipios cercanos como Suárez y Miranda, que han sido escenario de enfrentamientos similares.
La Guardia Indígena, reconocida por su labor de defensa del territorio y la paz en las comunidades ancestrales, actuó con sus tradicionales bastones de mando para acompañar la retirada de los guerrilleros. Videos difundidos en redes sociales muestran a los miembros de esta organización recorriendo las vías rurales para verificar que los insurgentes abandonaran la zona, en un acto que reafirma su compromiso con la protección de la población.