Como cada año, el 19 de noviembre Mónaco se vistió de fiesta para celebrar su Día Nacional, que arrancó con una misa de agradecimiento en la catedral de Nuestra Señora, siguió con una entrega de insignias y medallas, un desfile militar en la calle y concluyó con el esperado saludo de los Grimaldi a pleno en el balcón.

El príncipe Alberto llega a la catedral de Mónaco junto a Charlene y sus mellizos, Gabrielle (con tapado de doble abotonadura, ballerinas y tocado) y Jacques (con uniforme militar igualito al de su papá). Más tarde, cuando salieron a saludar al balcón, se llevaron todos los aplausos.Carolina y Estefanía coordinaron sus abrigos. Y en el caso de la mayor, innovó con un vestido de flores, estampa que no suele incluir en su guardarropa.Durante la misa se sentaron junto a las hermanas de Alberto, las princesas Estefanía y Carolina.Pierre Casiraghi dijo presente junto a su mujer, Beatrice Borromeo, y sus hijos, Francesco y Stefano. La periodista italiana impactó con una chaqueta entallada de bucle de lana virgen y una falda de tiro alto que se acorta a la altura de sus tobillos de Dior, firma con la que colabora asiduamente.

Además de Sus Altezas SerenísimasAlberto y Charlene, también estuvieron las princesas Carolina y Estefanía (grandes pilares del monarca monegasco), Pierre Casiraghi y su mujer, Beatrice Borromeo; Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo; Charlotte Casiraghi, Alexandra de Hannover; Louis y Pauline Ducruet y Camille Gottlieb (estos tres últimos, hijos de Estefanía).

Charlotte Casiraghi volvió a confiar en Chanel, su marca de cabecera. La princesa filósofa, que llevó un abrigo-vestido de tweed con cuello camisero, botones a tono y un broche en forma de camelia, estuvo acompañada por sus hijos Baltahazar, de 6 años, fruto de su matrimonio con el productor de cine francés Dimitri Rassam, del que ya está separada; y Raphaël, de 10 años, de su relación con el humorista Gad Elmaleh. Gabrielle y Jacques, que en diciembre cumplen 10 años, son más conscientes del papel que les toca y asumen con naturalidad sus responsabilidades.

Sin dudas, las mujeres de la familia volvieron a dar cátedra de estilo con sus looks, y Charlene y Carolina fueron las que más innovaron. En el caso de la primera, impactó con un traje a medida de Louis Vuitton: chaqueta entallada de líneas contemporáneas confeccionada en sarga brillante y decorada con botones joya (una versión parecida se vende en la web por 4500 euros) y pantalón fuera de catálogo lila, un tono que se suma a la paleta pastel que ahora es su favorita. Carolina, en tanto, se renovó con un vestido midi de estampa botánica, algo inédito, ya que las flores no son parte de su guardarropa, al que le sumó un tapado estructurado.

Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi disfrutaron del desfile militar con sus hijos, Maximilian (6), India (9) y Sasha (11).Alexandra de Hannover, la menor de las hijas de la princesa Carolina, contó en sus redes sociales que el traje satinado que eligió (chaqueta entallada de cuello camisero y botones forrados y falda de línea A) era un diseño vintage que perteneció a su abuela Grace Kelly. Un detalle de su peinado, con rodete rematado en un moño del mismo tono que su tailleur. La princesa Estefanía se ubicó en uno de los balcones con sus herederos, Camille Gottlieb, Louis y Pauline Ducruet.

Si bien la siguiente generación no se quedó atrás en materia de estilo, fue la menor de las hijas de Carolina, la princesa Alexandra de Hannover, la que dio la nota: eligió un tailleur de raso que, según dijo en sus redes sociales, perteneció a su abuela. Tratándose del Día Nacional de Mónaco, se descuenta que se trata de la recordada princesa Grace Kelly, de quien todas heredaron la elegancia atemporal.

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