El próximo 13 de marzo, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) celebrará su Primer Congreso Nacional de 2025 en el Salón Felipe Vallese de la CGT, con la participación de más de 400 delegados de todo el país. En esa asamblea, la organización, que agrupa a trabajadores informales, monotributistas y autónomos, presentará una nueva propuesta formal para ser incorporada a la Confederación General del Trabajo, un reclamo que busca visibilizar y representar a sectores de la economía popular que tradicionalmente no han sido parte de la central obrera. En el debate se definirá el “plan de lucha” contra el gobierno de Javier Milei.
La UTEP, liderada por Alejandro Gramajo desde la sucesión de Esteban “Gringo” Castro, obtuvo la “personería social” el 11 de marzo de 2021 durante el gobierno de Alberto Fernández y la gestión de Claudio Moroni al frente del entonces Ministerio de Trabajo (hoy secretaria). Esta figura legal reconoce a la Unión Trabajadores de la Economía Popular como un sindicato representativo de los trabajadores informales, aunque sin la personería gremial plena, que le daría mayores derechos en la negociación colectiva. Su incorporación a la mayor central obrera del país enfrenta la resistencia de los sectores más tradicionales del sindicalismo, quienes se resiste a aceptar a la entidad como un gremio confederado.
Estos sectores se basan en argumentos estatutarios y legales que establecen que un sindicato confederado debe representar a trabajadores formales, en relación de dependencia y bajo un convenio colectivo de trabajo, requisitos que no cumplen los trabajadores de la economía popular, quienes son mayoritariamente informales, monotributistas o autónomos. De todos modos, hay sectores de la central obrera que acuerdan con su incorporación, como Héctor Daer, cosecretario general de la CGT y líder de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA).
Sin embargo, desde la UTEP afirman que el vínculo con todos los sectores de la CGT, incluidos los Gordos, los Independientes y otros gremios, es muy positivo. Consideran que la integración al movimiento obrero es un proceso en el que se seguirán manteniendo conversaciones y avanzando.
En el Congreso de la UTEP estarán presentes o representados, los dirigentes sociales y piqueteros ligados a referentes peronistas como Emilio Pésico, Gildo Onorato -funcionario de Axel Kicillof-, Juan Manuel Abal Medina y Alejandro Gramajo, del Movimiento Evita; Juan Grabois del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y ex precandidato presidencial de Unión por la Patria; Daniel Menéndez -también funcionario bonaerense- de Barrios de Pie y, entre otros, el izquierdista Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
Además de este reclamo, en el Congreso se analizará la crítica situación política, económica y social del país, particularmente en los barrios más postergados. La organización plantea seguir avanzando en su plan de lucha, con reclamos sectoriales como la ayuda de emergencia para la canasta escolar, además de poner en debate temas como la expulsión de pueblos originarios de sus tierras en el norte y la Patagonia, las problemáticas de la agricultura familiar y la precariedad de los trabajadores del espacio público.
Rechazo a las Políticas de Javier Milei
El secretario general de la UTEP, Alejandro Gramajo, destacó ante este medio que durante el gobierno de Javier Milei se ha profundizado el deterioro en los barrios populares y recordó que “se han detenido las obras de urbanización en más de seis mil barrios que beneficiaban a millones de personas sin acceso a servicios básicos como agua potable y cloacas”. También denunció el “desfinanciamiento de políticas alimentarias y el impacto de la inflación sobre las familias más vulnerables, que ya no pueden cubrir necesidades básicas como el alquiler o la alimentación”. Para los referentes sociales, las políticas libertarias “exacerban las desigualdades y la violencia social, particularmente en los barrios populares, donde el narcotráfico y la marginalidad aumentan”.
“La situación de los barrios sigue siendo dura. El mes pasado se notaron los aumentos en la carne y otros alimentos. Casi el total del gasto en los hogares más humildes es alimentación; y ahora se suman los gastos del comienzo de clases, con la canasta escolar por las nubes”, reflexionó ante Infobae Mariano Marini, dirigente nacional de la UTEP y de Barrios de Pie.
Crisis Social y el Plan de Lucha
La UTEP se presenta como un actor clave en la denuncia de lo que considera una crisis social y económica “sin precedentes”. En su comunicado, la organización expresa una fuerte preocupación por la “entrega y la estafa al pueblo”, con un gobierno que, según su perspectiva, está más enfocado en “reprimir y criminalizar la protesta social” que en solucionar los problemas estructurales del país.
“Nuestra tarea principal es pelear para que la agenda de Tierra, Techo y Trabajo sea una realidad para todos y todas. Ninguna persona sin techo; ningún campesino sin tierra; ningún trabajador sin derechos”, se expresa en el comunicado que difunde el primer Congreso de la UTEP de 2025. El texto también agrega: “Por esto articulamos desde nuestro nacimiento con el movimiento obrero organizado y tenemos como objetivo ser parte de la CGT para seguir fortaleciendo la herramienta, la representación del sector y avanzar desde una perspectiva integral de los trabajadores para reconstruir la nación. Así que más allá de las formalidades, lo importante es avanzar en este proceso”.
El Congreso, que coincidirá con el 12° aniversario de la asunción del Papa Francisco, será también una oportunidad para consolidar un “plan de lucha” que, según Gramajo, incluirá movilizaciones y una campaña nacional contra el endeudamiento público y las políticas económicas del gobierno de La Libertad Avanza.
“Vamos a seguir confrontando con este gobierno”, afirmó el secretario general de la UTEP, quien destacó que, si el gobierno sigue adelante con la aprobación del préstamo del FMI, se verá una gran demostración de “bronca popular” en las calles.
Una Estrategia de Descentralización
Los dirigentes de la UTEP subrayaron ante este medio que, en el marco de su estrategia de lucha, se busca una descentralización de los conflictos sociales, impulsando movilizaciones más pequeñas y focalizadas, lejos del “show” mediático del gobierno. “No queremos ser parte del espectáculo que quiere montar el gobierno”, afirmó Gramajo, apuntando a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, “por su enfoque represivo hacia las protestas sociales”. Los movimientos sociales dentro de la UTEP, como el Movimiento Evita y el MTE, se comprometieron a seguir avanzando en la unidad del campo popular, entendiendo que solo a través de una mayor organización y coordinación se podrá enfrentar las políticas del gobierno y garantizar una representación efectiva para los sectores más postergados.
Aunque el Congreso de la UTEP se centrará en cuestiones gremiales y sociales, también hay espacio para el debate político. Si bien se asegura que no se discutirá sobre candidaturas ni alineamientos internos, algunos referentes del movimiento social, como Daniel Menéndez y Juan Grabois, ya se han pronunciado sobre sus perspectivas para las próximas elecciones, planteando sus posiciones. El primero afirmó que Barrios de Pie forma parte del espacio político que dentro del peronismo lanzó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el “Movimiento Derecho al Futuro” con el objetivo de hacer frente a las políticas del Gobierno nacional.
Grabois, también referente del Frente Patria Grande y Argentina Humana, ya anunció su interés de ser candidato a diputado nacional. En este contexto, el Congreso Nacional de la UTEP, reafirmará la postura de unidad de los movimientos sociales y su determinación de seguir luchando por “una Argentina más justa”, sin descuidar la creciente polarización que marca las elecciones de medio término.
El 13 de marzo, los delegados de la UTEP estarán en el centro de una importante decisión sobre el futuro de la organización y la agenda social del país. Con una profunda preocupación por las políticas de ajuste y un claro llamado a la unidad del campo popular y la realidad palpable en las calles de una marcada desmovilización social y la crisis por la que transitan los propio movimientos sociales y piqueteros.