La relación entre la práctica religiosa y la salud mental fue objeto de numerosos estudios en las últimas décadas. Recientemente, investigaciones sugirieron que los adultos mayores latinos que asisten regularmente a servicios religiosos presentan un ritmo más lento de deterioro cognitivo en comparación con aquellos que no participan en dichas actividades.

Este patrón no se observó de manera consistente en otros grupos étnicos, lo que sugiere una interacción única entre la cultura hispana y la práctica religiosa en relación con la salud cognitiva, según PsyPost.

Reserva cognitiva y participación social entre latinos

La reserva cognitiva se refiere a la capacidad del cerebro para resistir daños y mantener su funcionamiento a pesar de las patologías. Factores como la educación, las actividades mentalmente estimulantes y una vida social activa contribuyen al desarrollo de esta reserva, según el estudio que fue publicado en Research on Aging.

La asistencia a servicios religiosos proporciona estimulación mental a través de sermones y lecturas y ofrece oportunidades para la interacción social, ambos elementos clave en la construcción y mantenimiento de la reserva cognitiva.

Apoyo social y bienestar emocional

La participación en comunidades religiosas ofrece un entorno de apoyo social que puede mitigar sentimientos de soledad y aislamiento, factores de riesgo conocidos para el deterioro cognitivo. La práctica religiosa en compañía de otros y el apoyo emocional que se obtiene de las redes sociales religiosas pueden combatir el aislamiento, especialmente en personas mayores que viven solas.

Este acompañamiento social puede ser determinante para el bienestar emocional, ya que brinda un sentido de pertenencia y propósito, lo cual contribuye positivamente a la salud mental y cognitiva.

La asistencia a servicios religiosos proporciona estimulación mental a través de sermones y lecturas y ofrece oportunidades para la interacción social (archivo)

Diferencias culturales y étnicas

Es importante considerar que la relación entre la práctica religiosa y la salud cognitiva puede variar entre diferentes grupos étnicos debido a factores culturales. En la cultura hispana, la religión a menudo desempeña un papel central en la vida comunitaria y familiar, lo que podría amplificar los beneficios cognitivos asociados con la participación religiosa.

Por otro lado, en otros grupos étnicos, la práctica religiosa puede no tener el mismo impacto en la salud cognitiva, posiblemente debido a diferencias en la intensidad de la participación o en el significado cultural atribuido a estas prácticas.

Mecanismos subyacentes

Aunque la correlación entre la asistencia a servicios religiosos y un menor deterioro cognitivo es evidente en algunos estudios, los mecanismos exactos detrás de esta relación aún no se comprenden completamente. Es posible que la estructura y rutina que proporciona la participación religiosa ofrezcan un sentido de propósito y significado en la vida de los adultos mayores, lo que a su vez podría tener efectos positivos en la salud mental y cognitiva.

Además, pueden fomentar hábitos de vida saludables y proporcionar recursos para afrontar el estrés, contribuyendo así al bienestar general.

Este acompañamiento social puede ser determinante para el bienestar emocional. Foto: Archivo.

Limitaciones de los estudios

A pesar de los hallazgos prometedores, se debe reconocer las limitaciones de estos estudios. La mayoría son de naturaleza observacional, lo que impide establecer relaciones causales definitivas entre la asistencia religiosa y el deterioro cognitivo.

Factores como el nivel socioeconómico, la educación y el estado de salud general pueden influir en los resultados y no siempre se controlan adecuadamente en las investigaciones. Por lo tanto, se requieren estudios longitudinales más robustos para confirmar estos hallazgos y explorar los mecanismos subyacentes con mayor profundidad.

Implicaciones prácticas

Para los profesionales de la salud y cuidadores que trabajan con poblaciones hispanas de edad avanzada, fomentar la participación en actividades religiosas podría ser una estrategia efectiva para apoyar la salud cognitiva. Sin embargo, es importante abordar este tema con sensibilidad cultural y respetar las preferencias individuales de cada persona.

No todas las personas mayores se sienten cómodas o están interesadas en la participación religiosa, por lo que es importante ofrecer una variedad de actividades sociales y cognitivamente estimulantes que se alineen con sus intereses y creencias personales.