El presidente Gustavo Petro no aceptó el virtual hundimiento de la reforma laboral en la Comisión Séptima del Senado, luego de que ocho congresistas firmaran una ponencia negativa para archivar la iniciativa. A través de su cuenta de X, criticó la postura de los senadores y senadoras firmantes y advirtió una ruptura del diálogo entre el Gobierno nacional y el Congreso de la República.
“Quienes enarbolan a Jesús y votan contra el pueblo trabajador, traicionan al padre putativo de jesús: al pueblo de Dios, que son la gente humilde y que trabaja. Enarbolan la cruz de cristo, pero su corazón está con la codicia. Con esta actitud de la mayoría de la comisión VII rompen el diálogo entre el Congreso de Colombia y el gobierno del Cambio”, indicó el jefe de Estado.
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Su postura sobre la decisión tomada por buena parte de los senadores de la Comisión, que impedirá el avance de la reforma, fue criticada por varios congresistas, que calificaron sus palabras como una amenaza a quienes legislan. Afirmaron que sus proyectos deben ser concertados, incluyendo a todos los sectores afectados en los diálogos.
“Presidente, ¿qué tal si en vez de amenazar cumple su promesa de diálogo nacional? No todas las reformas las puede imponer con mermelada o Benedettis. Abra un diálogo con todos los sectores, concerte. De lo contrario no habrá cambio de nada. Una oportunidad perdida para Colombia”, indicó la representante Catherine Juvinao, una de las congresistas que se pronunció en contra del jefe de Estado.
A la ola de comentarios se unió el expresidente del Senado Iván Leonidas Name Vásquez, actualmente investigado por su presunta participación en el entramado de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd). En la red social, publicó un mensaje solidarizándose con los senadores que fueron blanco de los señalamientos del presidente Petro.
En su mensaje, aseguró que hacer oposición en Colombia y “combatir el totalitarismo” es ahora una labor “de alto riesgo” en el país, refiriéndose a las amenazas del primer mandatario. Desde su perspectiva, se está apropiando una política de anulación, ejecutada como una “política de gobierno”, en contra de los opositores.
“Le extiendo a mis colegas de la Comisión Séptima del Senado mi solidaridad ante los infames ataques y amenazas del gobierno, empezando desde el Presidente de la República, y sus ministros”, añadió.
Misma pelea, diferente proyecto: la caída de la reforma a la salud
La mala relación entre el Congreso de la República y el Gobierno nacional, específicamente el presidente Gustavo Petro, no es nueva. En abril de 2024, cuando la Comisión Séptima del Senado tumbó la primera reforma a la salud del Gobierno, uno de sus proyectos más importantes, el primer mandatario aseguró que los congresistas están financiados por empresas como Keralty, que tienen o tenían poder sobre algunas EPS.
“En la comisión séptima de senado nos derrotó Keralty por ahora. No es cualquier cosa. Nos derrotaron no unos cuantos parlamentarios financiados por unos extranjeros. Nos derrotó una violación flagrante de la constitución y la ley”, escribió el presidente Gustavo Petro en X.
En consecuencia, el entonces presidente del Senado, Iván Name, emitió un comunicado en el que rechazó las declaraciones del jefe de Estado, argumentando que constituían injuria y calumnia. Desde su perspectiva, el primer mandatario atentó contra la dignidad de los legisladores que, en su ejercicio de discusión y debate, impidió que la reforma se convirtiera en ley de la República.
Asimismo, afirmó que la Comisión Séptima del Senado ha aprobado otros proyectos del Gobierno, como la reforma pensional, por lo que no se podría inferir que los congresistas están actuando para perjudicar al presidente. En ese sentido, advirtió que la elevación del tono contra los senadores solo deteriora las relaciones entre las ramas del poder público.