EL BOLSÓN.— A 11 días del inicio del fuego en la zona de Confluencia y Mallín Ahogado, el incendio continúa activo y ya quemó unas 3400 hectáreas. Si bien anoche la lluvia dio cierto alivio, se trató de una jornada sumamente complicada para los brigadistas, por el recrudecimiento del viento en la zona. En una zona de chacras, las llamas consumieron tres casas y avanzaron incluso hacia la base del Servicio de Prevención y Lucha Contra Incendios Forestales (Splif), sobre la ruta 40.
Las llamas tuvieron ayer “una corrida” hacia la zona de la Cascada Escondida, formada por el arroyo del Medio y ubicada a 10 km de El Bolsón, dentro de la Reserva Forestal Loma del Medio-Río Azul. En ese lugar, el fuego devoró tres viviendas. “Fueron momentos muy críticos, porque las rotaciones del viento eran constantes. Eso no obligó a replegar el personal a zona segura por momentos, porque el incendio saltó todas las líneas de trabajo”, dijo hoy a LA NACION Orlando Báez, jefe del Splif de Bariloche.
Mientras él habla, la Central del Splif El Bolsón es un hormiguero de brigadistas y funcionarios. A cada rato, la charla se interrumpe por el paso de algún avión hidrante.
Tras la lluvia de anoche, se reanudaron las tareas de combate en los sectores más cercanos al fuego. Eso significa que los brigadistas no están trabajando en un ataque indirecto, como lo venían haciendo hasta este fin de semana, sino que se enfocan en ensanchar las líneas de trabajo y enfriar puntos calientes. A su vez, tienen el apoyo de los medios aéreos, que se concentran en combatir el fuego en sectores de muy difícil acceso. Actualmente operan tres aviones hidrantes y dos helicópteros.
Hoy la zona también es azotada por vientos, con ráfagas de 60 km/h. Si bien en El Bolsón y alrededores no hay tanto humo en suspensión como sí se vio este fin de semana (el sábado incluso impedía ver el cerro Piltriquitrón), el olor a quemado es muy fuerte. “Esta mojada no es garantía de nada. Llovió durante muy poco tiempo. Sí nos dio el espacio para acercarnos, trabajar en un combate directo del fuego y poder lograr el avance en algunos sectores”, aclaró Báez.
El incendio que comenzó de manera intencional el jueves 30 de enero continúa activo en todos sus flancos. Aunque este domingo los brigadistas se concentraron en la zona de la Cascada Escondida, lo cierto es que hay temperatura y puntos calientes en todo el perímetro del incendio.
Por la presencia de unas 700 viviendas en la zona conocida como Loma del Medio (donde los vecinos se autoevacuaron), el Splif replegó ayer personal hacia ese lugar y luego hacia Cascada Escondida. Hoy los 176 combatientes que trabajan en la línea de fuego fueron nuevamente redistribuidos (también se combate el fuego en zonas altas de la montaña). Mientras tanto, los pobladores de Loma del Medio han vuelto a sus casas, aunque se mantienen alertas: si bien ayer se preveía que el fuego avanzara hacia allí, durante la tarde hubo una rotación del viento que obligó a los combatientes a reprogramar todo sobre la marcha.
Mucho desgaste físico
“La cantidad de personas trabajando va variando. Los sectores en los que se trabaja demandan mucho desgaste físico. La brigada de Splif viene de combatir otro incendio activo, el de Los Manzanos, en el sur del Parque Nacional Nahuel Huapi. Son jornadas largas y el cansancio físico se hace sentir. Y el riesgo que eso conlleva”, advierte el jefe del Splif. En El Bolsón, los brigadistas fueron divididos en dos grupos y realizan rotaciones: algunos trabajan durante el día, hasta cerca de las 22, y luego ingresan los del turno noche, que mantienen las guardias.
En relación con las previsiones climáticas, Báez señala que esta semana tendrán un “buen margen de trabajo”. A partir de mañana, el viento será más leve y las temperaturas, bajas. “Toda la ciudadanía sabe que tenemos un incendio que puede ingresar por cualquiera de los sectores. Hoy el riesgo es mucho mayor porque lo tenemos muy cerca de El Bolsón. La localidad siempre está en riesgo: la corrida que pegó ayer estuvo muy cerca de nuestra base sobre la ruta 40. Y si no corre por este lado, puede correr por Loma del Medio”, subraya Báez.
Desde el Splif tratan de estar en varios frentes con los recursos disponibles. Los brigadistas se reparten por estos días entre el incendio en Los Manzanos (que está fuera de control y avanza hacia el Manso inferior) y el de El Bolsón. Asimismo, ayer debieron intervenir, junto a los bomberos voluntarios, en otro foco en el barrio Lera en Bariloche.
“Tratamos de administrar los recursos haciendo un juego de ajedrez. Estamos charlando con el Gobierno rionegrino para reforzar con ingresos, pensando ya en la próxima temporada de verano. Ojalá se cumplan las previsiones de lluvias fuertes para fines de febrero. Pero hay que pensar en las próximas temporadas, porque los fuegos han cambiado mucho, por el cambio climático. Estos incendios se inician y, en pocas horas, corren kilómetros. Eso da poco margen de actuación. El de Confluencia, por ejemplo, se ‘comió’ 9 kilómetros en 2 horas”, grafica el jefe del Splif.
En ese sentido, pone el foco en la necesidad de reforzar con personal capacitado y con equipamiento. “Hoy hay fuego en todas las provincias patagónicas. Por eso creo que no solo Río Negro, sino toda la Argentina debiera tener aeronaves pesadas con mayor capacidad de descarga de agua, así como maquinarias viales, para poder dar otro tipo de respuesta. Los helicópteros pesados, por ejemplo, son mucho más maniobrables en la zona de montaña y con capacidad de descarga de unos 4000 litros de agua”, advierte Báez. Los helicópteros Bell que por estas semanas operan en El Bolsón y el Manso transportan unos 900 litros.
—Teniendo en cuenta tu experiencia, ¿qué se puede esperar del incendio en El Bolsón?
—Atento a los recursos que tenemos, hoy necesitamos de grandes lluvias. Vamos a tener alguna racha favorable de trabajo pero creo que el fuego se va a volver a levantar y va a tratar de seguir avanzando.