El Museo de la Ciudad de Vicente López rindió un homenaje a la figura de Bartolomé Mitre con una charla sobre los principales hitos que marcaron la vida del expresidente y la presentación de un cuadro donado al municipio por la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de Olivos, un retrato del general que se exhibirá de manera permanente en la sede de la institución municipal.
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El fotograbado, basado en una fotografía de 1890, fue cedido a la Sociedad por la familia del prócer tras su muerte en 1906 y está firmado por E. Conti. En la imagen, Mitre posa a sus 70 años con levita, moño y chambergo, la mirada al frente y gesto napoleónico.
El secretario general de la Municipalidad, Paolo Barbieri, y el presidente de la Sociedad Cosmopolita, Oscar Revuelto, se refirieron a la estrecha conexión que Mitre tuvo con esta localidad de Zona Norte, en parte debido a su amistad con Herman Wineberg, su dentista y vecino de la zona. Además, el exmandatario fue socio protector de la Sociedad Cosmopolita, cuyo 120 aniversario fue conmemorado hoy en Olivos. Allí, una estación de tren y una escuela llevan el nombre del expresidente, como también en su momento una antigua panadería cercana donde el prócer y su dentista compraban masitas para la hora del té.
“Mitre fue un hombre de múltiples facetas”, recordó su tataranieto Bartolomé Abella Nazar en la sala, y reveló aspectos de la personalidad del fundador de LA NACION: “Cuando fue senador, cobraba solo por los meses que trabajaba. Cuando iba a la redacción del diario, se sentaba delante del tipógrafo y dictaba en caliente toda su editorial, sin cambiar un punto ni una coma. Cuando cumplió 80 años, fue un jubileo terrible. Mitre está en todas las plazas del país, de medio cuerpo, de pie, a caballo; en su época había abanicos con su imagen, hasta galletitas y pelotas. Mitre fue una marca”.
A la hora de profundizar en el legado del expresidente, el Museo Mitre participó en el evento con una conferencia presentada por su directora, Gabriela Mirande Lamédica, que estuvo a cargo del licenciado Mario Ezequiel Pérez, responsable del área de Gestión de Colecciones del Museo.
El experto realizó un recorrido detallado por la vida del prócer, destacando hechos clave que marcaron tanto su carrera política como su vida personal. “Mitre es una figura clave para comprender los orígenes de nuestra nación”, señaló, además de mostrar imágenes de piezas del Museo representativas del patrimonio cultural de la época.
La conferencia ofreció una mirada exhaustiva a la vida del homenajeado, desde sus primeras experiencias políticas hasta su rol como presidente de la Nación, e incluyó anécdotas personales como su participación en 1852 en la batalla de Caseros como joven artillero y un especial incidente ocurrido durante el sitio de Buenos Aires, el cual dejó una marca física y simbólica en Mitre para el resto de su vida.
Mientras realizaba un reconocimiento del terreno en Potreros de Langdon, una bala impactó en su frente. “‘Sostenedme. Quiero morir de pie, como un romano’”, habría esgrimido en ese momento crítico. Sin embargo, el disparo fue milagrosamente amortiguado por una escarapela de metal que su esposa Delfina había cosido en su gorro. Este hecho no solo salvó su vida, sino que también le dejó una cicatriz estrellada. “A partir de entonces, el general no pudo usar galera, ni gorro, porque le ocasionaban mucho dolor, y el chambergo se convirtió en su característico atuendo”, señaló el responsable del Museo. Pérez también recordó que, en una ocasión, una vez que el emperador de Brasil le preguntó por la herida, si le dolía, Mitre replicó: “‘Ni un simple dolor de cabeza. Por eso receto siempre un balazo en la frente para los que padecen dolor de cabeza’”.
La figura del político, filántropo, periodista, estadista y escritor, como se destacó durante el evento, es fundamental para entender los orígenes de la Argentina moderna.