Un grupo de buzos arqueólogos descubrió en la profundidad del río Nilo una nueva visión del antiguo Egipto que podría ser reveladora y daría un giro a lo que se conoce hasta ahora sobre aquella civilización. La expedición contó con el trabajo conjunto de expertos franceses y egipcios, quienes rescataron y fotografiaron obras desconocidas de algunos faraones.
El país del norte de África es un epicentro de la cultura occidental y un oasis para los amantes de la arqueología e historia por sus decenas de templos y representaciones milenarias que aún están en pie, a pesar de los más de 3000 años que transcurrieron desde su creación, como lo son las pirámides de Giza.
En esa línea, desde el Consejo Supremo de Arqueología y la Universidad Paul Valerie de Montpellier iniciaron la Misión Arqueológica Francesa Egipcia en las profundidades del Nilo, con el fin de investigar a fondo un perímetro nunca antes analizado. Gracias a este proyecto, los científicos dieron con diferentes elementos milenarios que permanecieron bajo el agua desde las inundaciones de 1960 y 1970.
Según informó en un comunicado el Ministerio de Turismo y Antigüedades de ese país, existe la posibilidad de encontrar nuevas expresiones artísticas como artefactos que sirvieron para la vida pública de los egipcios.
Los buzos encontraron “una serie de pinturas, tallas y miniaturas de los reyes de ambos Amenhoteb III, Hattmes IV, Basmatic II y Epis”. Esta expedición tuvo lugar en la región de Aswan para estudiar las formaciones rocosas entre el embalse de Aswan y la Presa Alta, que fueron descubiertas en la década de 1960 durante la campaña para salvar las huellas del Nuba.
El doctor Hisham Alithi, jefe del Sector de Preservación y Registro Arqueológico Egipcio, explicó que “la misión utilizó todas las técnicas modernas de buceo, escaneo arqueológico, fotografía, video submarino y fotogrametría, así como dibujo arqueológico, con el fin de identificar y documentar el resto de las tallas de las rocas”.
Hacia el final del comunicado, los responsables del proyecto señalaron que “este estudio arqueológico indica la posibilidad del descubrimiento de nuevas tallas e información histórica sobre la vida rutinaria del antiguo Egipto, el decimoctavo período familiar, el reinado del rey Tathmes IV y el rey Amanhoteb III, así como algunos reyes tardíos de Lasima, del período del Rey Bismático II y el Rey Ebrees”.