En una tarde de sábado increíble y con entorno soñado, rodeados de verde y de un gran lago, Milagros “Mili” Maylin (39) y Horacio Rodríguez Larreta (59) celebraron su fiesta de casamiento. Fue el 30 de noviembre, en Sofitel La Reserva Cardales, en el km 61 de la ruta Panamericana, en Campana. Allí, y junto a 350 invitados –entre familiares, amigos de toda la vida, figuras del espectáculo y del mundo de la política–, el ex jefe de Gobierno porteño y la ex directora del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU) sellaron su relación, una historia de amor que nació de a poco, hace dos años, en el ámbito laboral –la política–, y que fue creciendo y superando adversidades; la muerte de Claudio, el padre de Milagros, en el mes de julio tras un cáncer de páncreas fue, sin dudas, una de las más desafiantes. En una entrevista que había brindado a ¡HOLA! Argentina, Mili dijo: “Ha sido un año difícil, pero casarnos es una manera de reconfirmar lo que nos pasa; es decir ‘Acá estamos’”. Así, el miércoles 27 de noviembre, tres días antes de la fiesta, la pareja pasó por el Registro Civil Central, de calle Uruguay 753, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para dar el esperado “sí, quiero”. Esa primera ceremonia –a la que asistieron familiares y amigos muy íntimos de los novios– fue la antesala de una celebración esperada, divertida y, en todo momento, cargada de mucha emoción.

En el altar que se montó al aire libre y ante la presencia de la jueza Alejandra Cavalieri, la funcionaria que los había casado en el Registro Central de CABA, tres días antes, Milagros y Horacio, felices y enamorados, dijeron sus votos.

ZAPATOS, VOTOS Y ANILLOS

Cuando empezaron a sonar los violines de Maestro In Blue, la banda de sonido que Kostas Christides compuso para la serie de Netflix, Mili empezó a avanzar por el parque del Sofitel La Reserva Cardales, bajo la mirada atenta de Marisa Monteserin, la wedding planner de Borderline que tuvo a su cargo la organización. Precedida por un cortejo de lujo –abría Serena, la hija menor de Horacio, y, junto a ella, los sobrinos de Mili: Segundo, Indalecio y Helena, los tres hijos de Delfina, y Ramón, que es hijo de Agustina y, como es bebé, iba en un carrito de madera–, Mili lucía un impactante vestido creado por Gabriel Lage, el mismo diseñador que la había vestido con un conjunto en crêpe satín verde lima para el Civil, tres días antes.

“Porque me elegiste; te elegí. Porque creo en vos y vos creés en mí. Porque estamos juntos en las buenas, en las malas y en las malísimas. Porque cuando nos alejamos nos falta el aire. Porque no me imagino la vida sin vos”, leyó Mili en sus votos. Sin leer y sosteniéndole la mirada a Mili, Horacio le agradeció su risa, su compañía y lo amorosa que es con sus tres hijas.

Glamorosa y femenina, la pieza de novia fue realizada en crêpe marroquí blanco nácar con bordados geométricos en cuello y puños. Además de un velo bordado a mano, una diadema de cristales checos by Roxana Zarecki [un deseo que Mili tenía], la novia llevó unos zapatos muy especiales: en la plantilla, decían “Papá presente”. A través de sus amigos, Claudio estuvo presente: fueron Nejo, Pablo, Flavio, Fabio, el Negro y otro Pablo quienes la entraron. “Mi papá estaba superentusiasmado [con la boda]. A Maestro In Blue la había buscado él: se imaginaba que, con esa música, me entraría a la ceremonia”, también había contado Mili a ¡HOLA! Argentina. El final del trayecto hacia el altar –instalado bajo un arco con flores–, donde la esperaba Horacio, sobrio, con traje azul oscuro, corbata también oscura [un regalo que Claudio Maylin, papá de Mili, le hizo a Horacio antes de morir] y boutonnière en la solapa izquierda, Mili lo realizó acompañada por su madre, Mariana Vasquez Ferro.

Parte del cortejo estaba conformado por los sobrinos de Mili: Segundo (7), Indalecio (9) y Helena (4), los tres hijos de Delfina, que es arquitecta. Minutos antes, ya había entrado Serena, la hija menor de Horacio Rodríguez Larreta. En segundo plano, junto a Mili estánNejo Ferrando, Fabio Bertani, Pablo Devoto, Negro Méndez y Flavio Caputo, los mejores amigos de Claudio Maylin, quien murió en julio de este año, y Pablo Vasquez Ferro, el tío de Mili y hermano de Mariana Vasquez Ferro.

Tras las palabras de la jueza Alejandra Cavalieri, la funcionaria que los había casado en el Registro Central de CABA, llegó el momento de los votos: “Cuanto más difícil se hace, más equipo somos. Porque cuando nos alejamos, me falta el aire”, dijo Mili leyendo el texto que había preparado. Sin leer y sin dejar de mirar a Mili, Horacio le agradeció su risa, su compañía y lo amorosa que es con sus tres hijas. El intercambio de anillos, que fue otro de los grandes momentos de la boda, estuvo a cargo de Serena. “Ella estaba feliz”, contaron allegados de los novios a ¡HOLA! Argentina. Para “esta misión”, Serena había practicado muchísimo. Antes de que los invitados se trasladaran al salón Le Dome, del Sofitel Cardales, donde tuvieron lugar la comida y la fiesta, los testigos les dedicaron unas palabras a los recién casados. Por parte de Mili, hablaron Ana Clementi y Ana Bayley. Y, por parte del novio, Gonzalo Robredo y Juan Bosch, quienes rememoraron varias anécdotas, ya que son amigos desde hace tiempo con el actual líder de Movimiento al Desarrollo (el MAD es el nuevo think tank que Rodríguez Larreta lanzó en agosto pasado): estudiaron juntos en la Escuela Argentina Modelo. La bendición de Fabrizio Maranzana, el sacerdote que estuvo en la ceremonia [conoce a Mili desde que tenía 17 años], llegó justo cuando ya al borde de la noche del sábado 30 empezaban a caer las primeras gotas de lluvia: “Dios los está bendiciendo”, dijo.

En un carrito de madera, iba Ramón, el bebito de Agustina, que estudió Administración de Empresas.

BAILANDO EN LA ESCENARIO

En el salón, cerca de la mesa principal en la que se ubicaron los novios y sus familias, se habían dispuesto varias mesas: algunas, destinadas para los íntimos de Horacio y otras, para los de la familia Maylin-Vasquez Ferro. “El lugar estaba repleto; no hubo ausencias”, coincidieron varios invitados: había políticos, empresarios y celebridades. Por decisión de los novios, las mesas fueron decoradas con objetos realizados por emprendedores sociales de los barrios en los que Mili trabajó cuando ejercía como funcionaria: las canastas del pan y los individuales eran de LH Handmade, de las mujeres tejedoras de Loma Hermosa; y las velas, de la ONG Luz de Esperanza, del Barrio 31. “A Horacio, que es fan de lo simple, todas las opciones le encantaron”, había contado días antes del casamiento Mili a ¡HOLA! Argentina. Después de la comida: bondiola en cocción lenta con zanahorias, portobellos y salsa de mostaza antigua; y, el postre, creme caramel con salsa toffee de pomelo y helado de dulce de leche] llegó una sorpresa: un show a cargo de la banda Ráfaga [fue un regalo que le hicieron las amigas de Mili] que hizo bailar a todos… y, en especial, a los recién casados, quienes, exultantes, bailaron divertidos sobre el escenario.

En el camino hacia el altar, rodeado por arreglos de Michelson Lagos a ambos lados, hubo aplausos y mucha emoción. Mariana Vasquez Ferro acompañó a su hija en el tramo final, donde esperaba Horacio.

COREOS Y TOQUES DE RACING

Casarse con Horacio –había dicho Milagros– sería el momento más feliz de su vida, aunque lo viviría mezclado con tristeza por la ausencia de su padre, Claudio. “Tengo la esperanza de que ese día pueda unir el cielo y la tierra”, soñaba. Durante la fiesta, tanto ella como sus tres hermanas, Delfina, Agustina y Magdalena, le dieron apoyo a Mariana Vasquez Ferro, la madre del clan, que estaba muy emocionada. Otro de los grandes momentos de la fiesta se vivió cuando Mili y Serena bailaron “Flores amarillas” con coreografía incluida; o, cuando Mili, su madre y sus hermanas bailaron “Man! I Feel Like a Woman”… Si bien no hubo vals, sí hubo un baile en el cual las dos familias se unieron: participaron Manuela Calderón, Paloma y Serena Rodríguez Larreta y los hermanos de Horacio, Augusto, Rafael, Antonio y Mariano. Horacio también bailó: para “tener un desempeño digno en las pistas”, practicó con constancia, aseguran en su círculo rojo quienes, además, relataron el “glorioso” momento del carnaval carioca con una profusión de cotillón de Racing.

Horacio llevaba un traje azul oscuro; la corbata también oscura fue un regalo que Claudio Maylin, papá de Mili, le hizo a Horacio antes de morir.

Los 350 invitados –tanto los que se quedaron a dormir en el hotel como aquellos que llegaron al fin de la fiesta, cerca de las cinco de la mañana del domingo– se llevaron de esa noche de buena música [el DJ fue Tommy Muñoz] y buena onda, cotillón con los colores de la Academia [tanto la familia de Horacio como la de Mili son fanáticos de Racing], una caja con un pan dulce especial [realizado por emprendedores sociales de Construyendo, de Villa Itatí, Quilmes] y unas divertidas máscaras de cartón del “Pelado”. Al cierre de esta edición, los recién casados desembarcaban en China, donde pasarán diez días de relax con un mix de planes laborales: mientras Horacio recargará pilas para retomar el trabajo que está haciendo desde el Movimiento al Desarrollo en provincias y en municipios, Mili está pensando en lanzar un emprendimiento infantil a su vuelta de la luna de miel.

Milagros, posando en Sofitel Cardales, con el vestido que Gabriel Lage creó especialmente para ella: un diseño al cuerpo en crêpe marroquí blanco nácar. Tanto los puños como el cuello llevaban bordados geométricos. El velo estaba realizado íntegramente con una técnica artesanal. El detalle: la diadema de cristales checos, tallada en cera de modelado y acabado en metal, realizado por Roxana Zarecki. Lage, que fue el autor del outfit que Mili eligió para el civil, fue quien sugirió el ramo. Milagros con su familia: de izquierda a derecha, su madre, Mariana Vasquez Ferro de Maylin, y sus tres hermanas: Magdalena (embarazada de pocos meses), Agustina y Delfina. Salvo Agustina, que luce un diseño azul de Fabio Toñanez, todas están vestidas por Sentido Vertical. Mientras el cóctel y las barras de tragos fueron dispuestas en la galería, la comida tuvo lugar en el interior del salón Le Dome. Marisa Monteserin, la wedding planner de Borderline, organizó las mesas de manera descontracturada alrededor de la mesa central, donde estaban los novios. Acá, Mora Furtado, Clara Balcarce, Guillermo Díaz Alberdi, Julio Vacarezza, Virginia Holmberg, Cecilia Araya, Juan José Díaz Alberdi; y, atrás, Aníbal Díaz Alberdi, Cristina Díaz Alberdi (la madre del novio, con un vestido azul) y la novia de Aníbal, Azul Lauro. El ex ministro de Economía Hernán Lacunza, su mujer Adriana y el periodista Carlos Pagni.  Los recién casados junto a Lilita Carrió.Martín Cabrales y Dora Sánchez, viuda de Horacio Rodríguez Larreta padre.Mili con Cris Morena, que fue una de las primeras en llegar al Sofitel. Según la invitación (a través de un código QR), la cita era a las 18.30 del sábado. Para el evento, la productora y creadora lució un vestido corto dorado con escote corset, realizado en chantilly francés, de la diseñadora Claudia Arce. El toque: un saquito bordado a tono.La decoradora Minnie Firpo con María del Carmen Cerruti, madre de Máxima Zorreguieta.A las ambientadoras Techi Michelson & Martina Lagos, de Michelson Lagos, Horacio les pidió una ambientación “pelada, lo más austera posible”. Mili, sin embargo, lo convenció para montar un único lugar para que los invitados se sacaran fotos en este spot con flores. Federico Braun y María Freixas de Braun con Mili. Guillermo Dietrich, ex ministro de Transporte, con su mujer, Javiera Álvarez Echagüe. Enrique “Quique” Sacco y María Eugenia Vidal, con un outfit de Evangelina Bomparola. “Ella, que fue mi mentora y la quiero como amiga, fue de las primeras personas a quien le conté lo que me pasaba con Horacio”, contó Mili en una entrevista a ¡HOLA! Argentina. Carolina Stanley, ex ministra de Desarrollo Social de la Ciudad y de la Nación. Roxana Zarecki y su marido, Sebastián Bagó.El diputado Nicolás Massot con su mujer, Clara Comoretto, y Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos.El productor Guillermo Pendino, Cris Morena, Quique Sacco, María Eugenia Vidal y, Alberto Rossi, Calilo Sielecky y su mujer, Natalie, Mariana Bagó, Zoraida Awada, Mercedes Miguel, ministra de Educación de CABA, y su marido, Diego Fernández. Mili y Horacio, en el escenario que se había armado en el salón, rodeados por las amigas de Mili.En lugar del vals, Mili y su familia organizaron una coreografía, que supuso mucho ensayo antes de la boda y en la que participaron también los cuñados. El sábado, en el escenario de Le Dome del Sofitel y con otro vestuario, descollaron sobre el dancefloor. Cuentan que Serena, la hija de Horacio, también se sumó al baile con mucha gracia y ritmo.Amalia Amoedo, la coleccionista y nieta de Amalia Fortabat, y Anita Alegría.La original torta de bodas, de tres pisos y de vainilla con dulce de leche, fue un diseño de Kekukis, la patisserie de María Paz Tailhade.El abrazo de los novios, al final de la fiesta.La tarjeta de invitación, a través de QR.

Fotos: álbum de los novios/cortesía Gabriela Mabromata

La tapa de revista ¡Hola! de esta semana