La modelo Alessandra Bonelli, ex chica reality y modelo, ha decidido hablar públicamente junto a su abogado sobre el terror que vivió en 2015 tras ser drogada y abusada sexualmente por Víctor Hugo Lurquín Daza, un entrenador personal que, pese a haber recibido una condena de 10 años de prisión efectiva en 2022, aún permanece en libertad.
Esta historia, expuesta nuevamente por Magaly TV La Firme el 20 de noviembre, ha despertado la indignación de la sociedad y evidenciado las falencias del sistema judicial y policial peruano. Bonelli relató cómo fue traicionada por alguien en quien confiaba.
“Tenía 24 años cuando fui violentada por este sujeto, un entrenador que conocía a mi familia y que supuestamente se preocupaba por mi bienestar”, comentó visiblemente conmovida. Según su testimonio, Lurquín la invitó a su departamento con la excusa de realizar un tratamiento para reducir grasa corporal.
Allí, la drogó con benzodiazepinas mezcladas con alcohol, dejándola en estado de inconsciencia para luego abusar de ella. El caso, que tuvo un largo proceso judicial, finalmente determinó la culpabilidad de Lurquín gracias a la evidencia de líquido seminal encontrada en las prendas de la víctima.
En noviembre de 2022, el agresor fue sentenciado a 10 años de prisión efectiva y al pago de 50,000 soles como reparación civil.
Sin embargo, a casi dos años de la condena, Lurquín sigue prófugo, mientras suma más denuncias por parte de otras mujeres que aseguran haber sido víctimas del mismo modus operandi. Es por ello, que la modelo alza la voz para evitar más casos similares.
Otras denuncias
Laura Cuadros, otra joven que también denunció al entrenador, ha utilizado sus redes sociales para advertir sobre el peligro que representa Lurquín. “No puede ser posible que, a pesar de existir una orden de captura, este hombre siga libre. Cada día que pasa fuera es una herida abierta para nosotras y un riesgo latente para más mujeres”, manifestó en su cuenta.
Por su parte, el abogado de Alessandra, Julio César Mendoza Herrera, explicó que la demora en el sistema judicial permitió que el caso se extendiera durante años, lo que dio tiempo al agresor para planear su huida.
“A pesar de contar con pruebas contundentes, como los resultados forenses, y con una sentencia dictada, la captura de este hombre aún no se concreta”, señaló indignado.
Además de Bonelli y Cuadros, otras mujeres han comenzado a compartir sus testimonios en redes sociales, detallando experiencias similares con el entrenador. Esto sugiere que Lurquin habría utilizado el mismo método para dopar y agredir a sus víctimas, mientras se presentaba como un profesional confiable en el ámbito del entrenamiento personal, y aparentemente continúa haciéndolo.
En el programa de Magaly Medina, se difundió también el testimonio de Bonelli, quien expresó su deseo de que su caso sirva como ejemplo para otras mujeres. “No estoy dispuesta a quedarme callada. Hablo no solo por mí, sino por todas las que hemos sufrido en silencio. Esto no puede seguir ocurriendo”, declaró con firmeza.
El caso reaviva la discusión sobre la necesidad urgente de fortalecer las medidas de captura y garantizar la justicia para las víctimas de violencia sexual en el país. Las denunciantes piden a las autoridades que prioricen la búsqueda de Lurquín y hagan cumplir la sentencia que se le impuso, evitando que nuevas mujeres sean víctimas de este sujeto.
