¿Qué pasaría si la falta de oportunidades no fuera un obstáculo para alcanzar los sueños? Hoy te quiero contar dos historias que son una verdadera inspiración y que demuestran el poder de la educación cuando se abren caminos para aquellos que más lo necesitan.
En la primera nota, vas a conocer a Maru, una joven de un pueblo muy pequeño de Formosa, de apenas 5 mil habitantes. Ella siempre soñó con ser médica. Pero como muchos otros jóvenes de zonas rurales, se enfrentó a la cruda realidad de una educación desigual que amenazaba con desvanecer su anhelo.
Pero, atención, aquí es donde la historia da un giro: Maru tuvo la oportunidad de ingresar a un programa de la Fundación Sí que cada año beca a 200 jóvenes como ella. Los ayuda a que puedan vivir en la ciudad donde se encuentra la universidad que dicta la carrera que eligieron y les financian la vivienda, la comida y los costos de sus estudios durante toda la carrera.
Hoy, Maru está haciendo un curso intensivo que da la fundación para prepararla para la universidad. Son 30 días de clases. Y ya sueña con lo que hará apenas se reciba:
—Quiero volver a mi pueblo, Mayor Villafañe. Allá, en mi comunidad, casi no hay médicos.
Ella es Maru:
- Si querés conocer la historia completa de Maru, entrá en este link.
Y si esta historia te emocionó, preparate para conocer a Eceba, un joven wichí de 17 años que desde su comunidad en El Potrillo, en Formosa, soñaba con ser profesor de Letras.
Su historia nos muestra las múltiples barreras que enfrentan los jóvenes de comunidades indígenas para acceder a la educación superior, como la falta de recursos económicos, el hecho de que están lejos de las universidades y la realidad de no dominar a la perfección el castellano.
Eceba, al igual que Maru, recibió una beca de la Fundación Sí y la oportunidad de prepararse para la universidad. Este joven no solo quiere estudiar sino que tiene un gran propósito: volver a su comunidad y enseñarles a sus compañeros la importancia de dominar el castellano, integrando su lengua materna, para que así puedan acceder a todas las oportunidades posibles.
—Yo quiero volver como profesor para darles la materia en castellano y traducirlo a nuestra lengua cuando no entiendan.
Él es Eceba:
- Si querés conocer la historia completa de Eceba, podés entrar en este link.
Tanto Maru como Eceba son un ejemplo de cómo, con las oportunidades adecuadas, los jóvenes pueden alcanzar sus sueños, sin importar de dónde vengan.
Estas historias nos recuerdan la importancia de iniciativas como la Fundación Sí, que crean puentes hacia la educación superior para jóvenes vulnerables. A pesar de las dificultades y la desigualdad, ellos demuestran que, con apoyo y preparación, los sueños se pueden materializar.
Espero que tengas un buen fin de semana.
Saludos,
Javier