CÓRDOBA.- La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich llegó a Córdoba para presidir, junto al gobernador Martín Llaryora, el acto de cierre de la Primera Reunión del Consejo Federal de Seguridad en Eventos Deportivos. En ese marco, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) aprovechó la oportunidad para recibir a la funcionaria con una advertencia sobre “la posible vuelta de los piquetes”.

La frase fue pronunciada por el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, en medio de una protesta de los propios estatales, el sindicato de los trabajadores químicos y la Uocra de Río Tercero. Los manifestantes cortaron por unas horas la autovía Córdoba-Río Cuarto (ruta nacional 36) a la altura de la ciudad de Almafuerte por los 125 despidos y 120 suspensiones en Petroquímica Río Tercero.

A través de su red social X (exTwitter), Aguiar sostuvo: “Los estatales cortamos la ruta de Córdoba en defensa de los puestos de trabajo en Fábrica Militar. Tenemos que endurecer las protestas y no debemos descartar la vuelta de los piquetes”. La lógica del sindicalista es que a los gremios no les alcanza con los paros para protestar, por lo que necesitan retomar la metodología de protesta que surgió en los años ´90.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, autora y ejecutora del protocolo antipiquetes

Con una foto del corte, Aguiar añadió que hay que “empezar a cambiar la metodología de protesta y endurecer los reclamos en todo el país. No deberíamos descartar la vuelta a los piquetes”. Las declaraciones del sindicalista tuvieron lugar en medio de una oleada de despidos en el Estado, que se acercan a los 30.000 durante la breve administración de Javier Milei.

Hace dos semanas la Petroquímica Río Tercero -del grupo Piero- despidió a 125 empleados de los 375 que tenía y anunció que dejaba de producir el producto denominado TDI; era la única que lo hacía en Latinoamérica y argumentó que hay una caída mundial ventas, a lo que se suma una mayor oferta por industrias instaladas en Asia.

“Esta nueva etapa de Petroquímica Río Tercero es una consecuencia inevitable y obligada de un proceso que la empresa ha venido atravesando en los últimos años”, señaló en un comunicado e indicó que focalizará sus negocios en soluciones para la industria de la espuma y en otros químicos, como el Policloruro de Aluminio (PAC), utilizado para el tratamiento de aguas.

En paralelo los trabajadores de la estatal Fábrica Militar de Río Tercero se declararon el estado de alerta y movilización porque la producción de ácido nítrico implica 60% de la facturación y Petroquímica comenzará a importarlo de China. David Salto, el secretario de ATE Río Tercero, admitió que podría haber “problemas” en la planta sino hay nuevos clientes para ese producto.

Aguiar pidió la “inmediata reincorporación de todos” los trabajadores de Petroquímica Río Tercero que fueron despedidos y rechazó “cualquier intento de cierre de Fabricaciones Militares”. El jefe de ATE a nivel nacional advirtió que “sin las fábricas, las ciudades se mueren. Tenemos que evitar que rematen todo el patrimonio estatal. Es defender los puestos de trabajo en la fábrica para defender nuestra producción e industria nacional y la soberanía de nuestro país”.

El 25 de mayo cuando el presidente Milei y su gabinete visitaron a Córdoba para un acto en el que finalmente no se pudo firmar el Acta de Mayo, ATE había realizado una protesta en la ruta al aeropuerto ubicado en la zona de Pajas Blancas. La manifestación duró unas dos horas. Hubo cruces con la Policía y también con gendarmes, que llegaron y provocaron una serie de corridas por los gases lacrimógenos.