En línea con la estabilización de la macroeconomía, 2024 fue el revivir de los préstamos al sector privado. Luego de que el Estado se corriera como el principal demandante de dinero, y que los bancos volvieran a mirar a los consumidores, hubo un aumento de la oferta para acceder a créditos personales, financiar la compra de autos y hasta viviendas. En enero, esa tendencia siguió firme, y analistas ven que será “uno de los principales pilares” para la recuperación económica.

El saldo total de préstamos en pesos al sector privado alcanzó un nivel de $57,6 billones en el primer mes del año, que representó una suba de $3,1 billones o del 5,7% nominal. Mientras que al observar el recorrido del último año, el incremento fue de $40,2 billones, equivalente a un alza del 231,6%. De acuerdo con un informe de First Capital Group, si se tiene en cuenta la inflación proyectada para ese período, el crecimiento en términos reales llegó al 3,6% mensual y al 180% en 12 meses.

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“Debemos aclarar que para realizar estos cálculos se toma en consideración la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que estiman para enero los principales estudios profesionales que siguen la evolución de estas variables y nos ofrecen un resultado probable de incremento cercano al 2% en el mes y, por ende, de alrededor del 84,2% en el último año. Iniciamos el año con la misma tendencia que finalizó 2024, aunque en un escalón de crecimiento más abajo debido a un estancamiento de los préstamos comerciales”, explicó Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.

Casi todas las líneas de crédito aumentaron muy por encima de la inflación. Nuevamente, el mes pasado volvieron a destacarse los préstamos hipotecarios, incluidos los que ajustan por inflación (UVA). El saldo total al cierre de enero fue de $2,04 billones, que representó un alza nominal del 13% mensual, el avance más importante porcentualmente de las líneas bancarias analizadas. En 12 meses, la demanda trepó 242,7%.

“La inercia de los trámites iniciados a fines del año pasado mantuvo el vigor de este segmento a pesar de las vacaciones y los días feriados de las fiestas de fin de año. La ausencia de ofertas durante muchos años hace que la demanda acumulada siga traccionando sobre estas operatorias”, agregó Barbero.

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Por detrás se encontraron las líneas de préstamos personales, que subieron 12,9% mensual nominal, y dejó el saldo con un total acumulado de $11,4 billones. Fue un 443,1% más que en enero del año pasado, o 195% si se lo mide en términos reales. En este segmento, desde First Capital Group agregaron que se mantuvo el dinamismo en las colocaciones, a pesar de que fue un mes en el que históricamente se cancelan deudas tras el cobro del aguinaldo y otros adicionales.

La línea de créditos prendarios presentó, según datos publicados por el Banco Central, un saldo de la cartera de $3,4 billones a finales de enero. Fue un crecimiento del 5,9% en comparación con diciembre y del 256% versus enero del año pasado (cuando era de $961.551 millones), en este último caso una suba real del 93%. “Comenzamos el año con prometedores valores de colocación nominal y porcentual. La baja de impuestos sobre algunos 0 km y la habilitación de importaciones pueden agilizar aún más el crecimiento de este sector”, aseguró Barbero.

En cuanto a la operatoria de tarjetas de crédito, enero registró un saldo de $16,5 billones, un 6,9% nominal más que el mes anterior. En cambio, el incremento interanual fue del 177,1%, equivalente a un 50% real al descontar el efecto de la inflación. Para el analista, el mercado supo compensar la desaparición de las ofertas del plan Cuota Simple en algunos de los rubros del consumo con otras financiaciones en cuotas.

El único caso que no subió frente a la inflación fueron los préstamos comerciales, con un aumento de $17.699 millones, que lo llevó a alcanzar un stock de cartera de $20,8 billones. Fue un avance de apenas 0,1% frente a diciembre, aunque en el último año registró un alza nominal del 212,6%, equivalente a un 70% en términos reales. Para Barbero, en enero se observó cómo la demanda del sector se inclinó por las operaciones en dólares, ante la perspectiva de una estabilidad cambiaria.

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“Entendemos que el crédito al sector privado tiene todavía un camino por recorrer y que será uno de los pilares principales de la recuperación de la actividad durante 2025. La financiación en dólares también seguirá traccionando, apalancada en el aumento significativo de depósitos que dejó el blanqueo. La combinación de tasas y expectativa de devaluación tanto del [tipo de cambio] oficial como de los paralelos garantiza, al menos en el corto plazo, una elevada rentabilidad en dólares, y la dinámica de atraso promete acentuar la financiación de los gastos con tarjeta de crédito”, analizaron desde la consultora económica LCG.

Créditos en dólares

En plena temporada de verano, los gastos en dólares con la tarjeta de crédito tuvieron una dinámica llamativa: el saldo al 31 de enero aumentó a US$864 millones, una disparada del 78,9% frente a diciembre. En un año, el stock de esta línea trepó 155,6%, aunque el comportamiento mensual fue irregular, ya que alternó entre subas y bajas.

“El desplazamiento de turistas hacia destinos extranjeros y la adecuación del tipo de cambio para la cancelación de los saldos con tarjetas permitió alcanzar un valor nominal de la cartera que no se observaba desde antes de la pandemia”, observó el analista de First Capital Group.

A finales de diciembre dejó de existir el impuesto PAIS, que encarecía en un 30% las compras hechas en moneda extranjera, pero sigue vigente el 30% a cuenta de Ganancias sobre el tipo de cambio oficial ($1074,50). Actualmente, el dólar tarjeta cotiza a $1396 en Banco Nación, aunque según datos del Banco Central, el 60% de las compras hechas con tarjeta de crédito por turistas se cancelan al MEP ($1196).

Por último, los préstamos en dólares alcanzaron los US$12.743 millones en enero, una variación del 17,8% frente a diciembre y del 233,5% en 12 meses. De acuerdo con First Capital Group, el 76% del total de la deuda en moneda extranjera sigue siendo la línea de préstamos comerciales, los cuales aumentaron un 284% interanual y 17,4% mensual. “Durante el primer mes del nuevo año, los empresarios optaron por el crédito en moneda extranjera antes que por la financiación en pesos”, cerró Barbero.