La doctora Claudia Elizabeth Ringelheim es la única imputada que espera declarar en el juicio por las cinco asesinatos y los ocho presuntos intentos de homicidio de bebés recién nacidos ocurridos en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba capital a mediados de 2022. Lo hará este jueves, en el cierre de la primera semana del debate oral y público que se desarrolla en el edificio de Tribunales II.
Está acusada de omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado, en el marco de su función como vicedirectora del centro de salud. Justamente la veracidad de ese cargo, según adelantaron fuentes judiciales a Infobae, será uno de los aspectos que intentará desmentir durante su indagatoria.
La defensa de la médica se centraría en que, en la práctica, no era la número dos del hospital, aunque así figura en documentos que forman parte de la prueba que contiene la causa.
Ringelheim, especialista en Obstetricia y Tocoginecología, aseguraría que aparecía como vicedirectora por “desprolijidades” en la estructura de la institución y que tenía injerencia solo en las áreas recién mencionadas. Está previsto que acepte responder preguntas de la fiscalía, la querella y el tribunal.
Una vez que cierre su indagatoria, concluirán así las declaraciones de los 11 imputados. Luego se dará paso a las testimoniales de los testigos, algo que ocurriría recién el lunes de la semana que viene.
De todas formas, los acusados tienen la potestad de tomar la palabra nuevamente en cualquier momento del proceso.
La lista de testigos es larga y se prolongará durante semanas. Comenzará con familiares de las víctimas: Yoselin Chely Rojas, Jaime Cornelio Pérez, Damaris Carolina Bustamante y Brisa Natali Molina son los primeros que pasarán al frente.
“Hubo una mano asesina”
Adriana Moralez, médica y ex coordinadora del Comité de Seguridad del Paciente y Mortalidad Materna Infantil del Neonatal, acaparó toda la audiencia del miércoles.
Fue la única imputada que accedió a contestar preguntas relevantes para la causa, y se distanció del resto de los involucrados al afirmar que alguien estuvo detrás de los 13 ataques que buscan ser esclarecidos en el juicio.
“No tengo dudas de que hubo una mano asesina”, respondió al ser consultada por la fiscal de Cámara Mercedes Balestrini.
“A la luz de los hechos, con dos autopsias con causa no natural, me resulta inevitable que no pueda asociar para atrás que Gino, que Isabella, tal vez Francisco, Benjamín y otros niños, fueron víctimas”, agregó. Sus declaraciones fueron en línea con el anticipo que había hecho ante medios cordobeses meses antes del juicio.
Moralez estaba a cargo de revisar las muertes de bebés desde el Comité que manejaba. Dijo que empezó a sospechar recién después de los últimos dos fallecimientos. Y, según argumentó, ella estuvo de vacaciones entre el 20 de mayo y el 6 de junio de 2022. El día que se reincorporó ocurrieron esas dos tragedias finales.
Además, esta médica conocía como pocos el funcionamiento del Neonatal, ya que trabajó allí desde su fundación, en 1998, hasta el día que la imputaron por omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado.
Pese a que está convencida de que alguien mató a los bebés, Moralez evitó señalar directamente a la enfermera Brenda Agüero: “Necesito saber quién mató a esos niños, si la acusada principal es o no. Necesito que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo», suplicó.
Y, en su defensa, completó: “No podíamos explicar, por causas que tengan relación con Seguridad del Paciente, qué había ocurrido con dos muertes sobre las cuales no teníamos la causa (en referencia a las primeras) y los casos de los bebés que se descompusieron. Lo que planteamos fue que se amplíe la investigación”.
*Fotos: Mario Sar