Nala pasará sus primeros días en la capital del Valle del Cauca en cuarentena - crédito corponor_ns / instagram

La mirada de Nala, la jaguar que llegó al zoológico de Cali este martes, 26 de noviembre, son los ojos de un animal que, aunque fuera por error, ha recibido todo tipo de cuidados desde su nacimiento.

Hace meses, en la zona norte de Santander, una familia de locales la adoptó creyendo que se trataba de un gato perdido, pero con el tiempo notaron que se trataba de un animal salvaje.

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Entonces, decidieron entregarla a la Corporación autónoma regional de la Frontera Nororiental que, durante año y medio, cuidó de ella en el Centro de Atención y Valoración de Gramalote.

Adecuaron un hábitat en el que intentaron despertar sus instintos salvajes y monitorearon su estado de salud en todo momento, hasta que, el zoológico de Cali, que cuenta con la acreditación de la Asociación Americana de Zoológicos y Acuarios solicitó su traslado.

Entonces, “su vida dio un giro, con el apoyo de la Fuerza Aeroespacial Colombiana que la llevó a su nuevo hoga. El traslado empezó temprano y nuestro equipo interdisciplinario, profesionales, técnicos y operarios se despidieron de este hermoso ejemplar que con todas las precauciones y cuidados fue puesta en una jaula diseñada para el viaje”.

Según Corponor: “Durante el procedimiento el equipo monitoreó cada detalle y, durante su permanencia de año y medio en el CAR, Nala fue sometida a un proceso de valoración médica, bajo la supervisión del equipo técnico interdisciplinario de Corponor”.

Al llegar, fue puesta en cuarentena mientras le practican los últimos chequeos. Antes del viaje, se estableció que mostraba señales de impronta humana: “Esta condición implica que el animal asocia a los humanos con alimento, lo que podría generar riesgos tanto para ella como para las comunidades en caso de liberación”, explicó a El País, el médico veterinario y coordinador del CAV, Samir León Restrepo.

Y es que, de acuerdo con biólogo y jefe de Poblaciones de la Fundación Zoológico de Cali, Carlos Galvis: “Es muy importante la llegada de ‘Nala’ porque va a contribuir a nuestros programas de reproducción con los que pretendemos contribuir a la conservación de esta especie”.

Jaguares colombianos estarían en peligro por deforestación de su hábitat:

De acuerdo con un estudio publicado en septiembre, en la revista científica Plos One, el hábitat del jaguar (Panthera onca) en Colombia se ha reducido drásticamente en un 39%, principalmente debido a la deforestación y el calentamiento global, lo que pone en grave peligro la supervivencia de esta especie emblemática en el país. La tala ilegal de árboles y las actividades humanas, como la agricultura, ganadería y minería, han transformado los ecosistemas donde históricamente habitaba este felino, contribuyendo a la fragmentación de su hábitat y a un aislamiento creciente entre las poblaciones. Este aislamiento, según los investigadores, está generando una preocupante disminución en la diversidad genética de los jaguares, lo que los hace más vulnerables a enfermedades y a la incapacidad de adaptarse a los cambios ambientales.

Se estima que en Colombia solo quedan 16.000 ejemplares - crédito Colprensa

La situación de los jaguares en Colombia es alarmante, ya que, además de la fragmentación de su hábitat, los grupos aislados tienen dificultades para reproducirse, lo que amenaza la perpetuidad de la especie. Las zonas más críticas incluyen la región Caribe, Catatumbo y el Pacífico, así como áreas clave como la Sierra Nevada de Santa Marta, los bosques del Pacífico y la región oriental. La reconexión de estos territorios es esencial para garantizar un flujo genético saludable y la continuidad de la especie, según Diego Zárrate, coautor del informe.

Frente a esta crisis, se han propuesto estrategias de intervención para restaurar los ecosistemas y mejorar la conectividad de los hábitats. Sin embargo, Zárrate subraya que estas acciones dependen en gran medida de una cooperación interinstitucional efectiva y de una coordinación con el Gobierno colombiano, que debe comprometerse a tomar medidas concretas. Aunque Colombia cuenta con una Lista Roja nacional actualizada, el investigador advierte que las acciones de conservación en el terreno son insuficientes.

Los hábitat de los jaguares se han visto reducidos casi un 40% en los últimos años - crédito Luis Noriega / EFE

Además de los factores ecológicos, el aislamiento de las poblaciones de jaguares está siendo impulsado por la deforestación masiva y la invasión humana en territorios claves. El informe alerta que, si no se toman medidas urgentes, los jaguares podrían enfrentar aún más desafíos para mantener sus poblaciones en el país, lo que podría llevar a un colapso en las áreas donde aún quedan.