La salud ocular es fundamental, por lo que tener una buena visión y cuidar el ojo debe ser una de las prioridades de todos. Según explica el Ministerio de Salud de la República Argentina, es importante que desde el nacimiento se realicen los controles pertinentes para detectar enfermedades. A medida que crecemos, una revisión anual es clave para tener un seguimiento gradual de nuestra visión.
La alimentación también juega un papel muy importante en el desarrollo y el cuidado de nuestros ojos, por lo que además de las visitas al médico, tener una dieta nutritiva rica en vitaminas permitirá potenciar este sentido vital. El Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) asegura que entre las vitaminas más importantes para cuidar la visión se encuentran la vitamina A, C, E y D.
- La vitamina A. Está presente en la leche y sus derivados, en la yema de huevo, el zapallo, la acelga, la zanahoria y el mango.
- La vitamina C. Se puede encontrar en las frutas cítricas, como naranja, mandarina, limón, y otras, como guayaba, kiwi, piña, frutillas; también en verduras, como tomate, coliflor, brócoli, espinaca y repollo, entre otros.
- La vitamina E. Se encuentran en aceites vegetales (oliva, girasol, coco), palta, maní y nuez, entre otros.
- La vitamina D. Se puede obtener de la yema de huevo, hígado de vaca, leche, sardina y también se puede conseguir mediante la exposición a los rayos del sol durante las horas recomendadas.
La visión es un sentido muy importante para el desarrollo de distintas funciones del cuerpo. Además de permitirnos percibir y procesar nuestro entorno, también ayuda en la coordinación de funciones como las de las manos y ojos, permite conocer la percepción de profundidad y distancia, y enriquece las experiencias emocionales y estéticas.
¿Cuáles son las enfermedades oculares más comunes?
Existen muchas enfermedades oculares, pero las más comunes son la conjuntivitis y los orzuelos, que afectan la visión de forma parcial, pero que deben tener un tratamiento efectivo para no causar problemas colaterales. Hay otras afecciones como el glaucoma, la catarata o la retinopatía que alteran la visión de forma permanente y pueden requerir medicación o cirugía.
Los vicios de refracción, también llamados defectos refractivos o ametropías, son una serie de alteraciones que entorpecen la visión de las personas. Los mismos pueden presentarse por cambios en la forma de la córnea o envejecimiento del cristalino, entre otros problemas. Algunos de los más comunes son:
- Presbicia. Provoca dificultad para ver los objetos cercanos. Todas las personas después de los 40 años se ven afectadas.
- Miopía. Provoca dificultad para ver objetos lejanos.
- Hipermetropía o hiperopía. Causa dificultad para ver objetos cercanos independientemente de la edad.
- Astigmatismo. Genera el efecto de una visión borrosa de objetos cercanos y lejanos.
Todos los vicios de refracción se corrigen con anteojos, pero no llegan a curarse del todo. En algunos casos puntuales puede requerirse una cirugía láser. Según el sitio especializado en salud Medline Plus, algunos de los síntomas más comunes que pueden presentar las personas con estas patologías son: visión borrosa, visión doble, nebulosas, deslumbramiento o halos alrededor de luces brillantes, entrecerrar los ojos, dolores de cabeza o fatiga visual. Ante cualquiera de estos síntomas es recomendable tener una visita con un oftalmólogo.