En un hecho que ha generado indignación, el Banco de Alimentos de Cali anunció la expulsión de un comedor comunitario ubicado en el barrio Mariano Ramos, en el oriente de la ciudad, tras descubrir que este comercializaba productos donados a través de redes sociales.

Según informó la entidad, los alimentos y bienes, destinados a mitigar el hambre en comunidades vulnerables, estaban siendo vendidos a precios que oscilaban desde los $1.000.

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De acuerdo con las directivas del Banco de Alimentos, los productos involucrados en esta actividad ilegal incluían pan tajado, gaseosas y otros artículos básicos.

Y es que la organización afectada había firmado previamente un compromiso de no comercializar las donaciones, una norma fundamental para ser beneficiario del programa. Sin embargo, tras confirmarse el cumplimiento, la entidad tomó la decisión definitiva de excluir al comedor comunitario del grupo de beneficiarios.

Usurpadores vendían pan del comedor comunitario desde $1.000 - crédito @radiosupercali/X

Frente a ello, el presbítero Joaquín Alberto Gómez, director del Banco de Alimentos de Cali, expresó su preocupación por el impacto negativo de estas acciones en las comunidades más necesitadas.

“Bien saben que, así como hay sanciones desde el Banco de Alimentos, también hay un parágrafo donde aparecen las sanciones penales. A veces los líderes no piensan en el daño tan grande que le pueden hacer a los niños o abuelos, porque la honestidad y la transparencia deben caracterizar el trabajo de un excelente líder”, afirmó Gómez.

A través de redes sociales comercializaban los alimentos - crédito @radiosupercali/X

Ante tal situación, el Banco de Alimentos de Cali inició una investigación exhaustiva para esclarecer los detalles del caso y garantizar que situaciones similares no se repitan. Según detalló la entidad, este tipo de acciones no solo vulneran los principios éticos del programa, sino que también afectan la confianza de los donantes, que incluyen empresas, empresarios y personas naturales.

“Porque nosotros también tenemos que cuidar y blindar a las empresas, a los empresarios, a las personas naturales, a todas las personas que de una u otra manera están dando. Por eso, desde Gestión Social vamos a seguir poniéndole lupa a todas las donaciones que entregamos porque esto tiene que ser respetado. La comida es sagrada y por eso debe ser custodiada”, agregó el director ejecutivo del Banco de Alimentos.

El Banco de Alimentos de Cali surtía al comedor comunitario - crédito Prensa Banco de Alimentos de Cali

La entidad enfatizó que continuará supervisando de cerca a las 433 organizaciones sociales que actualmente reciben donaciones del Banco. Estas organizaciones tienen la responsabilidad de distribuir alimentos y productos de primera necesidad a las personas más necesitadas de la ciudad, cumpliendo con los compromisos establecidos al ingresar al programa.

Así las cosas, este episodio ha puesto en evidencia la importancia de la transparencia y la ética en la gestión de recursos destinados a poblaciones en situación de vulnerabilidad. Las donaciones que el Banco de Alimentos distribuye están diseñadas para aliviar el hambre y mejorar la calidad de vida de niños, adultos mayores y otras personas en condiciones de precariedad.

La corrupción es una de las grandes problemáticas en Colombia - crédito Pixabay

Corrupción, una de las mayores problemáticas en el país

La corrupción en Colombia es uno de los problemas más persistentes y perjudiciales para el desarrollo del país. Según datos de Transparencia Internacional, en el índice de percepción de la corrupción de 2022, Colombia ocupa una posición intermedia, reflejando graves problemas en la gestión pública.

Este fenómeno afecta a diferentes niveles del gobierno, desde oficinas locales hasta instituciones nacionales, involucrando desvío de fondos públicos, sobornos y contratos amañados. Estas prácticas erosionan la confianza ciudadana y profundizan la desigualdad social, dado que los recursos destinados a programas cruciales de salud, educación e infraestructura son frecuentemente desviados.

El sector público no es el único afectado; también el sector privado ha estado implicado en escándalos como el de Odebrecht, que involucró sobornos a varios funcionarios colombianos. Este caso expuso operadores que facilitaban contratos millonarios, generando un fuerte impacto en la legitimidad del gobierno y en las instituciones judiciales.