Algo anda mal en La Loma, enclave residencial de La Plata situado a veinte cuadras del palacio de gobierno bonaerense. La inseguridad tiene en vilo a los habitantes de ese barrio de clase media de la capital provincial. Un cartel rústico, escrito a mano alzada y clavado en el tronco de un árbol en el cruce de las calles 29 y 37, resume lo que experimentan desde hace tiempo, por ahora, sin remedio a la vista: “Zona liberada. Vecinos armados”.

Bandas con mayor o menor estructura, pero siempre violentas, están al acecho y, en cuanto tienen la oportunidad, atacan. Y las víctimas ya no saben qué hacer para protegerse de ese peligro. Algunos parecen apostar al poder disuasivo de las armas. Un poder engañoso, porque es de doble filo y puede ser desencadenante de una tragedia. Pero, ante la sucesión de episodios delictivos y la ausencia de respuestas por parte del Estado, aquella advertencia pegada en un árbol expresa el hastío y la decisión de la autodefensa.

El cartel apareció cinco días después de que delincuentes entraron a robar en dos casas de la cuadra cuando sus habitantes no estaban, una modalidad que, según los vecinos, “es habitual”. El martes pasado cuatro ladrones ingresaron en dos casas contiguas de la cuadra. El hecho trajo a la memoria lo que había ocurrido allí mismo en agosto de 2023, cuando asaltantes sustrajeron de una vivienda una caja fuerte que contenía 42.000 dólares, 3000 euros y otros objetos de valor.

El cartel fue colgado el domingo por un vecino del barrio La Loma, de La Plata, días después de que una banda de asaltantes entró a robar en dos casa de la cuadra de 29 y 37

En la misma esquina de 29 y 37, en abril del año pasado, dos motochorros atacaron a una chica y le robaron la mochila. Y, más aún, reaparecieron las imágenes del caso más impactante que vivieron en el barrio en los últimos tiempos: esa vez que un vecino mató de un tiro a un adolescente que había entrado en su propiedad. Fue en 2021. No se lo olvidarán jamás.

Este domingo, uno de los vecinos colgó el cartel como signo de hartazgo, protección y prevención: “Todos los vecinos estamos de acuerdo en defender nuestras cosas, que tanto nos costó tener. Se terminó: son ellos o nosotros. Estamos cansados y vamos a defender lo nuestro. El cartel lo colgó uno de los vecinos el domingo para avisar la situación del barrio”, explicó una de las víctimas de los robos de esta semana, que aceptó dialogar con LA NACION, pero pidió expresamente resguardar su identidad. Es lógico: tiene miedo.

En el barrio se quejan de que la policía nunca está cuando se la necesita, que tardan en llegar cuando se hacen las denuncias y que los patrullajes preventivos son inexistentes. LA NACION se comunicó con el Ministerio de Seguridad para obtener una respuesta sobre la situación advertida por esta cronista en una recorrida por La Loma, pero al momento de publicación de esta nota no habían respondido.

Sí lo hizo, en cambio, el Municipio de La Plata. El director de Prensa y Comunicación de la intendencia, Máximo Maceroni, adelantó que recientemente se incorporaron 120 nuevas patrullas municipales para reforzar la prevención en los barrios, y que, además, se dispuso un nuevo “polo de seguridad con tecnología de punta que hace posible el monitoreo y la coordinación de más de 900 cámaras y otros recursos, como un anillo de seguridad” destinados a “perfeccionar la actuación del Estado frente a la delincuencia”.

“Zona liberada, vecinos armados”: el cartel que colgaron los vecinos del barrio La Loma, de La Plata, para advertir a los delincuentes

Pese a eso, los vecinos no se sienten protegidos. “Aunque las estadísticas oficiales dicen que bajó el índice de inseguridad, en esta zona no paran de robar, generalmente a la hora de la siesta y a partir de las seis de la tarde. Los únicos dos patrulleros que tiene el municipio nunca pasan. No hay atención de la policía. En la calle 41 hace poco le robaron una bicicleta amarilla a una señora mayor. En la cuadra entre 30 y 31 a un carpintero hace poco le entraron y le robaron el freezer, plata, y hasta tarros de harina. Hace un par de días a una chica de 20 años la arrastraron por toda la esquina para robarle el celular. En la calle 37 suenan todo el día las alarmas, y ayer robaron en las calles 38 y 31″ advirtió Anahí, otra de las víctimas de los asaltos de la semana pasada.

Hasta ahora, los detectives de la comisaría 4ª, con jurisdicción en la zona, no pudieron identificar ni detener a los ladrones ni al auto detectado por las cámaras de seguridad instaladas por los vecinos de la zona. “La comisaría 4ª cambia de comisario cada seis meses, nadie hace nada. Mientras tanto, seguimos blindando nuestras casas y aún así es habitual que te roben en la puerta cuando entrás al auto”, detalló uno de los vecinos que ya fueron víctimas de la inseguridad.

Todos los vecinos consultados coinciden en que los robos no son aleatorios ni “al voleo” e interpretan que los ladrones realizan un “estudio previo” de la zona. “A un vecino le robaron el martes pasado. En esa casa de familia viven 10 personas todo el año y justo ese martes a las 15.10 no había nadie. Las imágenes de las cámaras de seguridad que aportamos los vecinos a los investigadores muestran claramente los autos en los que se mueven. ¿Quién da la información y a quién se la dan? ¿Quiénes ejecutan los asaltos? ¿Por qué nadie los detiene? ¿La policía está involucrada? Son muchas preguntas y pocas respuestas las que obtenemos”, advirtió el vecino asaltado la semana pasada, enfurecido por el abandono de los funcionarios.

Una de las propiedades de 29 y 37, en el barrio La Loma, de La Plata, asaltadas en la primera semana del año

El martes, a media tarde, los asaltantes irrumpieron primero en la casa de Anahí Mostajo, empleada del IOMA, la obra social de los empleados estatales bonaerenses. Le revolvieron toda la casa. No les quedó un rincón sin revisar. “Llegué a las 16.20 y mi casa era un desastre, estaba completamente dada vuelta. Me sentía como en Kosovo, completamente shockeada, invadida y ultrajada”, explicó.

Anahí denunció que allí donde vive siempre fue “una zona liberada y tierra de nadie”. El martes le robaron los regalos de Reyes para sus nietas, amplificadores y pedales de guitarra eléctrica de su hijo, todas las llaves de su casa, 150 dólares, 40.000 pesos, todos sus anillos, una campera Columbia, carteras de Ricky Sarkany, una cadena de oro blanco, un reloj Casio y un acolchado. Incluso atacaron a patadas a su gato, que ahora anda rengueando y está muy asustado.

Llamé al 911 y vino un policía municipal. Lo primero que me preguntó fue si había hecho alguna transacción en dólares que llamara la atención o si había adicciones en la familia. ¡Imaginate!, ¿adicciones? Me quedé mirándolo y llamé a un vecino para que fuera testigo, no fuera a ser que los policías me ‘plantaran’ algo… Tuve que cambiar todas las cerraduras de mi casa. La Policía Científica recién vino a la madrugada. Mi hermano habló con gente que está en la Justicia. Le dijeron que, aparentemente, los ladrones no son de acá y que usaron un Ford Focus denunciado como robado en Moreno. No hay cámaras de seguridad estatales, botones antipánico, alarmas vecinales y las únicas dos patrullas que funcionan tampoco recorren ni vigilan por acá. Ahora estoy por adoptar una perra, por seguridad. Las alarmas vecinales no paran de sonar en toda la cuadra, pero la policía no viene. Entre los vecinos nos asistimos”, explicó Anahí.

Leonardo, uno de los vecinos preocupados por la inseguridad que amenaza al barrio La Loma, de La Plata

El hijo de Anahí afirmó que esos dos patrulleros se quedan en la esquina y no hacen el recorrido que deberían. Adelantó que están juntando firmas entre los vecinos para elevar un petitorio a la fiscalía y a la intendencia. “Los policías saben quiénes son y saben dónde están [los ladrones]. Si les llegás a decir que te robaron 40.000 dólares los buscan y los encuentran en dos minutos, seguramente porque se quedan con la mitad de lo robado. Todos los vecinos sabemos que o se van por la autopista Varela, porque ahí no hay controles ni cámaras, o se meten en el Barrio de la Favela, donde la policía no entra”.

El otro robo que moviliza a los vecinos de La Loma se produjo enfrente de la casa de Anahí. De allí se robaron una alianza de oro, un televisor nuevo, una tablet, papeles del auto del dueño de la propiedad, una lámpara de sal y todas las llaves de la vivienda.

“Es un caos, no saben ni lo que se llevan. Hace dos días que estamos cambiando cerraduras y ordenando. ¿Cuál es la sensación que te queda cuando volvés a tu casa? Al que le pasó, lo sabe. Es indignante llegar a tu casa y ver todo revuelto. Todavía estoy pagando el televisor que me robaron. A mi vecina le robaron los ahorros de 20 años de trabajo, de esfuerzo. ¿Para qué trabajamos?”, advirtió una de las víctimas.

Así quedó una de las casas asaltadas por ladrones en el barrio La Loma, de La Plata