Anabel Pantoja afronta uno de sus peores momentos tras el ingreso de urgencia de su hija Alma en el Hospital Universitario Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria el pasado viernes. La pequeña, de a penas 50 días de vida, ha paralizado completamente la vida de toda una familia que no ha dudado en desplazarse hasta las Islas Canarias para apoyar a Anabel y David Rodríguez, su pareja.
Según desveló Fiesta a lo largo del fin de semana, los familiares están unidos en esta difícil situación: “No es el momento de pensar en ellos, solo están enfocados en apoyar a Anabel”. Y es que, no solo los abuelos de Alma han cogido un avión para apoyar a sus hijos, sino también todo el círculo cercano de la pareja. Desde sus tíos Isabel y Agustín Pantoja, hasta sus primos Kiko Rivera e Isa Pantoja, pasando por sus grandes amigas Susana Bicho y Belén Esteban, todos han puesto sus diferencias a un lado para abrazar a la Pantoja más televisiva en estos momentos tan difíciles.
Esteban ha sido la primera de todos en hablar, con mucho tacto, sobre la situación que azota a la familia. La colaboradora de Ni que fuéramos Shhh conoció el estado de la pequeña el pasado viernes, y el sábado por la mañana cogía un avión hacia Gran Canaria para encontrarse con Anabel en el hospital. Allí, ha coincidido con todo el clan y, al ser preguntada por sus compañeros, ha asegurado: “Han hecho lo que tenían que hacer como familia, porque Anabel se lo merece”.
Y es que, la influencer siempre se ha visto envuelta en cada uno de los conflictos por los que han pasado los Pantoja. La sevillana ha sido la única de toda la familia que mantiene actualmente do el contacto con la tonadillera, ya que el hijo de Paquirri mantiene sus distancias desde que acusó a su madre de estafarlo con la herencia del torero, y su hija ha aireado en diversas ocasiones los supuestos desprecios y maltratos que sufrió durante su estancia en Cantora.
Del amor al odio: la complicada relación con Kiko Rivera
Hubo un tiempo en el que Kiko Rivera fue mucho más que un hijo para Isabel Pantoja. El menor de la saga del toreo más famosa de España se subía hace treinta años a un escenario para cantar junto a su madre su canción más especial: Mi pequeño del alma. Y es que, la artista nunca escondió que su hijo era “el niño de sus ojos”. A pesar de su rebeldía adolescente, juntos se mantuvieron unidos en varios de sus momentos más difíciles, como en el paso de este por Supervivientes en 2011 y, ocho años después, la participación de ella por Honduras.
Sin embargo, las lágrimas y emoción de la añoranza entre madre e hijo comenzó a resquebrajarse pocos meses después. El detonante de esta fractura fue la polémica en torno a la herencia de Paquirri, que finalizó con el DJ realizando un especial en Telecinco llamado Cantora: la herencia envenenada, un programa que destapó tensiones familiares profundamente arraigadas.
En noviembre de 2020, Kiko hizo público lo que describió como “la gran mentira de su vida”. Supuestamente descubrió que su madre había guardado en Cantora los trajes de luces de Paquirri, que ella había declarado robados. Pero este engaño fue solo la punta del iceberg. La disputa sobre la propiedad de Cantora, de la cual Kiko heredó un 47%, alimentó el conflicto. “Me parece lamentable que tenga que venir a un programa de televisión para enterarme de cosas que mi madre no se ha atrevido a contarme, me han engañado y me han robado a sabiendas de que lo estaban haciendo. No voy a poder perdonar a mi madre y mi padre desde donde esté, tampoco”, confesó Kiko en el formato, marcando un antes y un después en la relación con Isabel.
La desgarradora historia de Isa Pantoja
Mientras la ruptura entre Isabel y Kiko ocupaba titulares, otro conflicto familiar emergía con fuerza: la difícil relación de la cantante con su hija adoptiva, Isa Pantoja. Desde el principio, este vínculo estuvo marcado por tensiones. Isa, adoptada en Perú en 1996, siempre desafió las estrictas normas a las que su madre la sometía para mantenerla alejada del foco mediático.
Queriendo huir del hogar familiar, a los 18 años, Isa abandonaba Cantora tras quedarse embarazada de Alberto Isla, su pareja en aquel momento. A partir de entonces, inició una vida por su cuenta, siempre bajo la protección de Dulce Delapiedra, su niñera de la infancia y ahora enemiga declarada de Isabel Pantoja. Isa encontró en la televisión una profesión, participando en realities y programas de entrevistas donde compartía detalles de su vida. Pero no fue hasta finales de 2024 que la joven habló abiertamente de los episodios más traumáticos de su infancia en el programa ¡De viernes!.
Entre las confesiones de Isa, destacaron episodios que ilustran una relación materno-filial llena de altibajos. Según relató, la artista llegó a cortarle el cabello con tijeras de cocina para evitar que saliera de casa. En otro incidente, tras descubrir que Isa había mantenido relaciones sexuales, Isabel pidió a Kiko que la mojara con una manguera mientras le gritaba “sucia” y la amenazaba con “devolverla a Perú”. Unos episodios, que de ser ciertos, explican los motivos de la joven para mantenerse alejada de su madre y su hermano durante todos estos años.
En medio de todas estas disputas, siempre se ha encontrado Anabel, quien nunca ha soltado la mano de ninguno de sus primos, ni mucho menos de su tía. De hecho, la concursante de Sálvame Okupa se ha convertido en la transmisora de información para ellos en momentos tan delicados como la reciente enfermedad de la tonadillera o el segundo embarazo de Isa Pantoja. Por ello, ninguno de sus primos o tíos ha dudado en desplazarse hasta las islas para apoyar a la hija de Bernardo Pantoja en delicada situación.