La reciente decisión del presidente Trump de permitir redadas del ICE en lugares que tradicionalmente se consideraban “seguros”, como instituciones religiosas y educativas, ha generado una gran alarma entre diversas asociaciones comunitarias. Estas organizaciones están profundamente preocupadas por el impacto que estas medidas tendrán en su trabajo de asistencia directa a grupos vulnerables de la población, incluyendo a miles de familias de migrantes.

Espacios seguros para todos

Rick Gaupo, presidente y director ejecutivo de Marion-Polk Food Share, una organización que integra a casi un centenar de bancos de alimentos en Oregon expresó esta preocupación en declaraciones a AP, reproducidas por KGW8. “Los 70 bancos de alimentos que operan bajo el paraguas de Marion y Polk fueron diseñados para ser espacios seguros para todos”, afirmó Gaupo. La declaración se da en un contexto de alta preocupación, ya que las organizaciones temen que las familias migrantes dejen de acudir a buscar alimentos por miedo a ser detenidas durante las redadas.

Gaupo aclaró a AP que, aunque aún no han observado una disminución concreta en el número de personas que buscan ayuda, están monitoreando esos números con “suma atención” especialmente en el área de Portland. Entienden que muchas personas migrantes pueden optar por no acudir a los bancos de alimentos, a pesar de necesitarlos, debido a la situación crítica que enfrentan.

En Woodburn, Portland unas 800 familias se abastecen diariamente en el Banco de Alimentos ( Marion-Polk Food Share)

El presidente y director ejecutivo de Marion-Polk Food Share señaló además que están prestando especial atención a la ubicación de su organización en Woodburn, Portland, un espacio que en un solo día brinda asistencia a aproximadamente 800 familias. Al respecto enfatizó que para acceder a los alimentos las personas actualmente solo deben proporcionar dos datos: su código postal y el número de personas que integran su hogar y aseguró que estos seguirán siendo los únicos datos requeridos en el futuro por los Bancos de Alimentos, ya que no están dispuestos a renunciar a su tradicional política de puertas abiertas.

Los bancos de alimentos seguirán enfocados en mantener a las familias alimentadas durante estos tiempos inciertos”, explicó Gaupo, destacando que su objetivo es asegurar que todas las personas, independientemente de su situación migratoria, se sientan seguras y cómodas al buscar ayuda. “Este es un lugar donde todos se sienten seguros y cómodos, y creemos que, mientras las personas sepan que pueden obtener alimentos saludables, vamos a seguir siendo ese lugar para todos”, concluyó.

Ayuda con las compras en Chicago

La decisión de las organizaciones es acompañar y asistir a quienes los necesitan con independencia de su estado migratorio (Marion-Polk Food Share)

En todo Estados Unidos el valor de los espacios de trabajo comunitario y las asociaciones de voluntarios se está transformando en una red invisible de contención cotidiana para muchas familias migrantes. En Chicago, Mijos, una organización sin fines de lucro que fue fundada hace cuatro años para ayudar a la comunidad inmigrante actualmente está enfocada en ir a comprar los alimentos o realizar otras tareas para colaborar con las personas indocumentadas que temen salir a la calle.

“Nosotros estamos ofreciendo ayuda a quien necesite en la comunidad, ya sea para recoger a su niño o si alguien tiene que ir al supermercado y no puede salir por miedo”, detallaron desde la organización, planteando que al igual que los Bancos de Alimentos de Portland su decisión es acompañar y asistir a quienes los necesitan con independencia de su estado migratorio.