Desde que recibió el Premio Puskas de la FIFA, el 17 de diciembre, Alejandro Garnacho le perdió el rastro al gol. Es cierto que ese reconocimiento exalta más la excelencia y la plasticidad puntuales de una definición, virtudes que tuvo su notable chilena contra Everton, que la producción goleadora en serie. Garnacho no es un goleador de dos dígitos por temporada, pero tampoco es común que no convierta desde noviembre (su sequía abarca 21 partidos).

El delantero, integrante del plantel argentino campeón de la Copa América 2024, está sumido en la desorientación general de Manchester United, que al rosario de decepciones de la temporada le acaba de sumar la eliminación en los octavos de final de la FA Cup, competencia en la que defendía el título. Tras el 1-1 ante Fulham en Old Trafford, Manchester United perdió 4-3 en la definición por penales. Los remates del zaguero Lindelof y del delantero Joshua Zirkzee, una de las últimas incorporaciones, fueron atajados por Leno. Zirkzee luego le pidió disculpas a los hinchas y agradeció el apoyo en su cuenta de Instagram.

Garnacho fue suplente e ingresó a los 8 minutos del segundo tiempo por el uruguayo Ugarte, cuando su equipo perdía 1-0. Según explicó el director técnico Ruben Amorim antes del encuentro, no fue titular porque tenía una leve dolencia por un golpe, pero estaba en condiciones de disputar algunos minutos. Dinamizó el ataque, tuvo una oportunidad con un remate y no fue incluido en la lista de los cinco ejecutantes de los penales.

Lo más destacado de Manchester United 1 (3) vs. Fulham 1 (4)

Por más de un motivo, entre lo personal y el pozo en el que sigue cayendo el United, el 2025 de Garnacho plantea dudas sobre la convocatoria de Lionel Scaloni para los partidos por las eliminatorias ante Uruguay (el 21 de marzo en Montevideo) y Brasil (el 25 en el Monumental). Garnacho es una de las piezas de la renovación que lleva adelante Scaloni, si bien todavía no consiguió continuidad y en las oportunidades que tuvo se lo vio apurado y confuso por demostrar lo que puede rendir. Suma 270 minutos distribuidos en ocho cotejos, sin goles y una asistencia.

Tras ser parte del grupo de la Copa América, fue citado en las tres ventanas (seis partidos) por las eliminatorias, aunque fue dado de baja en la serie contra Venezuela y Bolivia por una lesión en una rodilla. En sus últimos dos meses en Manchester United dejó de ser noticia por su gambeta en velocidad. Tampoco lo ayuda la desconcertante gestión deportiva del club, que en el mercado de enero escuchó ofertas por su pase. Napoli, que vendió al georgiano Kvaratskhelia a Paris Saint Germain, hizo varios intentos por contratarlo, pero chocó con las elevadas pretensiones económicas de Garnacho, que de todas maneras prefería quedarse en Inglaterra. Se puso un precio alto para asegurarse la negativa de los italianos.

Los compañeros consuelan a Zirkzee, que falló el penal que le dio la clasificación a Fulham

Por la última fecha de la Premier League, Garnacho ocupó los titulares de la prensa inglesa por un episodio que en un principio fue interpretado como un enojo y un desplante con Amorim, que luego se encargó de aclarar la situación y le restó importancia. Todo se originó a partir de que el wing nacido en Madrid y de madre argentina fue reemplazado tras el primer tiempo contra Ipswich. Garnacho se fue al vestuario y no se lo vio más. “Al día siguiente vino a mi despacho a dar explicaciones y pedir disculpas, así que no hay ningún problema. Le pagará una cena al plantel. Fue al vestuario a cambiarse de ropa porque estaba mojado. Se quedó viendo el partido en el vestuario y después se fue a su casa. Es un chico joven que aprenderá. Hay que tener en cuenta el contexto, su edad (20 años) y la situación”, fue la explicación de Amorim.

Tras la eliminación en la FA Cup, Amorim se refirió a la actuación de Garnacho: “Es bueno en la transición, crea, provoca el uno contra uno, que es algo que nos falta en este grupo. Se entrena bien y creo que hoy lo ha hecho bien”. Garnacho es responsable y a la vez víctima del déficit que el entrenador reconoce de su equipo: “Tenemos un problema con el gol. Hoy creamos situaciones, ese es el primer paso, pero todavía tenemos que hacerlo mejor para ayudar a nuestros atacantes a marcar”.

Amorim asumió el 11 de noviembre, sin poder revertir hasta ahora la dinámica que arrastraba el United con Erik Ten Hag. En la Premier League, el equipo ocupa el 14° puesto, más cerca del descenso que de la clasificación a las copas europeas. Fue eliminado en las copas de la Liga y la FA Cup. A principios de la temporada perdió la Community Shield (Supercopa de Inglaterra) en el clásico con Manchester City. Solo le queda aferrarse a la Europa League, en la que enfrentará a la Real Sociedad en los octavos de final.

Pese al mal clima de los hinchas con los dueños del club, Amorim mantiene la tranquilidad, le apunta al largo plazo: “La meta es ganar la Premier League. No sé cuánto tiempo nos va a tomar, pero ese es nuestro objetivo y no importa lo que suceda, seguimos adelante”.

Wayne Rooney, goleador histórico del United con 253 tantos, se refirió al encanto que está perdiendo el club: “Para ganar la Premier League hace falta estar en una posición estable para traer a los mejores jugadores. Si soy un jugador que juega en un país o club diferente y Manchester intenta ficharme, me quedaría pensando, no estaría seguro”.