Una repentina muerte conmociona al mundo del polo. Rufino Laulhé, de 15 años, falleció este lunes luego de que la camioneta que conducía su hermano Beltrán (18) embistiera a un camión que estaba detenido sobre el kilometro 438 de la ruta nacional 5, cerca de Trenque Lauquen. Rufino, que viajaba como acompañante, murió como consecuencia del impacto. Beltrán sufrió una fractura en una mano y está fuera de peligro, internado en una clínica de esa ciudad bonaerense. La policía realiza las pericias en el lugar, para determinar las condiciones en las que sucedió el accidente.
Los hermanos Lauhlé, integrantes de una tradicional familia de polistas, viajaban en una pick up Toyota desde Santa Rosa y hacia Buenos Aires. Desde allí iban a tomar un vuelo a Estados Unidos para participar por primera vez en los torneos profesionales en Palm Beach, Florida, que se desarrollan anualmente entre enero y abril. También juntos habían participado el fin de semana de la Copa “La Natividad”, que se disputó en La Andría Polo Club de Santa Rosa, una cita tradicional que suele oficiar como apertura del año, a la que asistió mucho público.
El lugar del accidente
Herederos de una dinastía, como ocurre a menudo en el polo, Beltrán y Rufino habían empezado a sonar muy fuerte en el circuito. Nacieron en Buenos Aires y se criaron entre Pilar y La Pampa, siempre con el deporte como pilar de sus vidas. Beltrán disputó en 2024 el Abierto de Palermo para el equipo La Zeta Kazak, liderado por Nicolás Pieres.
Ambos, hijos de Gastón Laulhé, ex jugador de la Triple Corona, que llegó a 7 goles de valorización. Ali Albwardy, el dueño del Dubai Polo Team, y Lolo Castagnola, ligado actualmente al empresario de los Emiratos Árabes (jugaron juntos a lo largo de numerosas temporadas), pusieron hace un tiempo los ojos en ellos. Lo mismo que Nicolás Pieres (34 años), que eligió a Beltrán para lo que fue su proyecto 2024, que implicó participar de la clasificación para el Campeonato Argentino Abierto, algo que pudieron lograr.
“Beltrán y Rufino han tenido la suerte de jugar con todos los jugadores buenos y de jugar polo bueno. Eso es algo importante. Cada oportunidad que se nos presenta la tratamos de aprovecharla”, explicaba Gastón en abril de 2024 en una entrevista con LA NACION.
Los hermanos Laulhé habían coincidido en los inicios de sus carreras y compartían el mismo anhelo, común a cada chico que empuña un taco y golpea una bocha. Ambos dieron sus primeros pasos en el campo, andando a caballo en La Pampa, apenas adquirieron habilidad y fuerza para manejarlos, y luego, a los 6 ó 7 años, yendo a la escuelita de polo de María Chavanne, en La Dolfinita. Uno de los sueños era jugar el Abierto Argentino, ganarlo y llegar a 10 goles de handicap. “Ganar Palermo juntos sería un sueño extra”, decía Rufino. “Además de eso, a mí me gustaría llegar lo más lejos posible en el polo”, añadía Beltrán.
Gastón, el papá, reflexionaba en esa entrevista: “No creo que tengan más facilidades. Lo que pasa es que, generalmente, las oportunidades se te van presentando de acuerdo con tu nivel de juego. Yo, a lo mejor, no jugaba tan bien como ellos, entonces no se me presentaron tantas oportunidades, ja, ja, ja. Beltrán y Rufo, desde chicos que están jugando bien en su handicap. Y todo eso hace que se te presenten oportunidades, que está bueno tener y saber aprovechar”.
Rufino había expresado: “Todos me ayudan mucho. Es un placer jugar con Rashid y su organización. Incluso el personal entero, que trabaja ahí, es muy buena onda. Y Lolo es un crack. Me bajo del caballo y siempre me anima, si me mandé alguna cagada, me dice: ‘Mala suerte, olvidate y enfocate en la jugada siguiente’. Eso es de gran ayuda”. Consultado sobre su estilo como polista, decía: “No sé bien cuáles son mis características, por ahí otro te las puede decir mejor. Yo siempre trato de meterle para adelante, cuando vas perdiendo o la mano viene complicada. Trato de meterle actitud. Por mi estilo, capaz que para los puestos de adelante soy un poco lento; de back me siento un poquito mejor. Igualmente, trato de adaptarme a la posición que sea, a lo que el equipo necesite”.