Un museo eslovaco atribuyó una obra a Donatello y hay polémica

Un descubrimiento inesperado en un pequeño museo de Levoča, Eslovaquia, ha captado la atención del mundo del arte. Un busto de mármol que durante décadas fue considerado una imitación del siglo XIX y que incluso fue utilizado como juguete por estudiantes, podría ser una obra auténtica del renombrado escultor renacentista Donatello. Sin embargo, desde Italia aseguran tener dudas sobre la autenticidad.

Según informó el medio The Slovak Spectator, los expertos creen que esta pieza, que representa a la noble italiana Cecilia Gonzaga, es una de las pocas esculturas firmadas por el artista que se encuentran fuera de Italia.

El hallazgo, que ha sido descrito como extraordinario, se produjo cuando Mária Novotná, directora del Museo Spiš, notó una inscripción en la base del busto que decía “Opus Donatelli”. Intrigada, envió la pieza al Instituto de Ciencias de Eslovaquia (SAS) en Bratislava para un análisis más detallado. Los especialistas, tras comparar la firma con otras obras conocidas del escultor, como la célebre “Judith y Holofernes” en el Palazzo Vecchio de Florencia, concluyeron que la atribución a Donatello es altamente probable.

Judith y Holofernes, de Donatello, en el Palazzo Vecchio en Florencia

El busto, que data del siglo XV, habría llegado a Eslovaquia gracias a los vínculos históricos entre la familia italiana Gonzaga, de Mantua, y la familia noble Csáky, quienes poseyeron la escultura durante generaciones. Aunque no se sabe con exactitud cuándo cambió de manos, se ha rastreado la conexión entre ambas familias hasta el siglo XVII. Durante siglos, la pieza permaneció en la mansión de los Csáky en Spišsky Hrhov, pero su destino cambió drásticamente tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la propiedad fue convertida en un reformatorio para niñas.

En este contexto, el busto perdió su valor artístico y fue tratado como un simple objeto. Según Novotná, las estudiantes lo utilizaban como pelota y le hacían “maquillajes” improvisados, llegando incluso a dibujarle delineador en los ojos. No fue hasta 1975 que la escultura fue trasladada al Museo Spiš, donde fue catalogada erróneamente como una copia del siglo XIX y relegada al almacenamiento.

El renacimiento del interés por esta obra se debe en gran parte al trabajo de la historiadora del arte Marta Herucová, quien lideró la investigación en el SAS. Para confirmar la autenticidad del busto, Herucová aseguró que se consultó al experto italiano Giovanni Serafini, de la Opera del Duomo en Florencia, y que el experto respaldó firmemente la atribución a Donatello, basándose en comparaciones con otras obras del escultor, como la tumba del antipapa Juan XXIII en el Baptisterio de Florencia, considerada la primera tumba de estilo renacentista.

El busto retrata a la noble italiana Cecilia Gonzaga (Museo de Levoča, Eslovaquia)

Donatello, nacido en Florencia en 1386, es reconocido como uno de los escultores más influyentes de la historia del arte. Su capacidad para fusionar influencias de la antigüedad clásica con elementos del arte medieval y renacentista lo convirtió en una figura clave de su época. A lo largo de su carrera, trabajó con diversos materiales, como mármol, madera, bronce y terracota, dejando un legado que sigue siendo estudiado y admirado en la actualidad.

El descubrimiento del busto ha generado un debate sobre su conservación y exhibición. Actualmente, la pieza no está expuesta al público y solo puede ser vista a través de un escaneo en 3D. La obra se encuentra bajo estrictas medidas de seguridad, pero han surgido dudas sobre si el sistema museístico de Eslovaquia tiene la capacidad para proteger un tesoro de tal magnitud.

Estas preocupaciones se han intensificado tras la destitución de Mária Novotná como directora del Museo Spiš, un hecho que, según el medio, ocurrió sin explicaciones claras. Aunque el museo aseguró que la seguridad del busto no se ha visto comprometida, la incertidumbre sobre el manejo de la obra persiste. En un comunicado, la institución afirmó que planea organizar una exposición para presentar el busto al público antes de que termine el año.

Museo de Levoča, Eslovaquia (Wikipedia)

El hallazgo del busto de Donatello se produce en un momento de tensiones en el ámbito cultural de Eslovaquia. Según The Slovak Spectator, la ministra de Cultura, Martina Šimkovičová, ha sido objeto de críticas por una serie de despidos en instituciones culturales clave, como el Teatro Nacional Eslovaco y la Galería Nacional Eslovaca. Activistas culturales, agrupados en la plataforma Otvorena Kultura!, han denunciado que estos cambios han llevado a la sustitución de personal calificado por funcionarios sin experiencia, lo que podría poner en riesgo la gestión de importantes obras de arte.

Además, la plataforma ha expresado su preocupación por supuestos planes del gobierno para transferir piezas de arte a manos privadas, lo que podría afectar la preservación del patrimonio cultural del país. En este contexto, el futuro del busto de Cecilia Gonzaga, ahora atribuido a Donatello, se convierte en un símbolo de los desafíos que enfrenta el sector cultural eslovaco.

Por otro lado, la Ópera del Duomo de Florencia, una de las instituciones más prestigiosas en el estudio de Donatello, ha negado cualquier participación en la validación de esta atribución.

Retrato de Donatello realizado en el siglo XVI. Museo del Louvre.2​

Según algunos informes, los investigadores eslovacos habrían contado con el apoyo de esta institución y del historiador del arte Giovanni Serafini para comparar la escultura con otras piezas del artista en Florencia. Sin embargo, la Ópera del Duomo negó categóricamente estas afirmaciones.

En un comunicado oficial, la organización aclaró que, aunque en junio de 2022 recibió a los estudiosos eslovacos y los guió en la observación de las obras de Donatello conservadas en el complejo de Santa Maria del Fiore, no emitió ninguna opinión sobre la autenticidad del busto. Serafini también negó haber realizado comentarios, incluso de manera informal, sobre la posible autoría de Donatello.